Este viernes 1 de julio arranca la mejor carrera ciclista del mundo, el Tour de Francia. Un total de 176 ciclistas y 22 equipos tomará la salida en uno de los inicios más peculiares de la historia de la prueba francesa. Dinamarca, y más concretamente la ciudad de Copenhague, serán el epicentro de la Grand Depart.
Desde ahí, todos los corredores afrontarán un camino que tiene una longitud total de 3.349,8 kilómetros. Una dura y larga travesía hasta llegar a los Campos Elíseos de París donde se rendirá pleitesía a los mejores de la carrera. Especialmente, al maillot amarillo, uniforme que acredita al líder de la clasificación general etapa tras etapa y que identificará al paso por la capital gala al corredor más fuerte de la edición 109 de la Grand Boucle.
Promete ser un Tour de Francia apasionante en el que sobresale por encima del resto un favorito claro. Tadej Pogacar, ganador de las ediciones de 2020 y de 2021, intentará consumar su triplete de manera consecutiva mientras todos sus rivales le ponen a prueba para buscar su primera debilidad en la ronda gala. Una circunstancia que no se ha vivido todavía, pero que muchos esperan que acontezca en este 2022.
[Tour de Francia 2022: ciclistas, equipos, dorsales y españoles]
La nueva edición del Tour de Francia, que arrancará desde Dinamarca, será de lo más variada y completa. Con protagonismo para sus dos etapas contrarreloj, para su travesía por el pavé de la Paris-Roubaix y para todos y cada uno de los 23 puertos clasificados en ese recorrido que tendrá una duración de 21 etapas sin contar las jornadas de descanso. No será hasta el próximo 24 de julio cuando se conozcan a los nuevos vencedores y reyes del ciclismo mundial. Al menos, en lo que a vueltas de tres semanas se refiere.
Etapa 1
El Puente de la Reina Luisa tiene fama de ser la ruta ciclista más transitada del mundo. Los corredores empezarán el Tour saliendo uno a uno de la rampa inicial para acometer un circuito urbano que pasará por delante de los Jardines Tívoli y de la mismísima Sirenita. Las curvas técnicas del recorrido no deberían impedir que el ciclista más fuerte se enfunde el primer Maillot Amarillo de la competición.
Etapa 2
Los corredores del Tour ya saborearon la experiencia de pedalear sobre el mar en 2015 para llegar a la meta de Zelandia. En esta ocasión, el puente del Gran Belt se extenderá durante 18 kilómetros y es más que probable que los ciclistas tengan que enfrentarse al viento racheado. Los equipos más diestros en condiciones ventosas contarán aquí con una baza táctica. Los favoritos que no estén ojo avizor podrían arrepentirse del resultado al cruzar la meta.
Etapa 3
Pese a que la ruta nunca se alejará demasiado del litoral en la península de Jutlandia, la exposición al viento será menos intensa que en la etapa anterior, por lo que los equipos de velocistas lo tendrán más fácil para controlar la carrera. Antes del traslado y de un primer día de descanso algo prematuro, esta etapa debería servir de primer asalto para los esprínters.
Etapa 4
La etapa empieza y acaba a nivel del mar, pero las numerosas ascensiones entre un punto y otro podrían atrangantárseles a los velocistas. Por poner un ejemplo, el pelotón se dirigirá a las colinas de Flandes para después visitar los montes del Boulonnais. Lo más probable es que se produzcan grandes escapadas en un tramo final junto al litoral donde podría predominar el viento: el paso por los puertos de Gris-Nez y Blanc-Nez podría servir para marcar la diferencia.
Etapa 5
En 2018, la última etapa con adoquines del Tour se saldó con la victoria de John Degenkolb en Roubaix. En esta ocasión, las vibraciones estarán aseguradas en el que será el mayor reto acrobático de la primera semana. La preparación y la concentración serán las mejores armas para que los favoritos del Tour aprueben este examen con matrícula.
