Hace más de 30 años que el Ministerio de Sanidad lanzó en España la campaña 'Póntelo, pónselo', con el objetivo de promover el uso del condón. Eran finales de los 80 y las víctimas del SIDA se contaban por miles. Había que concienciar a la población de la importancia de esta herramienta y parece que se consiguió. Las cifras de contagio por VIH bajaron desde aquellos años. Como contrapartida, las de otras enfermedades de transmisión sexual, como la sífilis, gonorrea y clamidia, no han parado de crecer en los últimos años, algo que los expertos relacionan, precisamente, con la pérdida del miedo al virus de la inmunodeficiencia.
Así lo advierte el último informe de vigilancia epidemiológica de las infecciones de transmisión sexual (ITS) en España, elaborado por la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica (RENAVE) y el Instituto de Salud Carlos III. Según los datos, que acaban de ser actualizados este febrero de 2023, su incidencia ha alcanzado su máximo histórico desde hace 25 años.
"Las enfermedades de transmisión sexual están aumentando de una forma drástica en los últimos años", advierte Juan Manuel Corral, urólogo de la unidad de Andrología del Hospital Clínic y secretario general de la Asociación Española de Andrología y Medicina Sexual y Reproductiva (ASESA).
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"Esto es algo que vemos, sobre todo, desde que se ha perdido el miedo al VIH, es decir, al SIDA", apunta el experto sobre el porqué de estos datos. Ya no es sólo el hecho de que, cada vez, haya menos número de personas afectadas —según el último informe de vigilancia epidemiológica, en 2021, se detectaron 2.786 casos (tasa 7,41), lo que confirma una tendencia descendiente desde 2013—, sino que, afortunadamente, se han desarrollado métodos para frenar su virulencia.
La pastilla PrEP
"Se ha convertido en una enfermedad crónica, en la que, además, en el caso de no estar contagiado, existe la posibilidad de tratarse de forma preventiva a la hora de tener relaciones con una persona de alto riesgo", sostiene el doctor, que hace referencia a la conocida PrEP (profilaxis preexposición), una pastilla que reduce en más del 90% la probabilidad de adquirir la infección por el VIH.
Estudios científicos dan la razón a Corral. Un metaanálisis publicado en la Clinical Infectious Disease (una cabecera de The Oxford Academy) concluía que la pastilla se relacionaba con un aumento de cualquier ITS. Mientras, otro de la revista The Lancet Infectious Diseases sostenía que la incidencia de éstas sólo aumentaba al principio de la implementación en los sistemas de salud de la PrEP. Luego, la tendencia se estabilizaba para pasar posteriormente a cotas más bajas.
Sanidad es consciente de esta problemática. Por eso, de aquel 'Póntelo, pónselo', el ministerio lanzaba el pasado 2022 la campaña "Sal como quieras, pero no salgas sin condones", dirigida a gente joven. El caso de este grupo poblacional es preocupante. Según el último Informe de Juventud en España (2020), casi el 40% de los jóvenes refería no haber usado preservativo en el último año.
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Si bien, ojo, el informe sobre infecciones de transmisión sexual apunta a que la media de edad de diagnóstico está muy por encima de los 18 años: gonorrea, 31; sífilis, 36; y clamidia entre los 25 y 34. Las ITS son cosa de todos.
De todas ellas, el experto pone especial atención en la sífilis. No es para menos, esta patología puede llegar a ser mortal. Según el documento, en 2021, se notificaron 6.613 casos —con una tasa de 13,97 por 100.000 habitantes—, las cifras más altas desde que se tienen registros. En 1995, se contabilizaron 1.010 casos (tasa 2,57).
Sífilis, una ITS mortal
La sífilis, además, cuenta con el hándicap de que sus síntomas pueden camuflarse bajo los de otras infecciones leves, por lo que muchas personas no saben que la tienen. Es más, incluso pasa desapercibida entre los propios médicos, como denunciaba una investigación publicada en la revista SAGE Open Medicine y que pedía, sobre todo, a médicos de atención primara y urgencias estar pendientes de las señales de alerta.
"El conocimiento general sobre sífilis entre los médicos de especialidades ajenas a las enfermedades infecciosas ha sido bajo. Se necesita una mejor educación y capacitación clínica para promover el diagnóstico temprano, el tratamiento y los esfuerzos de prevención", sentencia el escrito.
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Esta patología aparece bajo la forma de llagas, las cuales desaparecen, más o menos, a las seis semanas y sin tratamiento alguno, lo que aumenta su poder de camuflaje. Además, muchas personas ni siquiera desarrollan una segunda fase, en la que puede darse fiebre, inflamación de los ganglios linfáticos, dolor de garganta, dolores de cabeza, pérdida de cabello irregular, dolores musculares y/o fatiga. Así, la tercera, que llega a las semanas o, incluso, a los años, termina en problemas neurológicos, problemas cardíacos, pérdida de la vista y la muerte.
No se puede olvidar el drama de la sífilis congénita, que es aquella que se observa en bebés cuyas madres están infectadas y no recibieron tratamiento. Aquí, en España, las cifras son muy bajas. En 2021, sólo hubo cinco casos. Si bien, desde otros países, como Estados Unidos, reportan un grave problema. Según informaba esta semana The Washington Post, en 2021 hubo casi 2.700 casos, un aumento por siete en menos de diez años.
Gonorrea y clamidia
En dicho país también enfrentan serias dificultades con una 'supergonorrea', una cepa de esta ITS que no se puede tratar con los fármacos actuales. En España, no se ha dado el caso, pero la guardia no debe bajarse, máxime teniendo en cuenta las cifras de la gonorrea. En 2021, se registraron 15.338 casos (tasa 32,41). Al igual que la sífilis, el dato marca récord desde 1995, cuando había 4.599 (tasa 11,69).
La sensación de ardor al orinar y secreciones extrañas desde el pene o la vagina son los síntomas más comunes de ésta. Aunque no tiene las nefastas consecuencias de la sífilis, sí puede provocar infertilidad.
Lo mismo ocurre con la clamidia. En sus consecuencias últimas, puede alterar el aparato reproductor hasta causar infertilidad. Según el informe de Sanidad, en España, en 2021, se registraron 20.507 casos (tasa 48,36). En este caso, sólo se tienen datos desde 2016. En aquel año, se dieron 7.239, con una tasa de 18,06.
"Estas enfermedades son igual de dramáticas que el SIDA y se debe concienciar sobre ellas", incide Corral. "Utilizar métodos barrera juega un papel muy importante en la prevención y el mantenimiento de la salud global", termina.