"Niego rotundamente las afirmaciones que sugieren una relación de tipo romántica entre el príncipe Federico de Dinamarca (55 años) y yo", fueron las primeras y únicas y rotundas palabras que entonó, vía comunicado, hace unos días la mexicana Genoveva Casanova (47).
La socialité emitió este escrito legal el pasado martes, 7 de noviembre, horas antes de que viera la luz el reportaje fotográfico del paseo por Madrid que protagonizó la aristócrata con el hijo de Margarita II (83). Desde entonces, Casanova se ha instalado en un silencio sepulcral, y se ha publicado que abandonó Madrid y apagó el teléfono.
Desconectada de todo y de todos, la exmujer de Cayetano Martínez de Irujo (60) sólo ha posteado, por toda respuesta, en su red social el comunicado de su despacho de abogados. Su entorno más próximo se ha encargado de reiterar la amistad de ambos y de desmentir que ella esté detrás del trabajo de los paparazzi que tomaron las instantáneas.
Falacias sin fundamento. Se insiste a EL ESPAÑOL de que nada de lo que se ha publicado en la prensa danesa corresponde con la realidad. Genoveva está al tanto de todo -informada por sus letrados-, pero no le da importancia alguna. Ella tiene la conciencia tranquila y sabe cómo ocurrieron los hechos.
Tal como se traslada a este periódico, Genoveva fue informada, días antes, a través de una llamada de teléfono, de que un material gráfico iba a salir en la prensa y la convertiría en la diana de la información, como avanza Vanitatis.
EL ESPAÑOL conoce que fue "el pasado fin de semana" cuando Casanova toma la decisión de abandonar no sólo Madrid, como se ha publicado, también España. Toma un vuelo con destino desconocido, fuera del país.
Antes de partir, la empresaria contactó con sus amistades -entre ellas, algún periodista de confianza- para aclarar la verdad de su amistad con Federico de Dinamarca. Quiso irse un tiempo, unos cuantos días, despejando toda duda, y dejando a su equipo de abogados pendiente de todo cuanto se dice o escribe o cuestiona en los medios.
Contrariamente a esas voces que sostienen que Casanova ha buscado, con estas fotografías, repercusión pública, la fuente con la que se contacta hace constar que se trata de todo lo contrario: ella vive feliz alejada de los focos. "Sabe que puntualmente puede tener fotógrafos por hache o por be, pero, en general, hace una vida muy normal y anónima y está encantada", se comparte.
Se incide, en conversación con este diario, que Casanova no está totalmente incomunicada, como se ha aseverado. Ella atiende a su entorno y recibe llamadas. Eso sí, muy selectas, por recomendación médica. La mayor preocupación de Genoveva en estos momentos, y así lo desliza quien está cerca de ella, es que este escándalo no afecte en nada a sus hijos, los mellizos Luis (22) y Amina (22).
Ambos llevan una vida tranquila en Londres, donde se afincaron hace un tiempo durante su etapa académica, y están al margen de todo y bien protegidos por sus padres, quienes respetaron hace un tiempo la decisión que tomaron: no ser personajes públicos y no aparecer en prensa.
De acuerdo a la información que se ha publicado, ambos hermanos -que estudiaron primero en el colegio Runnymede de La Moraleja y después en un internado de Reino Unido-, cuentan con un expediente académico intachable y sobresaliente.
En la actualidad, Luis está trabajando como analista corporativo en la sede de JP Morgan británica, y Amina sigue formándose tras estudiar Lengua, Cultura y Comunicación, en Inglaterra.
Amantes de la caza
Una vez aclarada la mera amistad, la pregunta que sobrevuela a los protagonistas, en los últimos días, ha sido: ¿cómo y cuándo se conocieron en realidad? Este pasado jueves, 9 de noviembre, el espacio Espejo Público de Antena 3 arrojó más datos sobre el vínculo entre los protagonistas.
En concreto, fue la presentadora Susanna Griso (54) quien expuso la información que le han trasladado desde el entorno más próximo a la empresaria mexicana.
Al ser interpelada directamente por la periodista Gema López (52), Griso detalló: "El vínculo viene de las cacerías porque -yo me he enterado en las últimas horas por el entorno de Genoveva- resulta que hay unas cacerías que para asistir a ellas hay que pagar muchísimo dinero".
Y añadió: "En ellas están todos los royals, todos los hijos de las grandes familias. Se organizan sobre todo en Alemania y Austria. Son los fines de semanas y se hacen con presupuestos de hasta tres meses de antelación. Ahí Genoveva, que le gusta mucho y se ve que asiste con bastante frecuencia, conoce a Federico".
Sobre este viaje a Madrid del heredero al trono danés se ha sostenido que obedecía a un plan entre amigos de la universidad, y que sería uno de esos conocidos españoles de Federico quien le enseñaría los enclaves más turísticos y conocidos de la capital de España. No obstante, esta persona enfermó de Covid-19, y fue Genoveva la instada a hacerlo.
En la prensa danesa ya hay quien apunta a que alguien avisó a los paparazzi, y descartan que fuera el príncipe heredero. El periodista, experto en Casa Real, Kim Bach ha deslizado al medio Ekstra Bladet que "hay muchas flechas que apuntarían a la propia Genoveva".
"Los fotógrafos sabían cuándo iban a venir y a qué restaurante. Pero hay demasiadas coincidencias, pocas opciones y bastantes probabilidades de que fuera ella quien avisara a los medios. Si no, tendría que ser un amigo", profundiza Kim Bach.
Otro profesional del país europeo, especializado en gestión de crisis y comunicación institucional, William Atak, opina que el hecho de que la Casa Real no desmienta categóricamente cualquier posible relación sentimental sería un craso error que despeja el camino a las especulaciones y habladurías.