Etapa 6
Largo recorrido por las Ardenas en el que los aspirantes al título deberán reservar fuerzas si desean brillar en la parte final, aún más dura que en la última ocasión en la que el Tour visitó Longwy. Los atacantes de primer nivel apretarán los dientes en el Mur de Pulventeux, situado a 6 km de meta (800 m con un desnivel medio del 12 %), para tener la oportunidad de sacar a pasear su explosividad en la Côte des Religieuses.
Etapa 7
Pese a tratarse de la primera meta en alto del Tour de 2022, no llegará al final de una etapa de montaña de verdad. Aun así, la Super Planche des Belles Filles siempre es garantía de alta intensidad en la llegada. Al tratarse de la gran ascensión del día, las distancias en la meta no deberían ser muy reseñables, pero la posición final servirá para indicar el estado de forma de los aspirantes al podio.
Etapa 8
Desde luego, el terreno seleccionado para atravesar el departamento del Jura y entrar en Suiza no se ha diseñado para hacer las delicias de los escaladores. Ya llegará su momento. Sin embargo, los atacantes más explosivos estarán en su salsa en esta subida de 1 km con un desnivel del 12 % que cribará a los mejor dotados y los catapultará hacia una posible victoria en la «capital olímpica».
Etapa 9
La primera etapa de montaña de verdad será el broche final de una semana exigente. Los corredores tendrán que adaptarse a un nuevo ritmo en las etapas subsiguientes en Suiza, si bien tampoco llegarán a extenuarse. Un grupo de escapados con un buen equilibrio podría sacar partido de esta entrada suave en los Alpes. Al final, un corredor fuerte podría imponerse en el Pas de Morgins para alzarse con la victoria en Châtel.
Etapa 10
La etapa del día después de la jornada de descanso deparará a los corredores unos paisajes de montaña que les cortarán la respiración, sobre todo en el tramo que bordee el lago Lemán antes de enfilar hacia Megève. El recorrido serpenteará entre valles y debería culminar con una pugna de los más fuertes a partir de la pancarta de un kilómetro. La meta se encontrará en lo más alto del puerto, al igual que en el Critérium del Dauphiné de 2020.
Etapa 11
Ninguno de los aspirantes al título se podrá permitir descuidos en esta etapa. Las ascensiones se sucederán una tras otra, empezando por las curvas del Montvernier y siguiendo por los puertos de Télégraphe y Galibier. Tras superar Serre-Chevalier, quedarán 10 km de subida con un desnivel medio del 9 % hasta alcanzar los 2413 m del Col du Granon, que durante 25 años fue la meta más alta del Tour.
Etapa 12
Guiño a la historia y voluntad de poner fin a la Batalla de los Alpes con un recorrido hecho a la medida de los mejores escaladores. Se trata de una réplica exacta de la etapa Briançon-Alpe d’Huez de 1986, con el mismo ascenso al Galibier antes de subir al Col de la Croix de Fer y de afrontar las 21 curvas hasta la estación de Isère. Llegado este punto, se podrá hacer un balance intermedio del estado de forma de los competidores.
Etapa 13
Podría decirse que una parte importante de la batalla por el maillot verde se disputará en el hogar de «los verdes», el apodo que identifica a los seguidores del club de fútbol de Saint-Étienne. Un relieve sin dificultades destacables que, en teoría, debería permitir que los equipos más centrados en el esprint tengan un buen día. En etapas así, los escapados tendrán poco margen de maniobra, pero la esperanza es lo último que se pierde.
Etapa 14
El recorrido no ascenderá mucho en ningún momento, pero la exigencia física pasará factura a los corredores durante todo el camino de Saint-Étienne a Mende. Esta expedición a través de los departamentos del Loira, el Alto Loira y Lozère incitará a los atacantes más en forma a pasar a la acción. Después, la Subida Jalabert de la Croix Neuve en dirección al aeródromo de Mende brindará una batalla doble: la primera entre los corredores escapados y la segunda entre los favoritos de la general.
Etapa 15
El camino a Carcasona suele ser accidentado, con subidas y bajadas que pueden favorecer a los posibles escapados, si bien en esta ocasión el trayecto parece diseñado para los equipos de esprínters. Eso sí, siempre que trabajen a destajo para controlar los ataques durante la etapa porque podría haber sorpresas.
