Sergio Ramos no levanta cabeza en el PSG. Al calvario de lesiones que le impidió debutar hasta hace relativamente poco, ahora ve cómo una expulsión le volverá a dejar en la grada la próxima jornada. Su fichaje, allá por el mes de julio, estuvo marcado por la continua duda sobre cuándo iba a debutar, y en su segundo partido de la Ligue-1 con el equipo parisino vio dos tarjetas amarillas en cuatro minutos, completando un comienzo de etapa mejorable y viendo su expulsión número 27 en toda su carrera en el fútbol.
El pasado domingo había jugado media parte en la Copa de Francia, pero ahora era su momento en la liga francesa, donde sólo había completado un partido hasta la fecha hace un mes frente al Saint-Etienne. Ramos se asomó tras el descanso al estadio del Lorient con el PSG por debajo en el marcador. Porque el segundo capítulo del sevillano en la Ligue-1 sólo duró 40 minutos. Su aventura acabó antes de tiempo. Al menos su equipo arrancó un punto, aunque fuera sin él.
Mauricio Pochettino tiene un pacto con el diablo, ya que son ocho los partidos entre todas las competiciones en las que el conjunto parisino ha ganado o empatado en los minutos finales. Hoy, contra el Lorient, y justo diez minutos después de la expulsión de Ramos Mauro Icardi fue el que salvó los muebles. No hay un argumento de peso para explicar porqué el Paris Saint-Germain se pone las pilas al final, pero lo que queda claro es que ya no es una casualidad.
Siguen las dudas sobre el estado de forma de Ramos. La primera amarilla la vio en el minuto 81 por una plancha a un contrario en el área rival, mientras que la segunda se la enseñaron en el 85' por cortar un ataque del Lorient siendo último hombre. Sergio había salido al descanso sustituyendo a Nuno Mendes y ocupando un puesto en el centro de la zaga junto a Marquinhos. Apenas tuvo incidencia en el juego, toda vez que el PSG ya estaba volcado al ataque en busca del empate.
Lejos del error provocando la segunda amarilla, al de Camas se le vio sin chispa, con una marcha menos que el resto de sus compañeros. Sergio Ramos no está todavía en su mejor estado físico y la prueba es una expulsión que, en circunstancias normales, no debería haber ocurrido. Tras el partido de la Copa, Leonardo reconocía "tensiones" con él: "Sabíamos que arrastraba lesiones de la temporada pasada y que teníamos que gestionarlas. Es cierto que ha habido sorpresas".
El fichaje de Sergio Ramos por el Paris Saint-Germain pasó de ser todo un bombazo en el mercado a un verdadero dolor de cabeza para la directiva del cuadro galo. El motivo no fue otro que las constantes complicaciones físicas del camero, que pese a fichar en verano no ha podido disputar más de dos partidos con la camiseta parisina. El ex del Real Madrid, con un salario cercano a los 21 millones de euros brutos por temporada, no ha podido estar a las órdenes de Pochettino en cerca de cinco meses de competición.
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