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Es cierto que, si nos lee algún alicantino, esto no podría considerarse una horchata ad hoc como se hacen en Alboraya, pero la realidad es que esta receta es perfecta para acercarse a las tradiciones de España sin necesidad de muchas herramientas ni preparación.
Cualquiera puede hacer horchata en casa, hasta los que no saben y no quieren cocinar. Será necesario comprar las chufas, claro, y luego tener vaso triturador y un colador fino con una malla de leches vegetales o de queso, de esas estameñas finísimas que lo que hacen es filtrar dejando todo el residuo del otro lado. Si no se tiene esta malla, una alternativa perfecta es utilizar una hoja de papel de cocina. Aguanta el peso, no se rompe y filtra de maravilla.
Lo que es importante para hacer horchata es remojar las chufas durante, al menos, 24 horas. Para que se queden bien tiernas. Se podrían tener en la nevera remojando incluso entre 36 y 48 horas. Cuando compras la chufa viene tremendamente dura y seca y esto hay que combatirlo bien.
Es importante saber, también, que esa agua de remojo se descarta. Hay que colar y lavar las chufas y ya luego triturarlas con un agua limpia y perfecta para convertirse en nuestra bebida final.
El punto de azúcar dependerá del gusto de cada uno y, obviamente, se puede endulzar tanto con azúcar normal como con algún otro edulcorante como eritritol y así no elevamos la carga glucémica que, de por sí, tiene la bebida. Una vez elaborada, aguantará en la nevera no más de 24 horas al ser completamente casera, pero la labor habrá merecido la pena.
A veces no le prestamos suficiente atención al apartado de las bebidas en nuestros recetarios o menús del día, pero siempre es un punto positivo preparar opciones refrescantes de cara al verano. Como por ejemplo, un granizado de menta y lima, una sangría de frutos rojos, la fantástica michelada mexicana, un caramel macchiato frappucino o la siempre adecuada limonada casera.
Por cierto, cerca de la horchata son siempre bien recibidos unos buenos fartones pero, a falta de los mismos, se puede hacer el apaño con un poco de bizcocho casero, unas galletas de mantequilla y jengibre o una porción de tarta de queso esponjosa.
Cómo hacer horchata casera
Ingredientes
- Chufas secas, 300 g
- Agua, 1.5 l
- Azúcar, al gusto
- Canela, una pizca
- Piel de limón, una pizca
Paso 1
Remojar las chufas durante 24 horas
Paso 2
Colar y triturar con agua limpia
Paso 3
Añadir la canela y el limón
Paso 4
Colar por un tamiz fino y enfriar
Paso 1
Remojar las chufas en abundante agua fría, en un bol grande, dentro de la nevera. Dejar entre 24 y 48 horas hasta que se vea que las chufas están reblandecidas y empiezan a estar tiernas.
Paso 2
Colar las chufas de esa agua y lavarlas muy bien debajo del grifo del agua fría. Disponer las chufas en el vaso batidor junto con el agua, la pizca de piel de limón y la pizca de canela. Agregar también el azúcar o el endulzante deseado, es mejor empezar por poca cantidad e ir subiendo luego si fuese necesario. Triturar todo muy bien, durante unos 10 minutos, hasta conseguir una leche blanca y un granillo como de fruto seco.
Paso 3
Disponer una estameña, un paño de queso o una lámina de papel de cocina sobre un colador fino. Colar la mezcla y dejar, sin tocar a que el goteo se produzca. Será una filtración paulatina, no hay que apretar, hay que ser pacientes. Tardará unos 45 minutos en filtrar todo bien, hasta conseguir una leche blanca en el bol inferior y todo el resto de las chufas trituradas en el colador.
Paso 4
Volver a colar de ese bol a la botella, o al recipiente que se vaya a utilizar para guardar la horchata, utilizando siempre el colador más fino del que se disponga pero ya sin tela ni papel. Enfriar muy bien y conservar siempre en la nevera. Consumir antes de las siguientes 24 - 48 horas.