Etapa 16
El primer día en los Pirineos podría ser una fecha señalada para los escapados… siempre que se trate de escaladores avezados, claro está. Para celebrar la victoria en Foix, los corredores tendrán que franquear primero el Port de Lers y dar el do de pecho en Mur de Péguère. La veintena aproximada de kilómetros desde la cima hasta la capital del departamento de Ariège no serán especialmente exigentes.
Etapa 17
El escenario será tan suntuoso para los espectadores como exigente para los líderes que se vean obligados a defender con uñas y dientes sus puestos de privilegio. Tras rebasar el Col d’Aspin y la Hourquette d’Ancizan, podrían producirse ataques desde la subida al Col d’Azet. En el tramo final, hasta los mejores escaladores podrían flaquear con tanto desnivel camino del puerto de Peyragudes, tercer trampolín hacia el éxito en el Tour de 2022.
Etapa 18
La última etapa de montaña presentará un amplio abanico de posibilidades. Podría haber derrumbes inesperados, emboscadas y todo tipo de sorpresas gracias a la concatenación de los puertos de Aubisque y Spandelles, este último inédito en el Tour, seguidos de la ascensión final hasta Hautacam. No habrá margen de error. Si las posiciones no están fijadas llegado este momento, la gran batalla por el Tour podría dirimirse en esta última etapa pirenaica.
Etapa 19
Curiosamente, tras atravesar los departamentos de Gers y Tarn-et-Garonne, el paso del Tour por Lot incluye un guiño a los primeros días de la carrera: el castillo de Cayx, que se encuentra cerca de Cahors, pertenece a la familia real danesa. Entre sus súbditos que compiten en el pelotón, no deberían faltar velocistas capaces de brillar en Cahors.
Etapa 20
Rubricar una buena actuación en una contrarreloj al final del Tour siempre requiere de una química especial resultado de la frescura que aún guarde el ciclista en las piernas tras tres semanas de pedaleo, su grado de motivación de cara a la general y sus cualidades intrínsecas como corredor en solitario. A todo lo demás se añade que, en 2022, el tramo final incluirá dos ascensiones hasta llegar al promontorio de Rocamadour.
Etapa 21
Los Campos Elíseos, punto final tradicional de la última etapa del Tour de Francia desde 1975, serán el escenario de la doble aventura de acoger la prestigiosa meta de la carrera masculina y dar el pistoletazo de salida a la histórica puesta de largo de la edición femenina. Antes del gran esprint final del Tour, se celebrará la primera etapa de la edición inaugural del Tour de France Femmes avec Zwift en el circuito que atravesará el corazón de París.
El recorrido del Tour
El Tour de Francia del año 2022 será uno de los más peculiares y especiales de todos los tiempos. Pasará por nada más y nada menos que cuatro países. A su travesía por Francia y a ese inicio en Dinamarca se unen también pequeñas estancias en Bélgica y Suiza, dos estados con orografía y tradición ciclista para exportar. Un itinerario del que Christian Prudhomme, organizador del Tour, y Jean Etienne, presidente de ASO, están especialmente orgullosos.
La nueva edición de la Grand Boucle partirá desde el Puente de la Reina Luisa de Copenhague, famoso por ser la ruta ciclista más transitada del mundo. Y promete hacerlo con las primeras diferencias en la clasificación general gracias a esa contrarreloj inaugural. Los Filippo Ganna, Wout Van Aert, Primoz Roglic, Mathieu Van der Poel y compañía pelearán por vestir ese primer maillot jaune.
Superado el protagonismo para las 'cabras', Dinamarca despedirá al Tour con dos volatas antes de la primera jornada de descanso, el lunes 4. Una situación idéntica a la vivida por el Giro de Italia de este curso que arrancó en Hungría de igual forma. La cuarta etapa será la primera que se celebre en suelo francés, aunque al norte y muy cerca de la frontera con Bélgica, de Dunkerque a Calais.
