El verano de 2023 está siendo de lo más tórrido. Y si no, que se lo pregunten a las olas que se van sucediendo y no las del mar, sino las de calor. Así que el mejor antídoto para combatirlas es irnos cerca del mar y rezas porque la brisa mediterránea haga algo para aliviar nuestra desidia.
¿Destino? Alicante. Hace ya tiempo que dejó de ser estacional, para convertirse en un destino ideal para todo el año. Pero como cualquier localidad de costa, dobla en número a sus residentes en estas fechas.
Alicante es hogar de muchos y fantásticos restaurantes. De las maravillas del Grupo Gastronou, entre las que se encuentran barras imprescindibles en el país, como las de Nou Manolín o Piripi. Pero también de espacios con vistas como La Ereta o de alta cocina como Monastrell. Entre ese conglomerado de buenas mesas, este año se estrenan unas cuantas más, para hacer del verano en Alicante, un verano también gastronómico.
Manero Balmis
Que abra un Manero siempre es una gran noticia y más si lo hace en su ciudad de nacimiento. Carlos Bosch, tras hacer suya la ciudad de Alicante y consagrar espacios como El Portal o Bar Manero, decidió seguir creciendo, abriendo en Madrid otra sede de Bar Manero y Mar Mía.
¿Lo último? Una alianza con el chef Carles Abellán como asesor gastronómico y una nueva apertura en su ciudad, Manero Balmis. Esta tercera sede del exitoso bar ilustrado del grupo, rinde homenaje a uno de los más ilustres alicantinos de todos los tiempos, el doctor y cirujano Francisco Balmis, gracias al cual se salvaron miles de vidas con su expedición de la vacuna en América y Asia.
A este bon vivant, además de filántropo, le hubiese encantado encontrarse un sitio como este a su regreso a Alicante, con un interiorismo que narra la historia de este periplo y murales que muestran el costumbrismo de la época.
En lo gastronómico, sigue la línea de sus hermanos, con producto bien seleccionado y platillos donde hacerlo brillar. Quisquillas de Santa Pola, ensaladilla con gamba cristal, embutidos de Pinoso... Además de platos creados para la ocasión por el catalán, como un tartar de tomate o su particular versión del bikini Manero by Carles Abellán, con pan italiano de aceite de oliva, mozzarella fior di latte, jamón ibérico y trufa.
Bendita Gloria
¿Segundas partes nunca fueron buenas? Que se lo pregunte a los hermanos Remacha Sanz, que pasito a pasito van haciendo de Alicante un sitio en el que repetir y repetir. No contentos con el éxito cosechado en Moments Bar, dieron el salto a abrir un segundo local, un espacio aledaño al primero en plena playa de Urbanova.
Nacía así Bendita Gloria, una taberna como homenaje a las de toda la vida, a las cosas sencillas y al buen comer sin complicaciones, pero también para llevar a cabo el sueño de su abuela Gloria, que se quedó con las ganas de abrir una pequeña taberna en Alicante.
Trabajan con salazones de la zona, marisco de la lonja, a los que dan algún twist, como hacen con su navaja en escabeche de coco y curry o con las zamburiñas con foie y papada ibérica, platos frescos como la stracciatella, con anchoa y tomate cherry confitado... Además de una selección de bocadillos como el pepito de atún, un bocata de pastrami y un bikini de jamón ibérico, trufa y queso.
Rice & Bones
¿Un arroz cocinado en una olla a presión? ¡Paren las rotativas! Los más puristas se podrían llevar las manos a la cabeza, pero ¿qué sería de la cocina sin innovación? Eso es lo que practica el alicantino David Ariza. En la tierra de los arroces se la jugaba con su última apertura, Rice & Bones, un sitio para inconformistas.
Han querido democratizar el arroz gourmet, en un mundo en el que algo tan fácil como el arroz, se ha puesto a unos precios que no todos pueden asumir. Los suyos son "los arroces que no se comería tu padre", tal y como claman. Olvídate de la paella valenciana o del arroz del senyoret, porque estos van un paso más allá.
Como decíamos, sus arroces se preparan en la olla exprés, para cuando el cliente los pide, darles el toque final en el horno, lo que consigue que el arroz quede suelto, pero un poco meloso a la vez. De hecho, tiene arroces mantecosos, secos y melosos, por este punto que consiguen darle.
De galo celta con judía verde y garrofón asado al sarmiento, de verduras, algas y emulsión de miso, de chipirones en su tinta al ajillo con emulsión de cebollino o un meloso con pollo, garbanzos y romero, son solo algunas de las opciones. Tienen también un menú del día por 13´90, en el que incluyen uno de sus más de 13 versiones de arroz.
Sushi Bar Tottori
¿Antojo de sushi? Siempre puedes escaparte a Daikichi Beach, cuyo chef se ha coronado con el premio Itamae 2023 organizado por Balfegó. Pero también hay otras opciones, como la que llegaba desde Madrid a finales del año pasado. María Li Bao, una de las empresarias chinas más potentes del país, al frente del Grupo China Crown, trasladaba uno de sus éxitos a la ciudad de Alicante.
Y tal y como hizo en Madrid, apostó por una segunda casa de Sushi Bar Tottori, con toda la filosofía de su fundador, Haruki Takahasi, firme defensor de la técnica y el producto de primera. Replican éxitos de la casa madre, como el tartar de salmón con arroz y trufa negra, el gunkan de toro con wasabi natural o el usuzukuri de lubina. También su fantástico temaki de anguila y aguacate o los nigiris de wagyu que flambean en mesa al momento. Y no podía faltar otra estrella, ese katsu sando que levanta pasiones aderezado con mostaza y miel.
Punta Piedra
Ha sido el último en abrir, pero ya está dando que hablar. Punta Piedra, este coast club y restaurante promete ser uno de los place to be del verano. Y es que lo tiene todo para triunfar. Bajo el lema 'where summer influences life', hacen del verano su forma de vida. Y lo hacen en un mega espacio de 3000 metros cuadrados donde todo tiene cabida: música, espectáculos, Dj's y gastronomía cuidada.
Esta última corre a cargo del chef Pablo Montoro, que ha creado una propuesta que habla del Mediterráneo y que tiene en el fuego, su mejor aliado. Tienen horno de brasas, parrillas y hasta zona para hacer espetos.
Salazones semicurados de Alma Marina, ensaladilla de merluza con quisquilla, o una tosta de steak tartar coronada con blanquet de Jalón, son solo algunos de los platos con los que abrir boca. También hacen concesiones a la cocina viajera con platos como el shiso en tempura con tartar de salmón y anguila ahumada, crema de aguacate y huevas de trucha o el baba ganoush con crudités y pan pita.