Los tomates, si son buenos, no necesitan mucho más para brillar. Para comprobarlo, bastaría con coger uno, abrirlo por la mitad (corte paralelo a la base), ponerle encima unos granitos de sal y ya estaría listo para proporcionarnos un rato de placer gastronómico.
Una hortaliza versátil que da sabor a guisos y protagoniza salsas, pero que también es la reina de las ensaladas por mucho que nos empeñemos muchas veces en darle un papel secundario por detrás de la insípida lechuga.
Un ingrediente bueno para cualquier dieta
Uno de los alimentos por excelencia de la dieta mediterránea, posee propiedades nutricionales que le definen como un alimento que tiene cabida prácticamente en cualquier dieta saludable.
Según la Fundación Española de la Nutrición, el tomate está compuesto principalmente por agua y su macronutriente mayoritario son los hidratos de carbono.
Entre las vitaminas cabe destacar el contenido en vitamina A, básicamente en forma de carotenoides provitamina A y vitamina C. Una ración de tomate cubre el 61 % de las ingestas recomendadas de vitamina C para la población de estudio.
Entre los carotenoides no provitamina A están los licopenos cuya cantidad depende de la variedad cultivada (mucho mayor en los de «tipo pera»), del grado de madurez (mayor en los maduros) y del modo de cultivo y forma de maduración (superior en los cultivados al aire libre y madurados en la planta). El tomate triturado o cocinado y su combinación con aceite, mejora la absorción del licopeno en nuestro organismo.
Para incluirlo de manera sencilla en nuestra dieta, podemos seguir alguna de las recetas que se proponen a continuación.
Ensalada de tomate y bacalao
Es una ensalada muy popular en la cocina de Cataluña, donde se la conoce como esqueixada. Para prepararla se necesitan pocos ingredientes, aunque la clave está en que estos sean de calidad y en que el bacalao esté correctamente desalado.
Ensalada de tomate con pan
Muy popular en Ibiza, donde se la conoce como ensalada de crostas. No es más que una ensalada en la que se aprovecha el pan duro que ha sobrado de días anteriores y se mezcla con tomate y cebolla. Esa sería la versión más sencilla, aunque las más populares y conocidas son las que incorporan, además, algún pescado seco por encima.
Ensalada de pasta con beicon, tomate y lechuga
Las ensaladas de pasta son uno de los recursos más socorridos para el verano. Son perfectas para llevar a cualquier parte y no hay por qué quedarse siempre con la clásica ensalada de pasta con bonito y aceitunas. Un truco, cuando la ensalada sea para llevar, utiliza tomates cherry enteros, así no soltarán agua y la ensalada aguantará sin ponerse mustia.
Ensalada campera de patata y tomate
Una ensalada que puede hacerse como receta de aprovechamiento y con antelación, pues si se toma fresquita de la nevera es como está más rica.
Ensalada de arroz con tartar de tomate y jamón
Una ensalada de arroz para chuparse los dedos, fresquita, sencilla y una verdadera explosión de sabor gracias al tartar de tomate que es adictivo.
Ensalada completa de tomates y judías blancas
Esta ensalada de tomates tiene todo lo que buscas en una receta, producto de temporada, ingredientes económicos y fáciles de encontrar en el barrio, hidratos de carbono de los buenos, proteínas animales y vegetales y las pocas grasas que lo acompañan son de las que cuidan de tu salud. Ah, y se hace en menos de lo que tardas en leer la receta.
Ensalada murciana
La ensalada murciana es una de las ensaladas de tomate más conocidas de nuestra gastronomía. Cocina mediterránea en estado puro, se trata de una ensalada que está para mojar pan, literalmente, pues hacer 'barquitos' con ese jugo de tomate mezclado con aceite de oliva virgen extra que se queda en el fondo del plato es uno de los mayores placeres que ofrece esta receta que, por esta razón, también se conoce como 'moje murciano'. Su versión más auténtica se hace con tomates enteros pelados en conserva, por lo que casi es una receta de emergencia.