El paradero de Genoveva Casanova (47 años) tras la publicación de sus fotografías paseando por Madrid junto al príncipe Federico de Dinamarca (55) ha sido uno de los grandes misterios de la crónica social española y europea. EL ESPAÑOL informó el pasado sábado, 11 de noviembre, que la mexicana tomó la decisión de abandonar el país -no sólo Madrid, donde reside- el pasado fin de semana.
Se ha publicado que tomó un vuelo con rumbo a México, su país natal, entre otros destinos que se han barajado en los platós de televisión. No obstante, este periódico ha podido confirmar en las últimas horas que la empresaria, y exmujer de Cayetano Martínez de Irujo (60), ha pasado "unos días" en Londres, donde residen -en diferentes ciudades- sus hijos, los mellizos Luis (22) y Amina (22).
El único dato que ha podido corroborar este periódico es que la empresaria ha recalado en Reino Unido -como ha avanzado el paparazzo Diego Arrabal-, si bien no se puede confirmar que su destino inicial -o exclusivo- fuera Inglaterra. Explica una fuente cercana a Genoveva que está arropada por su entorno más íntimo, también por sus vástagos, en uno de los momentos más delicados y convulsos de su vida.
Genoveva está "anímicamente tocada" y no se plantea volver a España a corto plazo, como confían a este periódico. No quiere exponerse a una situación tan estresante y guarda la esperanza de que esta marejada informativa escampe con el paso de los días. Ella ya ha defendido que únicamente le une a una amistad con Federico de Dinamarca.
Y, contrariamente a lo que se ha dicho, no está disfrutando de esta atención mediática. La situación la ha superado por momentos y ésa es la razón por la que se le "aconsejó" abandonar su residencia durante un tiempo, y controlar -y restringir- las llamadas y los estímulos.
De acuerdo a la información que se desliza, Genoveva ha encontrado en estos días, de entre su sólido y férreo y leal círculo afectivo de familiares y amigos, a alguien muy especial para ella, ahora y siempre: su hermana Denisse. Ambas están profundamente unidas, y a este medio le consta que la familia ha sido clave en estos últimos y difíciles días para Casanova. También sus consejos.
Por este motivo, no se descarta que la socialité también viaje a México en los próximos días, para ver a sus padres, guía y referente en su vida. La historia de sus progenitores merece ser contada, pues está marcada por el amor -y posterior divorcio-, pero también por la enfermedad y el emprendimiento.
Genoveva siempre ha querido parecerse a sus padres: han sido su espejo y ejemplo. Por su parte, su padre, Larry Casanova, es un conocido adiestrador de perros en México.
El que fue suegro de Cayetano Martínez de Irujo es una de las figuras más relevantes en el ámbito de la etología y fundó su propia empresa. Larry Casanova formó parte de un equipo que entrenaba a perros durante la guerra de Vietnam. No en vano, Larry estuvo, cuando tenía apenas 18 años, como infante de la Marina estadounidense en la guerra en 1967.
Además de por esta empresa, el padre de Genoveva también es conocido y reconocido en el sector audiovisual, pues estuvo vinculado largo tiempo con el grupo Televisa, en México.
Por otro lado, su madre, Mariana González Reimann, de origen danés, ha trabajado en comunicación educativa y su último empleo fue como directora de Adquisiciones en el Instituto Latinoamericano de Comunicaciones Educativas. Mariana sufrió un ictus en 2010 del que afortunadamente se recuperó tras varias operaciones.
Puntualizar que Larry y Mariana decidieron separarse cuando Genoveva sólo tenía 7 años, pero tanto ella como su hermana Denisse no vivieron la nueva situación como un drama y sus progenitores siempre han mantenido una buena relación.
Confirma EL ESPAÑOL que aquel divorcio unió especialmente a las hermanas Casanova González. Tras aquel quiebre amoroso, Larry rehízo su vida con Lorena Nassis, con la que tuvo un hijo, de nombre Pablo, hermano menor de Genoveva. También está muy unido a la aristócrata.
Cuándo se fue de España
El entorno más próximo de Casanova se ha encargado de reiterar la amistad de ésta con Federico de Dinamarca, y de desmentir que ella esté detrás del trabajo de los paparazzi que tomaron las instantáneas. Se insiste a EL ESPAÑOL de que nada de lo que se ha publicado en la prensa danesa corresponde con la realidad.
Genoveva está al tanto de todo -informada por sus letrados-, pero no le da importancia alguna. Ella tiene la conciencia tranquila y sabe cómo ocurrieron los hechos.
Tal como se traslada a este periódico, Genoveva fue informada, días antes, a través de una llamada de teléfono, de que un material gráfico iba a salir en la prensa y la convertiría en la diana de la información, como avanza Vanitatis.
EL ESPAÑOL conoce que fue "el pasado fin de semana" cuando Casanova toma la decisión de abandonar no sólo Madrid, como se ha publicado, también España. Toma un vuelo con destino desconocido, fuera del país.
Antes de partir, la empresaria contactó con sus amistades -entre ellas, algún periodista de confianza- para aclarar la verdad de su amistad con Federico de Dinamarca. Quiso irse un tiempo, unos cuantos días, despejando toda duda, y dejando a su equipo de abogados pendiente de todo cuanto se dice o escribe o cuestiona en los medios.
Contrariamente a esas voces que sostienen que Casanova ha buscado, con estas fotografías, repercusión pública, la fuente con la que se contacta hace constar que se trata de todo lo contrario: ella vive feliz alejada de los focos. "Sabe que puntualmente puede tener fotógrafos por hache o por be, pero, en general, hace una vida muy normal y anónima y está encantada", se comparte.