Las trampas del City y el aviso de la Superliga: no vale con el Fair Play Financiero de la UEFA

Nunca había habido algo así en el fútbol inglés como lo del Manchester City. El club propiedad del City Football Group, financiado en un 78% por el dinero emiratí, habría cometido más de un centenar de irregularidades dentro de las reglas financieras como le acusa la propia Premier League.

Los cargos son graves: no dar "una visión verdadera y justa de la situación financiera del club" -patrocinios inflados-; falta de "incluir detalles completos" de la remuneración de futbolistas y entrenadores -pagos secretos a Yaya Touré o Roberto Mancini-; incumplimientos de las normas de Fair Play Financiero (FFP) nacional y continental; y la falta de "cooperación y asistencia" a la Premier League en sus investigaciones.

Una comisión independiente será la que ahora investigue las presuntas irregularidades del City. El proceso para decidir si se castiga a los sky blues podría durar meses, aunque los clubes de la Premier presionan para que se resuelva todo antes del final de la temporada. La 'burbuja' se rompe, tal y como avisó la Superliga Europea.

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La nueva competición que pretende romper con lo establecido en el fútbol europeo ya avisó en su creación, allá por abril de 2021, sobre la inconsistencia del sistema actual. Berd Reichart, CEO de la promotora de la Superliga, A22 Sports Management, lo recordó esta semana en una entrevista en L'Équipe: "Hoy en día, muy pocos clubes generan beneficios, la mayoría se endeuda y corre el riesgo de desaparecer".

Es por ello por lo que la Superliga prometió que introduciría un sistema de FFP "riguroso", con importantes sanciones por incumplimiento, que promoverá la viabilidad a largo plazo del sistema. Además, poco a poco se van conociendo varias claves de las reglas financieras que se implantarían.

Bernd Reichart, CEO de A22 Sports Management, durante un acto de la Superliga Europea EFE

"Los clubes no podrán dedicar más del 55% de su presupuesto a salarios y también queremos prohibir los patrocinios 'inflados'. No se puede gastar más de lo que se genera", recalcó Reichart en su última entrevista. Sus palabras señalan indirectamente a los 'clubes-estado' (Manchester City, PSG y Newcastle).

Hay que recordar que la Superliga, así como la UEFA y la FIFA, está pendiente de la resolución del TJUE que dará viabilidad a la creación del campeonato si resuelve que existe un monopolio en el fútbol europeo. El concepto de la Superliga ha ido evolucionando, hasta presentarse como una competición "abierta y meritocrática". La gestionarían los propios clubes y sería compatible con las ligas nacionales.

El City 'escapó' de la UEFA

Los cargos de los que acusan al City tienen detrás un proceso de cuatro años de investigación, a raíz de unos documentos revelados en 2015 por Football Leaks que ya alertaban de las supuestas irregularidades. La UEFA ya denunció antes, en 2014, al club inglés por incumplir sus normas el FFP, acordando ambas partes una multa de 20 millones de euros y la reducción de la plantilla del equipo inglés en Champions.

El City también fue denunciado por la UEFA en 2020, siendo suspendido de la Champions League por dos años por "sobreestimar sus ingresos por patrocinio en sus cuentas" entre 2012 y 2016. El Tribunal del Arbitraje Deportivo (TAD) anuló la sanción (y redujo una multa de 30 a 10 millones) señalando que las irregularidades contables detectadas habían prescrito.

La denuncia de más de 100 irregularidades cometidas por el City refuerzan la postura de la Superliga ante el ineficaz sistema del FFP de la UEFA, incapaz de actuar con contundencia contra el club inglés hasta en dos ocasiones durante el mismo período cubierto por los cargos de la Premier League.

El City, que siempre ha negado enérgicamente cualquier irregularidad, esta vez no tendrá la 'carta' del TAD. Según las reglas de asociación de la Premier League, ninguna de las partes puede acudir a la corte arbitraria en Suiza. El recurso se podría elevar, en todo caso, hasta la Corte Suprema del Reino Unido.

Guerra en Inglaterra

El Manchester City, según fuentes del club citadas por The Guardian, sospecharía que el movimiento de la Premier League al presentar los cargos sería una "maniobra política". El fútbol en Inglaterra libra su propia batalla, ya que el Gobierno británico anunciará próximamente la creación de un órgano regulador independiente que supervisará las transacciones económicas que se hagan.

La Premier League, incapaz de sancionar al City hasta ahora, por ejemplo, buscaría dar un golpe sobre la mesa para no ver debilitado su poder. Otro asunto en el foco es la entrada de nuevos dueños a la liga, principalmente con capital extranjero, a los que se quiere vetar si no son capaces de probar de dónde procede su riqueza. Solo 3 de los 20 dueños de la liga (Tottenham, Brighton y Brentford) son ingleses.

Sheikh Mansour, el jeque del Manchester City Reuters

Es una especie de guerra por la regulación independiente del fútbol inglés, acusado de estar "dopado financieramente", lo cual fue otro de los detonantes (como los clubes-estado) de la creación de la Superliga. Si se confirman las trampas del City, club que ha gastado 2.150 millones en fichajes desde 2009, aumentará la desconfianza a nivel continental.

Sanciones al City

El City está en el centro de la diana y se expone a graves castigos. Hay una amplia gama de sanciones que se pueden imponer por infringir las reglas, pudiendo ir desde las multas y la reducción de puntos hasta la expulsión de la competición. Clubes de la Premier piden su descenso como una de las medidas.

La comisión, según una subcláusula del manual de la Premier League, podrá "imponer al demandado cualquier combinación de las anteriores o cualquier otra sanción que considere adecuada". Esto significa que también corren peligro los títulos ganados por el City, que en los últimos 13 años ha ganado seis veces la Premier y la Copa de la Liga y dos veces la FA Cup. El City tiembla y el sistema del fútbol actual siembra más dudas.