Las estrellas Michelin llegan a Disneyland París: el chef de los famosos, Jean Imbert, inaugura un restaurante en el parque

Si hay un lugar en París donde las estrellas se alían con la magia y el disfrute, ese es, sin duda, el parque temático de Disneyland. Pero hasta ahora, la Guía Michelin y sus famosos galardones habían permanecido ajenos a lo que ocurría en estas cocinas.

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Desde hoy, no solo Mickey, Minnie, Donald o la Bella Durmiente serán los protagonistas del parque, sino que tendrán que hacerle un hueco a Jean Imbert, el chef francés con una estrella Michelin, que abre un nuevo icono en Disneyland París: La Forêt Secrète.

La idea de este premiado cocinero, que ganó la edición francesa de Top Chef en 2012 y que se ha convertido en el preferido de los famosos, es presentar una experiencia gastronómica de alto nivel dentro del Dinseyland Hotel en el que ha creado un bosque lleno de magia, con vistas al corazón del reino de la ilusión.

El restaurante de Jean Imbert en el Disneyland Hotel de París. E. E.

"Tengo una conexión muy especial con Disneyland París, porque este es el lugar donde la magia de las películas que me hacen soñar, se hace realidad. Este restaurante está inspirado en mis recuerdos de la infancia, especialmente en aquellos de cuando venía aquí. Me hace muy feliz poder contribuir a dar a conocer la gastronomía francesa en el destino turístico más visitado de Europa", insiste Jean Imbert.

Disney siempre ha peleado contra el soniquete de que en un parque temático no se puede comer bien nunca. De hecho, el de Imbert es el tercer restaurante que abre en su instalación de París. En este caso, La Forêt Secrète estará operativo todas las noches de miércoles a domingo y podrán reservar su mesa tanto visitantes del parque como todo el quiera disfrutar de una increíble comida con mágicas vistas. 

El plato de ratatouille que se sirve en el restaurante de Imbert. E. E.

De las cocinas de Jean Imbert saldrán dos menús, uno con cinco platos y otro con tres. Además, el chef de los famosos ha tenido que hacer un esfuerzo único con los clientes más especiales de Disneyland París, los niños, y por primera vez en su carrera ha creado un menú especial para ellos.

Entre los platos que se podrán elegir está 'Sous l’océan', un entrante con cigalas, caviar y una gelatina de mar inspirado en La Sirenita; 'Le bouillon de Madame Samovar', unos raviolis de hortalizas del castillo de La Bella y la Bestia; 'Le tajine du Prince Ali', con pularda rellena de dátiles y frutos secos que volvería loco al mismísimo Aladdin, o una 'Cocotte des Caraïbes', que es atún rojo con vinagreta de fruta de la pasión inspirada en las películas de Piratas del Caribe.

Por supuesto, no puede faltar la 'Ratatouille de Rémy', el plato típico francés que hizo famosa la película de Disney y unos 'Spaghetti de Tony et Joe', que es un homenaje a La Dama y el Vagabundo.

Un menú infantil

Los más pequeños también van a soñar con la comida de Imbert gracias a su 'Soupe de la Fée Marraine', con ñoquis de calabaza que quieren hacer un guiño a la Cenicienta, o 'Le festival des lanternes', que es un fish and chips repensado para acordarse de Rapunzel en cada bocado.

La magia llega a su máxima expresión con los postres que ha creado Imbert en colaboración con Axel Michenaud. Se trata de 'Le sable de l’arche perdue', en referencia a la mítica historia de Indiana Jones; o un 'Soufflé Mickey', relleno de praliné y helado de avellana; y hasta 'La noisette glacée de Tic&Tac' con una emulsión de chocolate caliente.

"El menú es la invitación a un viaje a través de los distintos mundos de Disney con un recorrido por diferentes historias a través de los platos, desde La Sirenita hasta Ratatouille, Indiana Jones y Piratas del Caribe; siempre respetando la estacionalidad de los productos", aclara el conocido chef galo.

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Para Natacha Rafalski, presidenta de Disneyland París, el proyecto de Imbert es una apuesta más por "enriquecer constantemente la experiencia de nuestros visitantes", siendo conscientes de que "la gastronomía juega un papel esencial en ello".

"La comida es mucho más que un simple placer; es una auténtica expresión de la cultura y el compartir, especialmente en Francia, donde ocupa un lugar fundamental en nuestras vidas", añade Rafalski, dejando claro que este bosque va a ser indudablemente un secreto a voces entre todos los que quieran sentir la intensidad de la mayor ilusión, la de la magia, nada más abrir la puerta del restaurante.