Vino y chocolate: 7 claves para encontrar el maridaje perfecto
Celebramos el Día Internacional del Chocolate desmontando el mito de que chocolate y vino no hacen buena pareja. Estos ejemplos no sólo demuestran lo contrario, sino que además suponen una nueva y sugerente vía de exploración sensorial.
13 septiembre, 2023 02:00Las características organolépticas del chocolate de calidad (cacao fino de aroma en al menos un 70%) ofrecen infinitas posibilidades gastronómicas e interesantes opciones de maridaje más allá de los vinos dulces. Jimena Cristo, sumiller y fundadora de Colorful Wines, lo demuestra a través de catas sensoriales en las que pone a prueba las similitudes entre el vino y el chocolate. La próxima cita será el 27 de septiembre en Vinopremier (Río Rosas 55, Madrid) y consistirá en una degustación combinada con una práctica de meditación para preparar nuestros sentidos. Mientras llega la fecha, y con la excusa del Día Internacional del Chocolate, descubrimos algunas de las armonías más sorprendentes entre ambos placeres. Maridajes fáciles de realizar en casa, para potenciar nuestras recetas o por el único objetivo de disfrutar.
Vino y chocolate o, mejor dicho, uva y cacao, comparten pasión por el origen y diversidad de variedades. “El chocolate de calidad tiene unas características organolépticas comparables a las del vino, según el tipo y el origen, por eso es tan interesante trabajar las armonías entre ambos productos”, adelanta Cristo. De su experiencia en estas catas y su interés por la fusión de aromas y sabores entre estos mundos, la sumiller ha descubierto un sinfín de conexiones. “Si hablamos de un cacao de Ecuador o de Madagascar, a partir del 70%, el chocolate nos dará notas muy representativas de ese origen, presentando matices más florales, más ácidos, más cítricos, e incluso toques de caramelo o frutos secos”.
La recomendación de la experta para disfrutar al máximo de la unión entre vino y chocolate es buscar puntos de afinidad o contraste. En este sentido, todo es subjetivo, no hay errores en materia de maridaje porque existen tantos gustos como colores, pero sí hay combinaciones que funcionan especialmente bien. Estas son algunas:
- “Un chocolate muy cremoso con menor porcentaje de cacao, como un chocolate con leche al 50%, por ejemplo, va estupendamente con cava, pues la burbuja va a contrastar con la cremosidad y el dulzor”, explica la líder de Colorful Wines.
- “Los vinos rosados y los chocolates negros con un 70 u 80% de cacao es otra combinación ganadora”, añade. Los rosados combinan especialmente bien con alimentos afrutados o con sensaciones florales porque comparten las mismas notas. Elige un chocolate con notas de frutos rojos y atrévete a probarlo con un vino rosado o incluso un tinto ligero con un tanino redondo que no potencie el amargor natural del chocolate.
- Según Jimena Cristo, “si el cacao tiene un nivel de acidez alto irá estupendamente con un vino que comparta esta característica”.
- Vinos blancos semidulces con chocolates salados. Para los amantes de las armonías por contraste, merece la pena arriesgar porque la sal intensificará aún más los sabores del conjunto.
- Para el chocolate negro de más del 70%, vinos tintos con crianza. A lo loco. Ambos ingredientes comparten sabores terciarios y notas amaderadas. Se trata de una opción excelente para ponerle la nota de exquisitez al plato principal del menú, sobre todo si es carne.
- “Otra gran sorpresa son los vinos de Jerez o fortificados como los de Montilla-Moriles”, continúa Cristo. “Las notas de frutos secos y tostados de chocolates con alto porcentaje de cacao, incluso del 100%, van muy bien con vinos generosos como el palo cortado, con el comparte características”. Aquí también podemos jugar con las texturas de ambos ingredientes.
- “En otro lugar estarían los chocolates con incrustaciones como frutos rojos, naranja, café o almendras: hay que tener en cuenta estos sabores para componer las armonías”, advierte la profesional. Una combinación ganadora es la de blancos dulces afrutados y chocolates con toques cítricos. Un moscatel con un chocolate de maracuyá, por ejemplo. La fusión del dulzor moderado del primero y sus notas cítricas, realzarán el carácter exótico junto de la fruta tropical, poniendo el broche de oro a un menú difícil de olvidar.