Con la llegada del buen tiempo, Alicante y sus alrededores se convierten en uno de los destinos predilectos de los viajeros, especialmente de aquellos que no tienen el mar cerca de casa. De hecho, recientemente la Diputación de la provincia ha aprobado ayudas millonarias para impulsar la oferta turística de los pueblos más pequeños de la Costa Blanca.
Entre los diversos atractivos turísticos de la región se encuentra su deliciosa gastronomía, donde brillan las salazones, los turrones, los pescados y mariscos, los cítricos y, por supuesto, los arroces.
Uno de los más tradicionales y, a la vez, desconocidos, es el famoso 'arroz con costra' (arròs amb costra, en valenciano), un plato típico de la zona del sur, de pueblos como Elche, Orihuela o Pego, aunque no está claro exactamente cuál es su origen. Se trata de un arroz seco que se elabora con diferentes carnes y embutidos (butifarra blanca y negra), y que se cocina con una capa de huevo batido por encima que se cuaja al horno.
Hay muchos restaurantes donde disfrutar de un buen arroz con costra, pero existe uno que es conocido especialmente por su cocina casera y su trayectoria. Está localizado en la localidad alicantina de L'Altet, una pedanía del municipio de Elche, a cinco minutos en coche del Aeropuerto de Alicante-Elche Miguel Hernández y a otros cinco minutos de las playas más próximas.
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Hablamos del restaurante Gran Bar Pomares, un local familiar abierto en 1927 en el número 17 de la Avenida de Cartagena que actualmente se encuentra regentado por la tercera generación. Son especialistas en arroces y gastronomía tradicional alicantina con regusto casero.
Además de su exquisito arroz con costra, preparan arroz con boquerones, arroz al horno o arroz con ajos tiernos y pulpo. También ofrecen solomillo de bacalao a baja temperatura, cochinillo confitado, diversos tipos de montaditos, caldo con pelota, croquetas, ensaladilla, revuelto de gambas y gulas con ajetes y espárragos, champiñones o brocheta de pollo, entre otros platos.
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Asimismo, destacan sus postres caseros, como la tarta de queso, la mousse de chocolate blanco con nueces, la crema de castañas, el tiramisú, el tocino de cielo con cuajada o el coulant de chocolate. Todo con precios económicos y cantidades generosas.