Ramadán en el fútbol: las tradiciones, las polémicas y la situación excepcional por el coronavirus
Del jueves 23 de abril al sábado 23 de mayo tiene lugar el noveno mes del calendario musulmán, el cual se caracteriza por el ayuno y oración.
28 abril, 2020 23:29Noticias relacionadas
El Ramadán, tal y como define la RAE, "es el noveno mes del año lunar de los musulmanes, quienes durante sus 30 días observan riguroso ayuno". Del 23 de abril al 23 de mayo de 2020 tiene lugar este mes de ayuno, oración, reflexión y comunidad. Es obligatorio para todos los seguidores del Islam, excepto para aquellos adultos que por enfermedad crónica no puedan realizarlo, así como para embarazadas, madres en periodo de lactancia, diabéticos o las mujeres cuando pasen la menstruación.
La llegada del Ramadán se produce con la visión del primer cuarto creciente con el que se da comienzo el noveno mes del año en el calendario musulmán, el periodo más sagrado de la cultura islámica. Los ayunos comienzan al amanecer y finalizan al ocaso. Así, la primera comida debe producirse antes de que amanezca, denominada suhoor, y el iftar es conocido como el festín nocturno.
A lo largo de este mes, los musulmanes no solo ayunan sino que tampoco pueden consumir alcohol ni tener relaciones sexuales del amanecer al atardecer. El shaum, este ayuno, es uno de los cinco pilares del Islam. Los otros cuatro son el shahadah (tener fe en que no existe otra deidad salvo Dios y el profeta Mahoma), el zakat (dar dinero a obras de caridad), el salah (rezar cinco veces al día) y el hajj (peregrinaje a la Meca al menos una vez en la vida).
Después del último día del Ramadán tiene lugar un festejo denominado Aíd al Fitr. Este dura tres días en los que se celebra el final del mes más sagrado y en los que los musulmanes se reúnen para rezar, comer, intercambiar regalos, así como también presentar sus respetos a los parientes que han fallecido.
Ramadán y fútbol
Las tradiciones de los musulmanes se ven afectadas por otras prácticas que se llevan a cabo en la actualidad, entre ellas el deporte. La relación entre los futbolistas y el Ramadán no ha estado exenta de polémica, aunque también es cierto que los jugadores tienen diferentes formas de superar este mes de ayuno. Mientras algunos lo llevan a rajatabla, otros lo cumplen de manera 'más relajada'.
Ya en 2004, el doctor Yacine Zerguini, miembro de la Comisión de Medicina Deportiva de la FIFA y de la CAF, argumentó que el fútbol y el Ramadán no son incompatibles. "Sería erróneo concluir que el Ramadán es perjudicial para la salud. Representa un periodo de purificación interior y meditación; un periodo de regeneración", aseguró para la web de la FIFA.
"Personalmente, creo que la práctica del Ramadán no es totalmente incompatible con la práctica del fútbol de élite, a pesar de la falta de preparación que conlleva. Sin embargo, es fundamental descubrir los efectos concretos que tiene el ayuno en el organismo de los futbolistas, lo que permitirá adaptar a sus necesidades los programas de preparación y entrenamiento, así como las planificaciones en materia de alimentación", añadió.
Pese a esta visión, la polémica está ahí debido a que cuando hay partido, en especial si es en las últimas horas de las jornadas, el futbolista sale al campo en pleno ayuno. Sin embargo, no todos deciden seguir el Ramadán de forma estricta mientras compiten. Hace dos años fue muy comentado el caso de Salah y Mané, quienes decidieron interrumpirlo para concentrarse en la final de la Champions ante el Real Madrid.
También existen otros casos como el que protagoniza Karim Benzema, delantero del conjunto blanco, que cumple con el Ramadán de manera más laxa. Pero hay otros, como representaba El-Zhar, que argumentaba que se siente más puro ayunando durante el Ramadán y que "la fuerza de Dios" le hacía "jugar mejor". Su situación, como la de otros futbolistas musulmanes, no evita un lío para sus clubes.
Los equipos no presionan a los jugadores al ser algo relativo a las creencias religiosas y a la fe, pero eso no impide que exista preocupación por las consecuencias físicas para los propios protagonistas. Los musulmanes están acostumbrados al ayuno desde que llegan a la edad en la que pueden cumplir con el Ramadán, pero también los futbolistas de élite están expuestos a una máxima exigencia física.
Situación excepcional por el Covid-19
Lo que ha creado quebraderos de cabeza para los clubes durante años se ha visto interrumpido en este 2020 por la crisis del coronavirus. Las grandes ligas continúan paradas, e incluso en casos como el de Francia ya se ha confirmado que la Ligue-1 cancela su recta final por el Covid-19. Un buen ejemplo para entender los cambios en la rutina de los jugadores por el Ramadán y esta situación excepcional la representa Mohamed Salah.
El jugador egipcio del Liverpool ha cambiado su rutina de entrenamientos en casa por el Ramadán. El propio Salah publicó una fotografía en sus redes sociales en la que se le veía ejercitándose sobre las 3 de la madrugada. Sin competición ni la obligación de acudir a las sesiones matinales junto a sus compañeros en la ciudad deportiva de los reds, el delantero aprovecha las noches para mantenerse en forma y no sufrir tanto desgaste, pudiendo hidratarse sin problemas al estar fuera de las horas de ayuno.
Este plan de trabajo no solo lo sigue Salah, sino que otros musulmanes pueden seguir esta rutina, siempre y cuando en sus países se mantenga la prohibición de entrenar en las ciudades deportivas hasta las próximas semanas, como es el caso de España o Italia.
Y es que el Ramadán de este año es atípico. El presidente en Granada de la Comunidad Islámica en España, Umar del Pozo, habló con EFE a tenor de la crisis del coronavirus: "Será un Ramadán diferente porque no se vivirá en la mezquita, tradicionalmente el lugar de encuentro cuando se rompe el ayuno tras la puesta del sol". Para los futbolistas también lo será.
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