Unas croquetas de jamón, con un rebozado finísimo y su interior cremoso, lácteo, tierno, perfectamente ligado... la bechamel perfecta y totalmente sin gluten. El secreto de esa textura está en la harina de arroz. 

Con esta harina, la bechamel queda absolutamente sedosa, sin un grumo, sin cortarse, homogénea y perfecta. Una receta de las que os vais a sentir orgullosos.

Como contrapartida hay que avisar de que manejar la masa para bolearla es algo más difícil que cuando la masa es de harina de trigo, que puede parecer que se desmoronará así que hay que tratarla con cuidado y cariño.

Y freírlas también con cuidado y con cariño porque pueden explotar. A cambio, seréis muy felices cuando las tengáis en el plato. Por supuesto, podemos hacer las croquetas de todos los sabores que nos apetezcan: de pollo y jamón, de trufa, de huevo, de chorizo...

Cómo hacer croquetas sin gluten perfectas

Croquetas de jamón sin gluten

Ingredientes

  • Mantequilla, 65 g
  • Taquitos de jamón, 180 g
  • Leche entera, 1 litro
  • Harina de arroz, 75 g
  • Fécula de maíz, 30 g
  • Sal, c/s
  • Pan rallado sin gluten, 300 g
  • Huevos, 6 ud
  • Aceite de oliva suave, abundante para freír

Paso 1

Derretir la mantequilla y saltear el jamón

Paso 2

Preparar la bechamel

Paso 3

Bolear las croquetas

Paso 4

Freír las croquetas

Paso 1

Picar el jamón hasta que quede finito. Derretir la mantequilla en una olla de paredes altas y sofreír en ella el jamón hasta que cambie de color.

Paso 2

Añadir ahí los dos tipos de harina, remover bien con unas varillas, un par de minutos y verter la leche. Empezar a remover a fuego alegre, sin dejar de utilizar las varillas.

Paso 3

Cuando la bechamel empiece a espesar, que se nota claramente, bajar el fuego al mínimo y seguir removiendo durante al menos 15 minutos. Para que evapore bien y se quede una bechamel súper cremosa.

Paso 4

Poner a punto de sal justo al final, remover bien y verter a cualquier recipiente. Filmar y enfriar completamente. Yo recomiendo al menos 16 horas en la nevera, no en el congelador. Nunca.

Paso 5

Preparar un plato con el pan rallado, otro plato con los huevos batidos y dar forma a las croquetas untándonos las manos en aceite un poco. Pasar primero por huevo y luego por pan rallado.

Paso 6

Freír en abundante aceite de oliva, bien caliente, para que se doren rápido por fuera y haya menos riesgo de que se rompan. Si quedan un poco descubiertas por arriba ir poniendo un poquito de aceite con la ayuda de la espumadera. Es posible que empiecen a llorar, explotando ligeramente por el contacto de la bechamel con el aceite así que hay que tener cuidado con eso. Lo mejor es tocarlas lo menos posible mientras se fríen y nunca intentar darles la vuelta.