Es una 'rara avis' en el fútbol moderno. En un momento en el que la paciencia es lo primero que se pierde en busca de resultados inmediatos, el Cholo Simeone sigue nadando a contracorriente en su carrera. Un 23 de diciembre de 2011, hace ya casi once años, el Atlético de Madrid contrató al entrenador argentino después de destituir de su cargo a Goyo Jiménez. El conjunto colchonero estaba por los suelos, había sido eliminado de la Copa del Rey por el Albacete y la directiva buscaba un giro de timón radical.
Lo consiguieron, y de qué manera. Desde entonces la historia del Atlético de Madrid es muy diferente y su palmarés se ha agrandado en este periodo de tiempo. Dos campeonatos de La Liga, otros dos más de Europa League, el mismo número de Supercopas de Europa, una Supercopa de España y una Copa del Rey, conseguida además en el Santiago Bernabéu ante el Real Madrid, hacen de Simeone una verdadera institución por sí mismo.
Con estos registros, nadie se había atrevido a discutir al Cholo. Con poco, ha hecho casi milagros. Su estilo de juego, especialmente en los primeros años, fue definido. Podría gustar más o menos, pero era efectivo y sirvió para llegar al éxito total. Sin embargo, en los últimos meses algo está cambiando en el entorno del Atlético de Madrid. Cada vez son más las dudas que presenta su proyecto, las voces contrarias, y hasta hay jugadores en conflicto con él.
[La gran crisis del fútbol español: los datos de un desastre del que solo se salva el Real Madrid]
Los resultados deportivos no acompañan y el estrepitoso fracaso de la Champions League ha avivado el fuego. Nadie discute lo que ha hecho en el Vicente Calderón primero y en el Metropolitano después, todos los atléticos le estarán eternamente agradecidos pero hay algunos que piensan que todo lo que empieza, de una forma u otra, se acaba. Son varios los factores que rodean a Simeone y que hacen tambalear más que nunca su figura al frente del equipo madrileño.
Fracaso en Champions League
Lo que ha sucedido en la máxima competición continental es un palo muy duro de encajar para el club. En un grupo con Oporto, Brujas y Bayer Leverkusen, el Atlético de Madrid partía como el gran favorito ya no para superar esta primera fase, sino para ser el primero. Rivales de ligas menores y con peores plantillas, hacían presagiar que los madrileños podrían pasar de manera cómoda, pero la realidad les ha golpeado.
Los colchoneros dijeron adiós en la penúltima jornada confirmando un duro golpe, y tan solo fueron capaces de ganar en una única ocasión al Oporto. De hecho, todavía tienen que asegurar la tercera plaza para, al menos, poder caer a la Europa League. Esta eliminación ha hecho tambalear la figura de Simeone.
Un discurso victimista
Desde su llegada, el Cholo ha seguido siempre el mismo discurso en cada intervención. Se ha puesto por detrás del Real Madrid y del Fútbol Club Barcelona alegando, sobre todo, motivos económicos. Siempre que fue preguntado sobre la posibilidad de pelear o ganar La Liga, la respuesta era la misma y señalaba los presupuestos de los dos grandes.
Sin embargo, la realidad dice que el Atlético de Madrid también ha podido gastarse durante los últimos años grandes cantidades de dinero en traspasos. El fichaje de João Félix está a la altura de los más caros del planeta, ya que los colchoneros gastaron 127 millones de euros por él. Lemar, Diego Costa o Radamel Falcao también fueron incorporaciones caras a las que no todos los clubes pueden llegar. Muchos le recriminan una cierta falta de ambición, así como demasiado conformismo.
Los cambios de estilo
Durante años, el juego del Atlético de Madrid ha sido muy reconocible. Los equipos del Cholo Simeone se caracterizaban por señales tan claras como una entrega incondicional de los jugadores, una defensa férrea y un equipo aguerrido. Mucho se debatió en torno a si su juego era vistoso o no, pero desde luego que resultaba efectivo porque llevó al camino de los títulos.
