- Total: 10 min
- Comensales: 4
Las croquetas son probablemente uno de los platos que más nos gustaban de pequeños y que ahora de mayores nos siguen gustando igual o incluso más. Lo que sí ha cambiado es que, durante nuestra infancia eran nuestras madres y abuelas las que se pasaban horas cocinando la bechamel y trabajaban la paciencia esperando a que la masa estuviese fría para darles forma y freírlas. También es cierto, que para muchas de ellas eran el recurso utilizado para escondernos aquellos alimentos que nos hacían arrugar un poco la nariz si los veíamos directamente en el plato. Y es que ¡todo está tan bueno dentro de una croqueta!
Pero cuando llega el momento de que nos toca a nosotros hacernos las croquetas, es fácil entrar en pánico, pues por mucha voluntad que uno le ponga, ya sabemos cómo se las gastan la mayoría de las madres dando las recetas. Tuesta la harina con la mantequilla, échale el jamón, y luego le vas echando poco a poco la leche según te la vaya pidiendo, como si la masa te fuera dando conversación mientras estás ahí dándole con la varilla.
Croquetas caseras como las de las abuelas en menos de 10 minutos
A partir de ahora, ya no os van a quedar excusas para no hacer croquetas en casa siempre que queráis y sin necesidad de interpretar qué es lo que quiere decir vuestra madre cuando os dice que le echéis lo que vosotros veáis, porque preparar la masa de las croquetas va a ser más fácil que aliñar una ensalada gracias al Mix Bechamel Instant en frío de Santa Rita Harinas, con el que no tenéis ni que calentar la leche o el caldo que vayáis a utilizar, de hecho pueden estar incluso fríos de la nevera, y vais a tener la masa de vuestras croquetas lista para darles forma en apenas dos minutos.
Tomad nota, porque preparar la bechamel para hacer unas croquetas caseras de pollo o de lo que queráis es tan sencillo como poner vuestro relleno favorito en un bol, añadir caldo vegetal, de pollo, carne ... o el tipo de leche que queráis, de soja, nueces, desnatada, sin lactosa ... y mezclar todo con el Mix Bechamel Instant. En tan solo dos minutos, tendréis una masa para croquetas, como en el mejor restaurante o como la que haría el mayor experto en croquetas del mundo mundial, pero en un momento y sin dificultad alguna, con un sabor impresionante, caseras y a tu gusto... podréis quedar como auténticos chefs, y todo gracias a Los Milagros de Santa Rita...
El paso que viene a continuación, el de dar forma a las croquetas, podéis hacerlo muy fácilmente si os untáis las manos con aceite para que no se os pegue la masa. También puede hacerse con dos cucharas o metiendo la masa en una manga pastelera y cortándola con unas tijeras a medida la vayáis extrusionando.
Finalmente, solo os quedaría elegir el rebozado, que puede ser el tradicional de harina, huevo batido y pan rallado o con alguna innovación, como la de usar Panko, el ya famosísimo rebozado japonés, para la última capa o cambiar el huevo por Fijarina, un sustituto de este que es apto para veganos e intolerantes.
Cómo hacer croquetas de pollo y jamón
Ingredientes (para unas 20 croquetas)
- Caldo de pollo concentrado, 130 ml
- Leche entera, 150 ml
- Mix Bechamel & Croquetas Instant Santa Rita, 80 g
- Jamón ibérico picado muy fino, 70 g
- Pollo cocido o asado picado muy fino, 70 g
- Huevo batido, cantidad necesaria
- Pan rallado o panko para rebozar, cantidad necesaria
Paso 1
En un bol grande, vertemos los 130 ml de caldo de pollo y los 150 ml de leche, que puede estar fría de la nevera y añadimos los 70 g de jamón y los 70 g de pollo cocido muy finamente picados.
Paso 2
Añadimos 80 g del Mix Bechamel & Croquetas Santa Rita, removiendo con una cuchara hasta que tenga una consistencia homogénea, (un truco para que luego sea más fácil dar forma a las croquetas es dejar reposar la masa unos 5 minutos en el congelador, pero no es imprescindible y podemos hacer las croquetas perfectamente sin realizar este paso).
Paso 3
Terminamos de amasar con las manos (mejor untadas con un poco de aceite, para que no se nos pegue la masa) y les damos a las croquetas forma deseada, bolas, alargadas …
Paso 4
Ponemos un huevo batido en un plato hondo, y en otro ponemos pan rallado o panko, cogemos las croquetas y las pasamos primero por el huevo, y luego por el pan rallado o el panko. Si no podéis o no queréis usar huevos para el rebozado, podéis usar Fijarina, mezclándola con agua del grifo hasta tener un batido espeso por el que pasaremos los alimentos a rebozar antes de pasarlos por pan rallado o panko,
Paso 5
Freímos en abundante aceite bien caliente (180 ºC). Cuando estén doradas, las sacamos y las dejamos reposar sobre un colador grande para que suelten el exceso de grasa. Hay quien las deja sobre papel absorbente, pero a mí no me gusta ya que cuando se dejan sobre el papel, la grasa que sueltan las croquetas sobre este luego se reabsorbe y hace que la parte del rebozado que está en contacto con el papel grasiento quede mucho menos crujiente.
(Con estas cantidades saldrá una bechamel cremosa, pero con la suficiente consistencia como para darles forma sin dificultad).
Paso 1
En un bol grande, vertemos los 130 ml de caldo de pollo y los 150 ml de leche, que puede estar fría de la nevera y añadimos los 70 g de jamón y los 70 g de pollo cocido muy finamente picados.
Paso 2
Añadimos 80 g del Mix Bechamel & Croquetas Santa Rita, removiendo con una cuchara hasta que tenga una consistencia homogénea, (un truco para que luego sea más fácil dar forma a las croquetas es dejar reposar la masa unos 5 minutos en el congelador, pero no es imprescindible y podemos hacer las croquetas perfectamente sin realizar este paso).
Paso 3
Terminamos de amasar con las manos (mejor untadas con un poco de aceite, para que no se nos pegue la masa) y les damos a las croquetas forma deseada, bolas, alargadas …
Paso 4
Ponemos un huevo batido en un plato hondo, y en otro ponemos pan rallado o panko, cogemos las croquetas y las pasamos primero por el huevo, y luego por el pan rallado o el panko.
Si no podéis o no queréis usar huevos para el rebozado, podéis usar Fijarina, mezclándola con agua del grifo hasta tener un batido espeso por el que pasaremos los alimentos a rebozar antes de pasarlos por pan rallado o panko.
Paso 5
Freímos en abundante aceite bien caliente (180 ºC). Cuando estén doradas, las sacamos y las dejamos reposar sobre un colador grande para que suelten el exceso de grasa. Hay quien las deja sobre papel absorbente, pero a mí no me gusta ya que cuando se dejan sobre el papel, la grasa que sueltan las croquetas sobre este luego se reabsorbe y hace que la parte del rebozado que está en contacto con el papel grasiento quede mucho menos crujiente.
¡Ya están listas para emplatar y comer!