[Bahrain Victorious vuelve a estar bajo la sombra del dopaje: investigación antes del Tour de Francia]
La quinta etapa será una de las más importantes del Tour de Francia. Esas de las que que no dan un favorito al triunfo, pero que sí podría eliminar a algún candidato a la victoria. Con salida en Lille, los corredores de la ronda francesa se enfrentarán a los temidos adoquines de Arenberg por los que transita habitualmente la Paris-Roubaix. Una situación que no se vivía desde el año 2018 cuando John Degenkolb venció en Roubaix. Un total de once tramos en apenas 70 kilómetros que podrían dinamitar el Tour. Después, paso por Bélgica en la sexta jornada.
No será hasta la etapa 7 cuando los corredores se encuentren con la primera etapa de montaña. La Planche des Belles Filles será el primer final en alto verdaderamente exigente de la presente edición. Y solo dos días después, el domingo 10 de julio, llegará otro asalto en la montaña justo antes de la segunda jornada de descanso. Etapa de 192 kilómetros con una cota de cuarta y otra de segunda antes de afrontar el Col de la Croix (8,1 kms al 7,6%) y el Pas des Morgins (15,4 kms al 6,1%), a menos de diez kilómetros para meta.
Las diez primeras etapas tendrán un gran protagonismo de la media montaña, incluido ese paso por Suiza, pero será en la jornada 11 cuando llegue la primera verdadera lucha para la general. Etapón colosal de solo 151 kilómetros, pero con pasos por el Télégraphe y el Galibier antes de afrontar un final en alto en el Col du Granon en Serre-Chevalier, a 2413 metros de altitud, con más de 11 kilómetros por encima del 9% de pendiente media.
Sin tiempo para descansar, la etapa 12 será una de las jornadas reinas de este Tour de Francia. 165 kilómetros con repetición del Galibier y con ascensiones tan legendarias como la Croix de Fer y sus imponentes 29 kilómetros para finalizar en una de las cimas más míticas del universo ciclista, el Alpe d'Huez y sus casi 14 kilómetros al 8%. Una réplica exacta de la etapa Briançon-Alpe d'Huez del año 1986 en la que venció Bernard Hinault, justo un día después de que lo hiciera Eduardo Chozas en Le Granon y un día antes de que Julián Gorospe ganara en Saint-Étienne. Cuando los españoles ganaban etapas en el Tour.
La llegada a Mende, entre dos presumibles volatas, será la antesala del tercer día de descanso el 18 de julio, justo antes de la traca final. Después llegará el turno de los Pirineos con una exigente etapa entre Carcassonne y Foix con una ascensión de cuarta categoría, otra de tercera y dos de primera, la última de ellas coronada a 20 kilómetros del final.
Lo que quede por decidirse del Tour empezará a jugarse en la etapa 17 con inicio en Saint-Gaudens y en la que se subirán tres puertos de primera categoría y uno de segunda en apenas 60 kilómetros. Col d'Aspin, Hourquette d'Ancizan y Col de Val-Louron Azet antes del temido Peyragudes y sus 8 kilómetros al 8% de pendiente media. Un día de puertos largos más que de rampas pronunciadas. La traca final la encenderá la etapa 18 en otra jornada de puertos míticos. Aubisque, Spandelles y final en alto en el regreso del Hautacam. Todo en apenas 80 kilómetros tras un inicio tranquilo.
Esta será la última etapa de montaña y la penúltima oportunidad para la general antes de la llegada de la temida crono final de 40 kilómetros entre Lacapelle-Marival y Rocamadour. Un día para especialistas puros con un recorrido plano y en tendencia descendente salvo la tachuela del Cote de Mages de un kilómetro y medio sin llegar al 5%. La segunda aventura sobre la 'cabra' elegirá al vencedor final antes del tradicional paseo por París y la volata en los Campos Elíseos.
Los favoritos del Tour
Ciertamente, la presente edición del Tour de Francia se presenta algo descafeinada de cara a la elección de favoritos. En parte, por la ausencia de algunos nombres como el de Egan Bernal, ganador en 2019, o el de Richard Carapaz, podio en 2021. Pero sobre todo por la superioridad que viene demostrando en los últimos años el nombre propio del Tour de Francia, Tadej Pogacar.
