El inicio de Wimbledon se ha visto sacudido por dos positivos en Covid-19 del cuadro masculino: los de Marin Cilic y Matteo Berrettini. Los circuitos ATP y WTA se habían desacostumbrado a este tipo de noticias y ahora se ven golpeado de nuevo por ellas en mitad del tercer Grand Slam. "¿Qué hacemos ahora?", se preguntan.
La normalidad se suponía que iba a volver este año al All England Club. En 2020 se suspendió el torneo por la pandemia -algo que no ocurría desde la Segunda Guerra Mundial- y en 2021 se apostó por una fuerte burbuja y otras medidas como los test diarios o el aforo reducido hasta semifinales. Nada de eso se planteó este año, contando con unas medidas restrictivas muy suaves.
Pero las retiradas de Cilic y Berrettini han provocado tal nerviosismo que la organización de Wimbledon estudia endurecer las medidas. A ello se oponen principalmente los tenistas, que recuerdan como una época de estrés la que había que estar pasando continuos controles Covid en los torneos. Y por si no fuera suficiente, se ha descubierto que en Roland Garros hubo un brote "del que no habló nadie".
"Como un gran evento, trabajamos conjuntamente con la Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido y nuestra Autoridad Local", sostiene Wimbledon sobre sus medidas de seguridad. Que sean más suaves que el año pasado va acorde con la situación global y los tenistas son los primeros que lo agradecen.
¿Cuál es el protocolo?
A los tenistas fue a los primeros en pillar por sorpresa la noticia de los positivos en Wimbledon y la retirada de estos del torneo. El Grand Slam, llegados a este punto, no tenía una regla concreta. "Tengo entendido que se puede competir pese a tener Covid", decía Feliciano López a medios españoles. Entonces, ¿por qué dos de los favoritos renunciaban a seguir compitiendo?
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Revelador es el mensaje que dejó el propio Berrettini para anunciar su baja de Wimbledon: "He tenido síntomas de gripe y me he estado aislando los últimos días. A pesar de que los síntomas no eran graves, decidí que era importante realizarme otra prueba para proteger la salud y la seguridad de mis compañeros competidores y de todos los demás involucrados en el torneo".
Sus palabras van en consonancia con la que era la postura del torneo. La responsabilidad reside completamente en los tenistas. Si el jugador tiene síntomas, es él el que decide si hacerse un test, el que decide si comunicarlo y el que, en última instancia, elige entre seguir compitiendo y no. Berrettini y Cilic decidieron irse.
Algunos tenistas han denunciado este lío para denunciar que no estaban bien informados sobre lo que hacer en estos casos. Incluido un Rafa Nadal que debía haberse enterado por un fisio que era responsabilidad del tenista jugar o no teniendo Covid: "No sé si me han comunicado el protocolo. Hay muchas cosas que los Grand Slam no nos comunican", decía.
Las jornadas del martes y el miércoles fueron ciertamente estresantes en Wimbledon. El anuncio del All England Club de revisar los protocolos tras los dos casos positivos provocó el rechazo de la mayoría de jugadores: "Veo adecuado no tener que estar haciéndonos pruebas periódicamente, no quiero volver a eso y la tensión que nos genera", decía la joven tenista Coco Gauff.
No quiero volver a las pruebas periódicas y a la tensión que eso nos genera
Otra tenista, Maria Sakkari, también apostaba por tomarse con naturalidad el asunto: "Tenemos que volver a la vida normal de nuevo. Es muy desafortunado que dos jugadores hayan tenido que retirarse por Covid. Muy mala suerte de que lo hayan cogido ahora mismo, en este torneo tan especial. Al final a todos nos va a tocar en algún momento. Incluso por intoxicación alimentaria no podrías jugar. Hay ciertas cosas que no te permiten jugar un partido de tenis, y el Covid es una de ellas".
Lo de Roland Garros
De momento, nada ha cambiado. Wimbledon no ha anunciado nuevas medidas y podría apostar por confiar en que estos dos positivos queden en anécdota. Aunque no ayudó la declaración de la tenista Alize Cornet sobre lo ocurrido en Roland Garros, viendo el efecto generado por estas.
Según la tenista francesa, varios jugadores no quisieron hacerse test, pese a tener síntomas, para no dar positivo: "Lo que nadie sabe es que en París hubo un gran brote de coronavirus y todos los tenistas nos pusimos de acuerdo para no hacernos test. Hubo grandes jugadores implicados y me preocupa lo que puede generar esa información cuando se haga pública", señaló.
En Francia aseguran que la organización de Roland Garros llegó a tener conocimiento de tres casos positivos, que no se comunicaron públicamente. "Decidimos no hacernos test para no meternos en problemas. Vi a compañeras con mascarillas en todas las zonas comunes porque estaban seguras de tenerlo y tuvieron un espíritu cívico", añadía Cornet.
Algunos tenistas, como Nadal, ganador de Roland Garros, desmintieron a su compañera. Tras el revuelo montado, la francesa quiso matizar sus palabras sobre lo que pasó en París: "Dije que 'sospechaba' de algunos casos, sin tener ninguna prueba. Se trataba, sobre todo, de subrayar que el virus forma ya parte de nuestras vidas y que debíamos afrontarlo".
Es la nueva realidad en el tenis, en la que el coronavirus entra a formar parte de esa lista de enfermedades que pueden mermar al deportista dependiendo del grado de los síntomas. ¿Jugar o no jugar? Responsabilidad de cada. ¿Controles masivos? No, gracias.