- Nombre: El Porrón de Lara
- Bodega: Finca Torremilanos
- Añada: 2018
- Tipo de vino: Tinto
- Variedad: 100% tempranillo
- Región (D. O.): Ribera del Duero
- Crianza: Barrica 225 l y tina de hormigón.
- Alcohol: 13 %Vol
- Formato: 750 ml
- Cata: Fresco, expresivo y mineral, original y persistente.
- Precio: 13 €
- Punto de venta: www.torremilanos.com
Cien por cien natural, sin sulfitos añadidos, sin clarificar y sin filtrar, con un guiño a la tradición del Duero que, sin embargo, supone toda una modernidad en la zona. Así es El Porrón de Lara 2018, la primera añada de este vino ecológico con el que Finca Torremilanos (Aranda de Duero, Burgos) regresa a un estilo auténtico y poderoso, expresión viva del viñedo.
Elaborado con uvas de la variedad tempranillo procedes de viñas de 36 años plantadas a 800-900 metros de altitud, este tinto es el resultado de un cuidado trabajo de agricultura ecológica y biodinámica, cuya personalidad se ha fijado en dos momentos de vendimia: uno más fresco y temprano realizado a principios de septiembre, y otro más dulce y maduro llevado a cabo un mes más tarde.
La conciencia ‘verde’ es la única filosofía de trabajo posible en Finca Torremilanos. Desde 2011 cuenta con certificación ecológica para todos sus vinos, aunque las prácticas responsables ya se extendieran al 100% del viñedo desde 2008. Por otro lado, la bodega sigue a pies juntillas los criterios de la agricultura biodinámica, por lo que todas las etiquetas llevan el sello oficial Démeter.
“Todo lo que se elimina del vino gracias al trabajo en ecológico te conecta directamente con su esencia”, asegura Ricardo Peñalba, director de calidad de esta bodega pionera de la D. O. Ribera de Duero. “Los microorganismos hacen que el vino siente mejor, el aspecto nutritivo se realza y podemos beber más sin que nos afecte”.
No obstante, para el enólogo, todos los vinos son en su naturaleza ecológicos, pues deberían provenir de una agricultura sana y limpia. “Para mí el vino natural es una vuelta a los orígenes, a esa manera de hacer las cosas que se ha ido dejando atrás y no estaría mal recuperar”, defiende.
El Porrón de Lara es una especie de homenaje a esa tradición casi perdida en la Ribera. Un vino con crianza en barricas de 225 litros de más de diez años, que no busca el aporte de madera, y que continúa haciéndose en pequeñas tinas de hormigón. Un tinto que reivindica su personalidad desde el viñedo.
“Este vino busca un reencuentro distinto con nuestros orígenes, en una zona donde, hasta hace escasos 20 años, se creía que el equilibrio y la virtud del vino se encontraban en los 13º de contenido alcohólico”. Los que tiene este ‘porrón’, ni más ni menos.
Se trata, por tanto, de una referencia recién salida del horno que refleja la capacidad de Finca Torremilanos para compatibilizar la incorporación de vinos de nuevo estilo con la elaboración de sus inconfundibles vinos de envejecimiento prolongado.
La edición de 2018 de El Porrón de Lara cuenta con tan sólo 7.000 botellas y luce en su etiqueta una acuarela del pintor Alfonso Aguirre realizada con sedimento de vino de la propia bodega.
Maridajes recomendados para El Porrón de Lara
“El Porrón de Lara se hizo buscando una expresión nueva, distinta a la del Ribera que conocemos”, insiste Peñalba. Es acuoso, ligero, fresco, persistente. Con un toque de dulzor sobremaduro debido a la calidad de las uvas, pero también una especial mineralidad que lo hace fácil de beber y muy versátil para acompañar todo tipo de platos.
Por su explosión de fruta roja fresca en nariz y su profundidad en boca, proponemos maridarlo con una tabla de quesos, carnes a la brasa o al carbón, pescados como el salmón, la trucha o el atún, arroces de setas o pastas boloñesas. Y, por supuesto, con cualquiera de las opciones de la rica gastronomía burgalesa.