El esloveno, que viene de ganar la carrera de casa, llega este año todavía como más favorito. Sería una sorpresa que no lograra su tercera corona debido al enorme potencial que atesora. Para muchos, el único ciclista que ha nacido y que podría poner en aprietos la hegemonía de Eddy Merckx como el más grande todos los tiempos.
El genio de Komenda, a sus 23 años, se prepara para llevarse su tercera Coupe Omnisports después de un inicio de 2022 plagado de éxitos y exhibiciones. Este curso ha vencido en el UAE Tour, en la Strade Bianche, en la Tirreno-Adriático y en el Tour de Eslovenia. Además, ha dejado actuaciones de mucho mérito como su quinta posición en la Milan-Sanremo y su cuarta en el Tour de Flandes, donde se le escapó la victoria por un suspiro.
Pogacar contará con un equipo muy potente, reforzado en el pasado mercado de fichajes, y en el que Marc Soler y Rafal Majka serán sus principales lugartenientes. Destaca también la presencia de Brandon McNulty y de George Bennett. Entre todos intentarán ayudar al genio esloveno para que no sufra las acometidas del otro súper equipo de la prueba, el Jumbo-Visma.
Los amarillos tienen en sus filas a los otros dos favoritos a la victoria. Aunque en un peldaño por debajo de Pogacar, es cierto que Primoz Roglic y Jonas Vingegaard parecen ser su única amenaza de cara a las tres semanas de batalla por las carreteras francesas. Ambos vienen de exhibirse en el Critérium del Dauphiné, ganado por el esloveno, y esperan poder hacer un tándem galáctico para tumbar a Tadej.
Roglic, a sus 32 años, quiere cobrarse de una vez por toda su revancha de 2020, cuando cedió la corona en la última etapa con una cronoescalada con final en La Planche des Belles Filles. Ha sido la vez que más cerca ha tenido el sueño amarillo. En 2021, una caída le apartó de la batalla y propició la exhibición sin piedad de Pogacar. Este curso ha vencido en la prueba preparatoria para el Tour y en la Paris-Niza, pero dejó una imagen un tanto dubitativa con su octava posición en la Itzulia después de haber sido líder desde la primera etapa la penúltima.
Vingegaard, por su parte, no se ha apuntado generales, pero sí victorias en la Drome Classic a principio de temporada y la última etapa en Dauphiné. Allí fue segundo de la general tras Roglic, al igual que en Tirreno-Adriático lo fue tras Pogacar. El danés, que ya fue plata en la Grand Boucle de 2021, sueña con dar la sorpresa ante los líderes.
Por detrás de estos tres corredores se sitúa un amplio ramillete de nombres que intentarán jugar sus bazas por la victoria y por el podio, aunque sabiendo que el objetivo real será quedar lo más arriba posible en el Top10. Corredores como Vlasov, Enric Mas, Ben O'Connor o el triunvirato de INEOS formado por Adam Yates, Geraint Thomas y Daniel Felipe Martínez intentarán dar juego desde atrás. Con muchas menos opciones parten nombres como David Gaudu, Nairo Quintana, Fuglsang o Jack Haig.
Poco protagonismo español
Se podría decir que España lo tiene muy complicado para ser protagonista en este Tour de Francia. Se antoja difícil soñar con una victoria de etapa y quizás todo quede supeditado a una buena actuación de Enric Mas en la general. Destacan más las ausencias de Alejandro Valverde o Mikel Landa, presentes en el Giro, que las presencias.
La crisis del ciclismo español hará que solo nueve corredores de casa tomen la salida en Copenhague. La mayoría de ellos, en el equipo Movistar. Junto al escalador de Artà formarán Imanol Erviti, Gorka Izagirre, Albert Torres y Carlos Verona. Soler acompañará a Pogacar, Luis León Sánchez defenderá los colores de Bahrain-Victorious, Ion Izaguirre los de Cofidis y Jonathan Castroviejo los de INEOS.
Cristian Rodríguez se ha caído de la alineación de Total Energies a última hora por desencuentros con su equipo relacionados con su contrato. Además, destacan algunas ausencias como las de Omar Fraile en INEOS o las de Jesús Herrada y Rubén Fernández en Cofidis.
