El Atlético de Madrid está viviendo una situación crítica esta temporada. El equipo del 'Cholo' Simeone lleva dos semanas recibiendo pésimas noticias en el aspecto deportivo. Fracasos que además tienen también consecuencias en el aspecto económico. El club que dirigen Gil Marín y Enrique Cerezo no pasa precisamente por su mejor momento como se pudo ver este verano donde la entidad colchonera pasó verdaderos apuros para intentar fichar.
El primero de los varapalos llegó con el empate ante el Bayer Leverkusen en la Champions lo que provocó que el equipo de Simeone perdiera todas sus opciones de avanzar hasta los octavos de final de la Champions. Primer gran fracaso. Y el segundo golpe fue la contundente derrota ante el Oporto que provocó que tampoco obtuvieran plaza de Europa League.
El Atlético de Madrid ya no tiene competiciones europeas a pesar de que todavía estamos en el mes de noviembre. Ya solo quedan vivos en La Liga y en la Copa del Rey. Sin embargo, en el campeonato de la regularidad su situación tampoco es especialmente positiva ya que, a pesar de situarse terceros, se han caído ya de la lucha por el título. Están con solo 23 puntos a 8 del FC Barcelona y a 9 del Real Madrid.
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Están enfrascados en una lucha con equipos como el Betis, la Real Sociedad, el Athletic e incluso Osasuna por los puestos europeos que van desde las dos posiciones de la Champions hasta el fantasma de la Conference. La irregularidad del equipo de Simeone es tan grande que asusta. Ha disputado este curso 18 partidos de los cuales ha ganado 8, ha perdido 6 y ha empatado otros 4.
Un rumbo que no invita a pensar en el conjunto rojiblanco como un candidato a pelear por algún título esta temporada. De hecho, de lo que más se habla ahora es de si Simeone debería terminar la temporada o si las altas esferas del club colchonero deberían ir buscando a un sustituto. El nombre que más ha sonado ha sido el de Luis Enrique.
Precisamente esas altas esferas son las que se han personado en el entrenamiento de este viernes del Atlético de Madrid. Los jugadores tuvieron libre el jueves y ahora han regresado a los entrenamientos para afrontar los últimos tres partidos antes del Mundial, dos de Liga y uno de Copa del Rey. Sin embargo, la práctica ha empezado con varias novedades.
Serio toque de atención
Primero, el toque de atención de Gil Marín a la plantilla y al cuerpo técnico de cara a esos tres partidos para intentar levantar el vuelo del equipo y cambiar el rumbo de una plantilla que está muy tocada. La derrota contra el Cádiz después de haber igualado un 2-0 en los últimos minutos hizo mucho daño también al entorno rojiblanco.
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Por ello, el consejero delegado del club ha decidido bajar al vestuario junto a Antonio Alonso, vicepresidente de la entidad, para pedir a todo el equipo autocrítica por los malos resultados deportivos que tienen sus consecuencias en el aspecto financiero y también para pedir unidad a todo el equipo, intentando remar todos en la misma dirección. Terminó su charla con un mensaje de ánimo.
El entrenamiento del Atlético de Madrid también estuvo marcado por la presencia de una pancarta en el campo de práctica de la ciudad deportiva. Una acción que fue encabezada por la facción más radical de la hinchada, el Frente Atlético. El mensaje enviado a la plantilla fue el de "la afición al frente de un Atleti digno". El grupo ultra del Atlético de Madrid emitió un duro comunicado contra la plantilla tras la derrota contra el Oporto en el que aseguraban que los jugadores no habían defenido la camiseta como deberían.
La tensión crece en el Atlético de Madrid en un momento de real crispación para un club que necesita recuperar su rumbo si no quiere firmar la peor temporada en la era Simeone. Lo que pase en la primera rondas de la Copa del Rey también puede ser clave en el futuro del equipo.