Marco Asensio y José María Giménez. Son los dos últimos jugadores de grandes equipos que han sido capaces de responder al enfado de la grada. El madridista marcó y mandó callar a aquellos que estaban pitando en momentos de debilidad. Algo parecido hizo el central del Atlético, que en un momento del encuentro ante el Levante se giró para replicar a parte de sus aficionados. Sin embargo, la forma de gestionar cada uno de los casos ha sido muy diferente.
La relación de los futbolistas con sus aficionados es un aspecto fundamental tanto para los jugadores como para los propios equipos. En más de un caso un mal vínculo ha acabado por expulsar al jugador de dicho club. En otros, hasta el futbolista más cuestionado por los medios ha sido capaz de erigirse referente del equipo. Estos dos últimos episodios son ejemplo de cómo gestionar esas relaciones.
El primer conflicto se dio con José María Giménez en el Wanda Metropolitano. El Atlético de Madrid acabó perdiendo contra todo pronóstico ante el Levante. Esta jornada han recuperado la dinámica de victoria ante Osasuna, pero la semana pasada la tensión era notable por el juego del equipo y los malos resultados. El Atlético no atacaba y las ideas en el campo eran escasas. En un momento de frustración, Giménez acabó estallando.
El jugador controlaba el balón en un intento de contra. Por banda tenía un pase en largo más arriesgado. El central optó por cederla en corto y parar el ataque. La afición, cansada de lo que dicen es falta de actitud, dejó entrever ciertos silbidos contra el zaguero. Giménez, uruguayo y temperamental, se giró al instante para mandar callar a ese grupo. La imagen no pasó desapercibida. Los pitos que se ganó el jugador tampoco.
Marco Asensio, por su parte, esperó al momento oportuno para realizar dicho gesto. El delantero merengue marcó el primer tanto del partido pasada la hora de juego. El Santiago Bernabéu, tras algunos resultados algo dubitativos del equipo, dejó ver su enfado con la reacción de la grada. Pero el tanto del balear lo cambió todo. Los pitos pasaron a aplausos. El criticado se convirtió en el salvador. Y su mensaje de "no silbéis, animad", acabó calando en la grada.
El Real Madrid venció con contundencia al Alavés con su 3-0. El Atlético, por el contrario, cedió la jornada pasada con 0-1 ante un sorprendente Levante. Y tras el partido, Marco Asensio quedó en paz con la afición mientras José María Giménez tuvo que realizar dos entrevistas donde pidió disculpas a la hinchada.
Doble disculpa rojiblanca
El central aclaró todo lo sucedido en Movistar Plus tras la tensión con la grada. El defensa dijo que fue algo repentino, que no quería entrar en conflicto con el público y que no quería que se malentendiera. El Atlético, poco después, emitió otro vídeo donde el jugador incidía en esa disculpa. Marco Asensio simplemente publicó una fotografía celebrando un gol y festejando la victoria con la hinchada.
"La gente del Atlético sabe el cariño que le tengo. Yo soy lo que soy gracias a ellos, sino no hubiera sido nada en mi carrera realmente. Si en algún momento se sintieron increpados, no es así. Es un momento en el que uno con tanto nerviosismo y con tantas de ganar, no le salen las cosas y encima me lo recriminan", subrayó el central en las declaraciones emitidas por el club rojiblanco.
Dos jugadas similares. Dos reacciones del público muy distintas. Dos situaciones de los respectivos clubes que se pueden ver reflejadas en el ánimo de la grada. El público es fundamental para remontar las crisis y alcanzar los objetivos. Y su vinculación con los jugadores, como ha quedado demostrado, también.
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