La nadadora transexual Lia Thomas propició un precedente en el mundo del deporte al pasar de competir en las pruebas masculinas a hacerlo en las femeninas. Sus resultados crecieron como la espuma al cambiar de una a otra. Ese hecho causó gran revuelo a nivel mundial. Su estallido ha desatado gran polémica a la hora de dejar practicar una modalidad deportiva a nivel profesional a las personas transexuales.
Una vez más, Estados Unidos vuelve a estar bajo los focos. Pero en esta ocasión no ha sido la nadadora de la Universidad de Pensilvania la protagonista. Todo ha ocurrido en un country-cross de secundaria que reunió a los mejores corredores en edad juvenil, tanto en categoría masculina como femenina.
Una joven se impuso en Washington en la prueba de 5 kilómetros de campo a través en las que competían estudiantes de secundaria. Hasta ahí todo lógico, sin embargo, la polémica surgió tras descubrir que compitió en la carrera masculina el año anterior antes de someterse al proceso de cambio de sexo. En aquella ocasión, su tiempo resultó muy alejado del ganador. Al cambiar de sexo, todo ha cambiado radicalmente. Venció en la edición femenina de la escuela secundaria.
Según informa My North West, al registrar sus credenciales presentadas para participar el año anterior, donde lo hizo como hombre, los números reflejaron la ventaja que había logrado al cambiarse de sexo. Como chico, su tiempo no estaba entre los 500 mejores del estado de Washington.
Sin embargo, en la edición de este año se impouso en la carrera de cinco kilómetros, superando en tres segundos a la siguiente en la línea de meta. Una notable diferencia tras no lograr el año anterior resultados destacables como hombre. Un nuevo símil comparable a lo que sucedió con a otras deportistas transexuales como la propia Lia Thomas o la ciclista Leia Genis.
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Muy señaladas por gran parte del deporte, la presión constante ha hecho mella en algunas de ellas. Uno de los casos a resaltar es el de la exfutbolista Valentina Berr, que abandonó la practica del balompié debido a la enorme presión que sentía en los terrenos de juego. La jugadora no pudo lidiar a lo largo de su carrera con todo el odio y las críticas recibidas, por lo que decidió abandonar el deporte de manera prematura.
Quejas recibidas
El principal problema con el que se ha encontrado la ganadora de la prueba femenina han sido las protestas de los padres de las demás participantes. Las familias de las otras chicas presentes en la prueba no dudaron en presentar sus quejas frente a la organización.
Una presión al ver cómo una persona transgénero sumaba un triunfo basado más en su físico. Algo que le diferenciaba notablemente de las demás participantes en la prueba, lo que hizo poder levantar los brazos en la línea de meta.
Una situación muy similar a la que vivió Lia Thomas en las piscinas por parte de sus compañeras, que no se mostraban de acuerdo con su participación en las distintas pruebas de natación. "Sentimos que vivimos un daño irrevocable al deporte que nos ha hecho crecer y ser mejores. Por otro, nos hemos vuelto a unir como hermanas tras muchos años complicados", explicaron las demás participantes en una carta hecha pública.
Sin embargo, otras como la ciclista Emily Bridges puso el grito en el cielo tras las críticas recibidas por las compañeras de profesión. "he sido acosada y demonizada sin descanso por aquellos que tienen una agenda específica que impulsar", explicó en sus redes.
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Dos ejemplos a nivel internacional, Estados Unidos y Reino Unido, donde las mujeres transgénero han sufrido la crítica por parte de las demás participantes o el entorno que las rodea dentro del deporte.
La superioridad transgénero
Los resultados obtenido por aquellas personas que han cambiado de género en los últimos años han crecido de manera exponencial en las pruebas femeninas. Las personas nacidas biológicamente como hombre superan con creces a todas aquellas mujeres a las que se enfrentan, desatando la polémica.
No sólo ha sido Lia Thomas la que ha obtenido beneficios tras su cambio de sexo. Otras deportistas como Leia Genis también se vio afectada por ello. Su medalla de plata fue retirada tras no lograr presentar la documentación a tiempo. Además, acusó a USA Cycling, federación estadounidense de ciclismo, de "tránsfobos" tras quitarle su presea.
En el caso de la natación, la FINA instauró este mismo año que las personas transexuales no podrían participar en las pruebas que organicen. Sólo podrían estar presentes todas aquellas que lo hiciesen antes de la pubertad. En el caso del ciclismo, las mujeres deben de demostrar que cumplen los niveles de testosterona en plasma por debajo de los 2,5 nanomoles por litro durante 24 meses. Unas exigencias en ambos deportes para asegurarse que no sacan beneficio en la competición.
Ahora, una nueva puerta se abre al encontrarse con casos entre gente mucho más joven. Lo sucedido en el Cross Puget Sound vuelve a poner sobre el foco el deporte transgénero, ya que cada vez van apareciendo casos más precoces.