Albert Rivera con barba y sin ella.

Albert Rivera con barba y sin ella.

Famosos EL LOOK DEL LÍDER DE CS

Albert Rivera fracasa con su barba: los tuiteros le convencen para quitársela

El presidente de Ciudadanos ha lucido este verano una barba de varios días que, a tenor de los comentarios en las redes sociales, no era del gusto de sus seguidores. Este martes volvió a aparecer en el Congreso con la cara afeitada. 

31 agosto, 2017 16:58

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Albert Rivera le ha durado muy poco el look relajado del verano. El presidente de Ciudadanos se ha dejado barba en agosto, una barba castaña y poco frondosa que, a juzgar por las imágenes de sus apariciones públicas estas semanas, le costó varios días conseguir. 

Sin embargo, este martes cuando Rivera volvió al Congreso de los Diputados, donde Mariano Rajoy comparecía para dar explicaciones por el caso Gürtel, la barba había desaparecido. A sus seguidores en Twitter ya les había dado tiempo a percibir y comentar el cambio del político. Algunos han hecho ocurrentes chistes sobre lo poco poblada que lucía su nueva barba: "Amazonas vs césped piscina municipal de tu pueblo", comentaba uno de los tuiteros sobre una foto de un modelo con una barba enorme frente a la de Albert Rivera o "cada uno es libre de hacer lo que quiera, pero que no lo llame barba", comentaba otro.

Incluso se ha especulado con que Rivera haya seguido una moda veraniega abierta por políticos británicos, puesto que Ed Miliband, del Partido Laborista y Nigel Farage, fiel defensor del Brexit, también se han dejado barba y bigote este verano. 

Sea cual sea la fuente de inspiración de Rivera para su cambio de look, no pasó desapercibido en la manifestación contra los atentados de Barcelona el pasado sábado. Cuatro días después y tras los comentarios, la barba de Rivera ha desaparecido.

Por poco tiempo se ha sumado al estilo de los líderes de los principales partidos políticos: Mariano Rajoy, Alberto Garzón y Pablo Iglesias, que también llevan barba (más bien perilla este último). Pero las comparaciones son odiosas y si hubiera habido una competición en el Congreso por la más poblada, la de Rivera habría quedado en el último puesto.