Carne

Lentejas con chorizo y oreja de cerdo, receta de cuchara para entonar el cuerpo

Receta fácil con explicación detallada y fotografías de todos los pasos a seguir para preparar unas riquísimas lentejas con chorizo y oreja.

6 marzo, 2018 21:03

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En mi cruzada para que os atreváis cada vez más con la casquería, hoy os traigo un platazo de legumbres: unas lentejas con chorizo y oreja de cerdo que os dejarán sin sentido de lo buenas y sabrosas que están.

Ingredientes

  • Lenteja pardina, 110 g
  • Una oreja de cerdo
  • 1 cebolleta
  • 1 zanahoria
  • 1/2 pimiento rojo
  • 1 puerro
  • 2 dientes de ajo
  • Chorizo picante, 60 g
  • Tomate frito o salsa de tomate, 100 g
  • Comino
  • Pimentón dulce o picante
  • 1 hoja de laurel
  • Caldo de ave
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal

Además, para la confección de esta receta de lentejas partiremos de un sofrito y no trituraremos la verdura ni nada por el estilo, con lo que conseguiremos así un resultado más  sabroso y con mucha más autenticidad. Asimismo, condimentaremos las legumbres con pimentón, comino, laurel y otros ingredientes que le van fenomenal a este tipo de legumbre.

Cómo hacer unas sabrosas lentejas con chorizo y oreja de cerdo

01: Cocemos la oreja

Antes de cocer la oreja, debemos limpiarla a conciencia. Quemamos los pelillos que pudiera tener, y limpiamos bien las cavidades interiores de la oreja con la ayuda de un papel de cocina. En su interior podría haber restos de suciedad adheridos que no lograríamos retirar de otra forma.

Una vez limpia superficialmente, el siguiente paso del proceso es someterla a un escaldado previo a la cocción, para así eliminar todas las impurezas y las espumas de suciedad que suelta una vez sometida al primer hervor. Introducimos la oreja de cerdo en la olla a exprés y la cubrimos con agua fría. Llevamos la olla a presión al fuego y esperamos hasta que el agua comience a hervir. Una vez el agua llegue a ebullición, dejamos la olla al fuego un par de minutos, en los que observaremos cómo el agua se comienza a enturbiar y cómo la oreja suelta muchas espuma e impurezas.

Una vez escaldada, escurrimos el agua en el fregadero y limpiamos bien bajo el agua tanto la olla como la oreja, para así retirar bien todo lo que ha soltado durante el escaldado. Volvemos a introducir la oreja de cerdo en la olla a presión limpia y añadimos también una zanahoria grande, el chorizo picante, unas bolas de pimienta, una hoja de laurel, una cucharada de pimentón dulce, un poco de comino y sal. Cubrimos con agua, caldo o agua y pastilla de caldo concentrado, cerramos la olla y la ponemos al fuego. Una vez empiece a salir el vapor, coceremos unos 40 minutos.

Acabada la cocción y con la olla fría, separaremos por un lado la oreja, por otro el chorizo y la zanahoria y por último el caldo de cocción, que colaremos para retirar las bolas de pimienta, el laurel y algún que otro resto que pudiera contener. Con el caldo colado, procederemos también a eliminar el exceso de grasa que hayan soltado tanto el chorizo como la oreja, desgrasando la superficie con la ayuda de un cazo.

02: Picamos y rehogamos la verdura

Por otro lado, vamos a empezar a preparar el sofrito de verduras con el que finalmente cocinaremos las lentejas.

Picamos el ajo, la cebolleta, el pimiento rojo y el puerro y pochamos toda la verdura en una olla con aceite de oliva. No hace falta que la verdura se cocine eternamente y se caramelice ni nada por el estilo, con rehogarla unos 10 minutos a fuego suave hasta que empiece a traslucir es más que suficiente.

03: Añadimos la oreja y condimentamos el sofrito

Con la oreja ya más fría (más sólida y manejable a su vez), procedemos a cortarla. En este caso, yo la he cortado en cuadrados no demasiado grandes, pero podéis cortarla en tiras finas, en cuadrados más grandes o como os plazca.

Añadimos la oreja a la verdura pochada y removemos bien para que ambos ingredientes se mezclen. Agregamos también si queremos más comino y pimentón dulce (o picante si lo preferís), cocinamos un instante y añadimos el tomate frito.

04: Añadimos las lentejas, el caldo y cocemos

Mezclamos todo y a continuación echamos las lentejas (aunque no requieran expresamente de remojo previo, yo suelo ponerlas en remojo si tengo la previsión de saber que las voy a preparar al día siguiente).

Mojamos las lentejas con el caldo de la cocción de la oreja, salamos y cocinamos a fuego medio bajo. El tiempo de cocción varía dependiendo de la lenteja, el tipo de agua que tenemos en nuestro hogar, el remojo… A grandes rasgos puede ir desde los 50 minutos hasta la hora y cuarto u hora y media.

La cantidad de caldo a añadir ya depende de cómo nos gusten de caldosas las lentejas, ya que hay a gente que le gustan casi secas, por lo que es mejor no pasarnos al principio e ir añadiendo más si lo vemos necesario. Cuando la cocción esté próxima a finalizar, debemos prestar especial atención en remover las lentejas a menudo y no aplicarle al fuego una intensidad muy elevada, ya que tienden a agarrarse al fondo y de quemarse echarían a perder nuestra preparación.

05: Troceamos el chorizo y la zanahoria y emplatamos

Cortamos el chorizo en rodajas finas. Hacemos lo mismo con la zanahoria cocida, teniendo especial cuidado con esta última, ya que estará muy cocida y puede que se nos rompa.

Añadimos tanto la zanahoria como el chorizo picante a las lentejas ya guisadas. Cocemos el conjunto unos pocos minutos y probamos para rectificar de sal, pimentón, comino…

Servimos las lentejas bien calientes y con un buen trozo de pan al lado.

Resultado final

Las lentejas son, sin lugar a dudas, la legumbre que menos apasionados tiene. Y, la verdad, no sé muy bien el motivo. Sí que es verdad que es menos versátil a la hora de combinarla con otro tipo de ingredientes como lo que pueden ser tanto las alubias como los garbanzos, pero aun así… Bien preparadas y especiadas con gracia a mí me resultan deliciosas.

Este potaje de lentejas con chorizo y zanahoria, junto al aporte de sabor y textura de la oreja de cerdo cocida, nos retrotrae a los platos de nuestra abuela.

La lenteja es una legumbre muy tradicional tanto de nuestra gastronomía como de la de los países árabes protagonista de la que surge la célebre frase hecha de ‘lentejas, o las tomas o las dejas’. Pese a no contener tanta cantidad de hierro como la creencia popular nos quería hacer creer, son super sanas y nutricias, tienen un aporte calórico bastante inferior a otro tipo de legumbres y, combinadas con vitamina C, son una fuente natural de hierro a nuestro organismo maravillosa.