Muy popular en Ibiza, la ensalada de crostas no es más que una ensalada de pan duro que aprovecha los excedentes y los mezcla con tomate y cebolla. Las hay simplemente así aunque las más populares y conocidas son las que incorporan, además, algún pescado seco por encima. Pero no siempre sucede este añadido. De hecho, en algunas casas se agrega además un poco de ajo o alguna otra verdura. Se podría incorporar algo de queso o unas anchoas y es perfecta como primer plato o entrante en temporada veraniega de buenos tomates.

Como no puede ser de otra manera, esta ensalada de pan y tomate es una receta absolutamente sencilla y casi absurda y su éxito dependerá de la calidad del tomate, del aceite de oliva virgen extra y también del pan que se emplee. El pan de crostas, o de crostes como se diría en Ibiza, es un pan de payés con poc sal que se tuesta dos veces para ser empleado después en esta preparación.

Si no disponemos del pan ya preparado que venden en casi todas las panaderías de Ibiza, habrá que trocearlo y secarlo en el horno a 160 ºC hasta que quede ligeramente dorado y completamente seco. Un pan integral nos dará un extra de sabor.

Existe un truco muy especial para esta ensalada que es agregar algo de tomate rallado a la preparación, para que el pan absorba un poco del jugo del tomate directamente. Por supuesto, hay que hacerla en el momento porque, de otra manera, el pan perdería ese crujiente característico que no se debe ocultar. Pero sí que debe reposar unos minutos para ablandarse lo justo y necesario, hay una magia detrás de ese punto perfecto.

En realidad, se debe pensar en esta receta como un plato de pescadores que, cuando salían a navegar, mezclaban los trozos de pan duro con pescado seco. Lo de la cebolla y el pan vendría después. Irremediablemente nos acordaremos de la ensalada italiana que también lleva pan crujiente, la panzanella, o también de la ensalada César en la que no fallan los picatostes.

Para los amantes de la comida de las islas Baleares, esta ensalada de crostes podría estar bien escoltada por un tumbet mallorquín, un bullit de peix, unos calamares con sobrasada, un suquet de pescado o una coca de verduras y queso. 

Receta de ensalada de crostas

Paso 1

Trocear el pan si no se dispone del pan de crostas ya hecho. Disponer en una bandeja de horno y secar, a 160 ºC durante unos 30 minutos o hasta que se vea bien seco y ligeramente dorado. Dejar enfriar completamente al aire libre durante un día.

Paso 2

Pelar la cebolla y cortarla en juliana muy fina. Introducir en un bol con agua con hielo durante 20 minutos para que la cebolla pierda la fuerza y repita menos.

Paso 3

Lavar el tomate, quitar el pedúnculo y trocear. Añadir un poco de sal y mezclar bien para que empiece a soltar su jugo natural.

Paso 4

Mojar ligeramente el pan con agua y disponerlo en la fuente. Añadir la cebolla escurrida y también el tomate. Mezclar todo muy bien. Incorporar el aceite de oliva y la sal por encima. Si se quiere, terminar con un poco de pescado seco.