En España, la miel es un producto esencial que no debería faltar en ningún hogar, pues sirve para muchas cosas, entre otras, calmar la tos y el dolor de garganta. Pero, ¿por qué se oscurece la miel? ¿Cómo podemos saber cuándo está la miel en mal estado? ¿La hemos conservado de manera correcta?
Con la miel ganarás muchos puntos a tu favor, pero debes conocer todos los detalles sobre su conservación y sus usos. Y sobre todo, debes saber detectar cuándo está en mal estado para poder aprovechar las propiedades de la miel y su fascinante sabor.
¿La miel caduca?
Quizás nunca le hayas prestado atención al aspecto de la miel, pero si empiezas a hacerlo y observas cómo luce, podrás ofrecerle una mejor conservación y aguantará más tiempo. A continuación, te contamos las claves para que sepas cuándo está la miel en mal estado y cómo hacer para alargar su conservación.
Antes de nada, debes saber que la miel es uno de los productos más utilizados por el ser humano. Y es que no es ningún secreto que sus múltiples propiedades hayan convertido a este ingrediente en un imprescindible de nuestra despensa. Incluso puede facilitarnos mucho la vida en momentos de apuro, como una irritación de garganta o si no tenemos otro endulzante en casa.
Para tu sorpresa, te diremos que este producto no caduca, aunque es cierto que si no la conservas debidamente puede perder efectividad o adquirir mal aspecto. Los beneficios de tener miel en casa son numerosos: por ejemplo, con ella puedes endulzar bebidas, infusiones, preparar remedios caseros, elaborar recetas, etc. Hasta sirve para aliviar el dolor de garganta, como hemos mencionado antes, así que ya puedes comenzar a utilizar miel si todavía no lo haces.
¿Por qué se oscurece la miel?
Los pequeños detalles son los que marcan la diferencia, y también ocurre así para saber si está la miel en mal estado. Llegados a este punto, debes considerar varias cuestiones que te ayudarán a concretar si tu miel se ha estropeado o todavía es apta para el consumo humano.
La miel contiene un compuesto llamado HMF de forma natural, y esto se debe a la presencia de altos niveles de azúcar, agua y acidez, que son precisamente los factores fundamentales de este producto. Lo que sucede es que las cantidades de HMF pueden variar dependiendo de la temperatura a la que esté expuesta la miel así como otras condiciones.
Si la cantidad de HMF es menor, notarás que la miel se tornará azúcar y se secará, es decir, perderá su consistencia habitual. Los fabricantes añaden las cantidades adecuadas de este compuesto, por eso la miel debe guardarse en lugares frescos y secos para que se mantengan sus propiedades.
¿Cuánto tiempo puede durar la miel de abeja?
Si bien es cierto que la miel no caduca, dos años es tiempo más que prudencial para acabar con el tarro que compraste en el mercado. Esto sería lo ideal, pues aunque las propiedades de la miel estén potenciadas desde el momento de su fabricación, una vez que llega al consumidor y la abre por primera vez comenzará a perder propiedades poco a poco aunque la preservemos en un buen ambiente. De hecho, cualquier mínimo descuido estropeará tu miel.
La miel en mal estado presenta concentraciones de trozos de azúcar, lo que indica que la has conservado en un lugar inadecuado. Notarás además que pierde su color, y si la pruebas será como si te llevaras a la boca solo azúcar, sin agua, y bien sabemos que este ingrediente forma parte de la miel, aunque sea en pequeñas cantidades.
También se habrá quedado pegada al recipiente, y no podrás sacarla con facilidad. Y es que la miel dura mucho tiempo, pero depende de si la conservamos bien, tapas correctamente el tarro y no conservas la miel en un ambiente que pueda dañarla.
Consejos para conservar la miel en buen estado
La buena conservación de este alimento hará que su efectividad se mantenga como el primer día, pues aunque la miel de por sí dura mucho tiempo, hay ciertos factores que debemos considerar para saber si la estamos guardando debidamente antes de que acabe arruinada.
Por ejemplo, la miel contiene un poco de agua, por lo que los microorganismos pueden proliferar y alterar su estado habitual dañando la miel. Además, al tener también una alta concentración de azúcares, absorberá la humedad del ambiente, por eso debemos cerrarla muy bien para que no tenga ningún contacto con el exterior.
Cuando la miel tiene mucha acidez es un problema y acabará estropeándose, ya que crecerán los microorganismos. Esta propiedad viene de fábrica, así que lo único que podemos hacer es preservarla de forma correcta para que no se eche a perder.
Por último, la miel puede contener sustancias desde el proceso de elaboración, como bacterias, porque a veces las abejas no son inmunes y podrían acabar afectando a la miel. Por ello, insistimos en la importancia de conservar muy bien la miel.
Cuidado con la miel adulterada
Quizás el mayor desafío al comprar miel es detectar si es natural o, por el contrario, nos han vendido un producto adulterado. Esto es bastante habitual, por eso queremos mostrarte cómo detectar si la miel está adulterada.
Muchas personas suelen rebajar la miel con agua para que les salga más rentable, pero esto repercute en la aparición de bacterias, por lo que enseguida se pondrá la miel en mal estado, y bien sabemos que dura mucho.
Para saber si la miel es adulterada, coloca una cucharada sobre un papel absorbente y después retírala. Si quedan marcas es adulterada, porque la miel pura no deja huella, pero si la han adulterado hará incluso que el papel se rompa por la abundante presencia de agua.