Desde el pasado miércoles, 13 de marzo, Carla Vigo Ortiz (23 años), hija de Érika Ortiz y sobrina mayor de la reina Letizia (51), es protagonista del papel couché por hablar como nunca en una entrevista de sus problemas de salud mental, su ingreso en un hospital psiquiátrico, el fallecimiento de su madre y de cómo esta durísima circunstancia marcó su vida.
También se ha conocido que vive en un piso tutelado, en el barrio madrileño de Chamberí, bajo el amparo de la Asociación de Iniciativas Sociales -AISS-, tal y como adelantó EL ESPAÑOL después de su posado hablado para la revista Lecturas.
De este modo, son muchas las incógnitas que rodean a la joven. ¿Dónde está su padre, Antonio Vigo? ¿Por qué no convive con él? ¿Qué hace en la actualidad la expareja de Érika Ortiz? ¿Cuál es la relación entre padre e hija?
Antonio y Carla
Carla Vigo tuvo que crecer sin figura materna tras el fallecimiento de Érika en febrero de 2007. Años después, su progenitor inició una nueva vida, junto a otra pareja, convirtiéndose en padre de otros dos hijos. La joven Carla siempre encontró apoyó en su abuela, Paloma Rocasolano (71), para intentar superar el doloroso episodio de la muerte de su madre. Aunque no fue fácil. Desde pequeña, Vigo tuvo que lidiar con ataques de ansiedad y problemas relacionados con la alimentación y la salud mental, tal y como ella ha desvelado recientemente en una entrevista.
Durante su infancia y niñez, hasta los 18 años, Carla vivió con su padre en Aranjuez, hasta que decidió emanciparse. Después, residió en dos enclaves madrileños: primero, en 2021, se trasladó a la capital y se instaló en un piso ubicado en el barrio de Lavapiés; después se mudó al barrio residencial de Montecarmelo, con una amiga y con la madre de ésta. No fue hasta finales de 2023 cuando comenzó su nueva etapa en Chamberí.
Durante todo este tiempo, han sido escasos los datos que han trascendido de la relación paternofilial de Antonio y Carla. Tal y como ha averiguado este periódico, padre e hija se siguen en redes sociales y los likes en sus publicaciones son frecuentes.
La última imagen de Carla en la que el escultor comentó está fechada a 25 de enero, en la que la joven aparece junto a varios ancianos durante su voluntario en Adopta Un Abuelo. Vigo padre dejó varios emojis de caras con corazones y aplausos. Vigo hija le respondió también con corazones. En 2020, ella también dejó un comentario en una foto de su progenitor: "Que fotaza, papá".
Además, cabe destacar que, en diciembre de 2021, Carla dio un gran salto profesional y actuó en el Teatro Real Carlos III de Aranjuez, formando parte del reparto de Yerma, al frente Rafael Amargo (49) -ahora en prisión provisional acusado de presuntos delitos de pertenencia a una organización criminal y tráfico de drogas-. Tal y como puede aseverar EL ESPAÑOL, Antonio Vigo dio un paso atrás momentos antes de entrar al coliseo y decidió no acceder al encontrarse con los aledaños y rodeado de agencias de prensa. Su máxima siempre ha sido la discreción.
Poco antes, Carla Vigo llegó a defender a su padre en sus redes sociales tras recibir múltiples críticas relacionadas con su vida privada. "Esto ya sí que no lo consiento. A mi padre no lo metáis, porque ahí ya sí que saco las garras". No es la primera vez que la aspirante a actriz estalla cuando tocan a su familia. Ha hecho lo propio con su tía Letizia y con la princesa Leonor (18).
La vida de Antonio Vigo
Desde 2007, año en el que falleció Érika, Vigo combina su trabajo como escultor con el de profesor en la Universidad Rey Juan Carlos, "con sus proyectos de escultura y actividades que definen su trabajo como investigador incansable con una inclinación evidente y vocacional hacia la plástica y los proyectos tridimensionales", destaca en su página web.
Licenciado en Bellas Artes, se doctoró en 2010 con mención de Premio Extraordinario y, desde entonces, no ha parado de recorrerse medio mundo. En los últimos años, ha participado en diferentes simposios y concursos de escultura. En 2014 y 2015 realizó la exposición internacional NordArt en Büdelsdorf, Alemania. En 2016 viajó a China, también por trabajo, y en 2018 fue galardonado con el tercer premio en el 7th Liu Kaiqu Award International Sculpture Exhibition, en la ciudad china de Wuhú.
Su último proyecto ha tenido lugar en Arabia Saudí, concretamente en Riyadh, en el mes de febrero. Antonio Vigo ha participado en el 5º Tuwaiq Sculpture Symposium, siendo parte del programa Gubernamental Riyhad Art y exponiendo una escultura. "Ha sido un honor", escribía en su perfil de las redes sociales.
Érika Ortiz y Antonio Vigo
Los padres de Carla, Érika Ortiz y Antonio Vigo, se conocieron cuando ambos eran estudiantes de la Facultad de Bellas Artes. Su relación, según se reveló por aquel entonces, estuvo marcada por problemas económicos, pero eso no impidió que su romance siguiera adelante.
La hija menor de Jesús Ortiz (74) y Paloma Rocasolano puso rumbo a Alemania con una beca Erasmus y continuó con su relación con Vigo a distancia. Una vez regresó a España, se quedó embarazada de su primera y única hija, Carla.
Por su complicada situación financiera, la pareja -que nunca contrajo matrimonio-, abandonó Madrid y se instaló en Asturias, origen patrio de la familia Ortiz Rocasolano. Sin embargo, todo cambió tras la boda de Felipe VI (56) y Letizia en 2004.
Erika logró un trabajo como directora de comunicación de una revista especializada en arte y Antonio empezó a hacerse un hueco en el mundo de la escultura. Este último consiguió exponer y vender en la feria Estampa algunas de sus obras. También empezó a interesarse por el mundo de la educación y, en concreto, en ser profesor.
Otra oportunidad profesional le llegó al escultor, pero esta vez a casi 10.000 kilómetros de España, en Uruguay. Antonio, centrado en su trabajo y en perseguir su sueño, hizo las maletas y allí permaneció entre 2004 y 2007. Érika y Carla no le siguieron. Se quedaron en Madrid.
En el año 2006, tan solo dos años después de la boda de Letizia, Antonio y Érika confirmaron su ruptura tras casi una década de relación. Fue el 7 de febrero de 2007 cuando España entera estuvo de luto y se conoció que había fallecido la hermana menor de la entonces princesa de Asturias.
Antonio rompió toda relación con la Familia Real y desapareció de la esfera pública. Tras la trágica muerte de Érika, el escultor volvió a rehacer su vida y encontró de nuevo el amor de la mano de una mujer llamada Laura, con quien tiene dos hijos.