[Xavi y Simeone, dos entrenadores en apuros: la opción de Luis Enrique para Barcelona y Atlético]
En ocasiones se le ha reclamado al entrenador argentino que sus equipos jugaran de forma más alegre y vistosa, algo que se ha podido ver en las últimas temporadas. Sin embargo, esto parece haber desnortado un poco las ideas del equipo y los resultados han dejado de ser tan buenos.
El lío de João Félix
El jugador más caro de la historia del Atlético de Madrid y el mejor entrenador de siempre están enfrentados. Es un secreto a voces que se ha hecho público con distintos intercambios de declaraciones. El portugués no ha encontrado nunca regularidad con Simeone, y el técnico le ha recriminado falta de actitud.
El divorcio, pese a los dos goles recientes del luso ante el Cádiz, es evidente, y se ha convertido en un serio problema. La situación parece insostenible y todo apunta a que alguno de los dos tendrá que terminar saliendo salvo que todo dé un gran vuelco.
La Copa del Rey
Para el Atlético de Madrid, la Copa del Rey es una competición a tener muy en cuenta y que supone una gran vía para seguir engordando su palmarés. Sin embargo, durante todos estos años el conjunto colchonero tan solo ha conseguido sumar una única Copa a su palmarés, si bien es cierto que fue de una manera muy especial.
Lo peor es la imagen ofrecida por el equipo de Simeone en las últimas temporadas. El curso pasado no pudo superar los dieciseisavos de final, pero batacazos gordos contra equipos menores en otros años como la eliminatoria a manos del Cornellá o de la Cultural Leonesa suponen manchas muy grandes en el currículum.
Una figura desgastada
Estar once años en cualquier puesto laboral supone un desgaste, pero si además es en un lugar de tanta exigencia como es el Atlético de Madrid todo es mucho mayor. La figura de Simeone se ha ido desgastando con el paso del tiempo como consecuencia de algunos factores como los ya comentados, enfrentamientos con jugadores o malos resultados deportivos.
La afición duda
En los últimos meses, ha surgido algún sector de la afición que ha dejado de creer ciegamente en la figura de Simeone al frente del Atlético de Madrid. Si hace años, el Calderón o el Metropolitano eran una caldera al grito de 'Ole, ole, ole, Cholo Simeone', en los últimos tiempos cuesta mucho más encontrar unanimidad en este cántico.
[Barça y Atlético, fuera de la Champions: el desastre del proyecto deportivo y un agujero económico]
Los colchoneros van a estar eternamente agradecidos a la labor realizada por Simeone al frente del banquillo rojiblanco, pero el equipo se ha llevado ya algunas pitadas por ciertas actuaciones en el Metropolitano y eso es algo que se achaca también al entrenador.
Algunos jugadores incrédulos
Al igual que sucede con la afición, el sentimiento también se ha traspasado al vestuario. Hace años, cuando las cosas iban mejor y todo funcionaba casi de manera automática, ningún jugador se salía de la rueda y seguía a pies juntillas las instrucciones de Simeone en los entrenamientos y en el césped.
Sin embargo, los malos resultados siempre levantan dudas. El ejemplo de João Félix refleja a la perfección que hay quienes sienten que podrían tener un papel diferente en el equipo y que merecen otro tipo protagonismo o incluso de juego por sus características.
El mejor pagado
El Cholo Simeone es el entrenador mejor pagado del mundo y eso conlleva responsabilidades deportivas que no se están colmando por completo. Cobra más que ningún otro compañero de profesión en otros banquillos de equipos más potentes, y eso también supone un añadido de presión para el argentino.
Incluso si el Atlético de Madrid se librara de Simeone, también podría liberar una buena parte del presupuesto que podría llegar a invertir en fichajes para la plantilla.
No exprime la plantilla
Durante años se le ha pedido a Simeone que abandonara su juego más rácano para disponer algo más atractivo sobre el terreno de juego. Por momentos lo ha intentado el Atlético de Madrid y ha llegado a tener fases más vistosas, pero no ha sido algo regular e incluso esto le ha penalizado.
Se le atribuye al Cholo que tiene una plantilla con un gran potencial a la que no le está sabiendo sacar todo el rendimiento. Jugadores como Carrasco, Koke, Llorente, João Félix o Morata surgen como hombres talentosos que podrían firmar unas mejores actuaciones y un mayor espectáculo.