El jefe de Márketing de la RFEF pide al juez que le saque del 'caso Rubiales' al mostrar 'wasaps' con Jenni
Rubén Rivera niega haber presionado a la jugadora durante su viaje a Ibiza y asegura que fue el "recadero cualificado" de las deportistas, a las que compró bikinis.
11 octubre, 2023 02:15El jefe de Márketing de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Rubén Rivera, ha solicitado a la Audiencia Nacional que archive para él el llamado caso Rubiales.
En esta causa judicial se investigan las supuestas coacciones denunciadas por la futbolista Jenni Hermoso y que habría sufrido tras el beso que recibió por parte de Luis Rubiales. Los hechos sucedieron durante la entrega de medallas del Mundial femenino.
Para formular su petición, Rivera se apoya en las decenas de mensajes de WhatsApp que ya ha aportado al Juzgado Central de Instrucción número 1.
Con estas conversaciones, el jefe de Márketing de la RFEF pretende demostrar que no coaccionó a Hermoso, delito por el que está investigado y por el que tuvo que declarar en la Audiencia Nacional este martes.
Entre estos mensajes, a los que ha tenido acceso EL ESPAÑOL, se incluyen varios wasaps con las peticiones que jugadoras de la Selección femenina —entre ellas, Jenni— le formularon durante las vacaciones que disfrutaron en Ibiza tras ganar el Mundial.
Se trata de solicitudes como comprar bikinis para algunas futbolistas y para amigas suyas o adquirir entradas para las principales discotecas de la isla, como la famosa Ushuaia.
De hecho, este martes, Rivera declaró como investigado en la Audiencia Nacional y fue interrogado sobre estos chats. También, sobre la compra de bikinis, a la que él aludió como parte de su rol de "recadero cualificado" de las futbolistas durante su viaje a Baleares, que aseguró que empezó a planear en abril como parte de un acuerdo con el Consell de Ibiza.
Ante el juez, Rubén Rivera presentó su labor en esos días como meramente logística —la propia de un "intermediario"— y ha sostenido que se encargó de "poner en contacto a unas personas con otras" dentro de la Federación. En todo caso, ha negado que coaccionase o presionase a la deportista.
Así, este martes aseguró ante el magistrado Francisco de Jorge que únicamente trasladó a Jenni Hermoso "el recado de que la estaban llamando". Concretamente, según apuntó en su declaración como investigado, avisó a la futbolista de que pretendía hablar con ella el entonces director de la Selección Española de fútbol, Albert Luque. Algo que —dijo Rivera durante su declaración— no le extrañó, dada la buena relación entre este directivo y la jugadora.
Por ello, tampoco se interesó especialmente por el motivo de esta pretensión. Luque, de hecho, viajó a Ibiza para tratar de hablar con Hermoso.
El jefe de Márketing de la RFEF también acompañó a las jugadoras en la isla, donde —según sostuvo este martes en la Audiencia Nacional— advirtió a Hermoso de la intención tanto de Luque como del entonces responsable de Integridad de la Federación, Miguel García Caba, de hablar con ella por teléfono tras lo sucedido.
Este martes, tras ser interrogado, ha cotejado estos mensajes con el contenido de su móvil por orden del Juzgado.
Beso "no consentido"
El pasado 15 de septiembre, Luis Rubiales declaró como principal investigado en esta causa —en su caso, por la agresión sexual y las coacciones que le atribuye la Fiscalía, mientras que Rivera lo hizo este martes sólo por el segundo de los delitos—. Y, como ya había manifestado públicamente, el hoy expresidente de la RFEF sostuvo que el beso fue consentido y aceptado verbalmente por la jugadora.
Tal y como avanzó en exclusiva EL ESPAÑOL, hace dos semanas, también acudieron a la Audiencia Nacional como testigos dos peritos —personas sordas expertas en lectura de labios— que ratificaron que Luis Rubiales preguntó: "¿Un besito?" a la jugadora antes de besarla en la boca.
No obstante, tanto Jennifer como su hermano Rafael Hermoso —este último, también como testigo— manifestaron que el beso "no fue consentido". Sin embargo, a las pocas horas de suceder, tanto la jugadora como su pariente lo consideraron, ante los medios de comunicación, como un gesto anecdótico, sin importancia.
Ahora bien, en su declaración ante la Fiscalía, antes de que se abriese esta causa judicial, la campeona del mundo alegó que, tras ganar el Mundial, minimizó la importancia del beso para no aguar a sus compañeras la celebración del hito deportivo.