[Movistar y la caída a los infiernos: el peligro del descenso para un equipo histórico del ciclismo]
Estrellas y ausencias
Este Tour de Francia, además de los corredores que lucharán por la general, también tendrá la presencia de otras grandes estrellas que pelearán por victorias de etapa, por alguna clasificación parcial o por dejar su sello en la carrera. No todo es la batalla por el maillot amarillo y la Grand Boucle también nutre su espectáculo de estas estrellas que pueden brillar en los sprints, en las fugas y en la montaña.
El 2022 recuperará de nuevo la lucha entre Wout Van Aert y Mathieu Van der Poel. Un duelo titánico entre dos estrellas carismáticas en la cumbre de sus carreras y que han demostrado que no todo es pelear por las generales. Su disputa arrancará desde la crono inicial en Dinamarca donde ambos buscarán el maillot amarillo. Y a partir de ahí, seguro que se dejan ver en alguna fuga y en alguna etapa de media montaña o incluso en la jornada sobre adoquines. Eso sí, el belga no podrá descuidar su papel de gregario de Roglic y Vingegaard.
Destaca también la presencia de Filippo Ganna, quien intentará hacer valer su condición de mejor contrarrelojista del mundo en las dos pruebas contra el crono. Aunque también le tocará trabajar en la montaña para INEOS. Total Energies ha confirmado la presencia de Peter Sagan, quien en su día se convirtió en rey de los sprints y de la regularidad en Francia. Tras unos años complicados y después de pasar por tercera vez la Covid-19, habrá que ver el nivel de Peter. Llega tras proclamarse campeón nacional y con la duda de si optará por una baza en los triunfos, por pelear los sprints y también si entrará en la lucha por el maillot verde de los puntos.
Bahrain-Victorious, que llega con la ambición de sumar victorias de etapa, además de las aspiraciones de general de Caruso y Haig, tendrá en Matej Mohoric a una de sus principales armas para dar espectáculo. El ganador de la Milan-Sanremo podrá poner contra las cuerdas al pelotón con sus descensos de infarto y sus cabalgadas en la media montaña.
Será un Tour de Francia muy especial también para Philippe Gilbert. El campeón del mundo se retira este curso convertido en leyenda de las clásicas y buscará un último baile en tierras galas. Quién sabe si con el mismo propósito toma la salida Chris Froome, un cuatro veces ganador de la prueba y que ha pasado un calvario tras su gravísima caída de 2019. Ahora, más de tres años después, empieza a mostrar sensaciones de mejoría y sueña con apuntarse a la pelea por la general sin nada que perder. Otro nombre a seguir podría ser Kasper Asgreen en un Quick Step bastante extraño al igual que Thomas Pidcock en INEOS.
Y si hay estrellas y nombres a seguir, también hay ausencias importantes en la ronda francesa. Una de las más importantes es la ya mencionada de Alejandro Valverde en el año de su retirada. Situación similar a la de Vincenzo Nibali. Ambos pasaron por el Giro. Destaca también la de Mark Cavendish después de la negativa de Patrick Lefévère de entregarle el timón de la Wolfpack en detrimento de Fabio Jakobsen, favorito para los sprints. El británico sueña con consagrarse como el ciclista con más victoria en la historia del Tour. Ahora mismo está empatado a 34 con Eddy Merckx.
Tampoco estarán ni 'Superman' López, que se cayó en el Giro de Italia, ni Remco Evenepoel. Ambos confían en brillar en La Vuelta. Otra ausencia sonada es la de Greg Van Avermaet, habitual de la ronda gala, pero lejos de sus mejores años. Otra figura sin sitio, en su caso en UAE, ha sido Marc Hirschi.
Así se presenta esta edición del Tour de Francia en el que corredores como Caleb Ewan, Dylan Groenewegen, Michael Matthews o Jasper Philipsen también se meterán en las peleas por los sprints y en el que nombres como Kamna, Barguil, Pinot o Storer podrían dar color a la lucha por el maillot de lunares de la montaña. Últimas horas para que arranque la carrera más importante del año.