La localización precoz del cáncer es una de las claves para su tratamiento. Generalmente, un diagnóstico temprano se puede lograr, o bien a partir del reconocimiento de signos y síntomas iniciales, lo que no es muy frecuente, o bien a través de los sistemas de cribado, los cuales, lamentablemente, no abarcan a todos los tipos de tumores. No obstante, esto puede estar cerca de cambiar, una nueva investigación ha abierto la vía a la detección de la enfermedad a través de un simple análisis de sangre.
Después del escándalo de Theranos, que se pueda llegar a diagnosticar el cáncer con un sencillo pinchazo puede parecer una utopía, pero lo cierto es que la evidencia científica, esta vez, sí avala la premisa. Detrás de este halo de esperanza para la oncología médica está el estudio Pathfinder, llevado a cabo por profesionales del Memorial Sloon Kettering Cancer Center (MSKCC) de Nueva York (Estados Unidos), y cuyos resultados han sido presentados en el congreso de la Sociedad Europea de Oncología (ESMO).
"La importancia fundamental de este estudio es que se trata de la primera investigación en pacientes con tumores aún no diagnosticados y que no presentaban una sospecha clínica, ya que estudios previos habían demostrado validez en pacientes ya diagnosticados", señala Mónica Granja, secretaria científica de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) y oncóloga en el Hospital Clínico San Carlos de Madrid.
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Para su desarrollo, los profesionales tomaron muestras de sangre de 6.621 participantes, todos ellos mayores de 50 años y divididos en dos cohortes: una de ellas con pacientes de riesgo, que incluía personas con un historial previo de cáncer, fumadores y antecedentes familiares; y una segunda con voluntarios sin estas contingencias.
Para 6.529 participantes, es decir, muy cerca del 99%, la prueba fue negativa. En cambio, 92 de ellos dieron positivo (un 1,4%). Tras los exámenes pertinentes, sólo se detectó cáncer en 35 de ellos.
Una necesidad imperiosa
"Desde la comunidad médica recibimos noticias como estas con mucha esperanza", valora Rafael López, jefe del servicio de Oncología Médica del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela y presidente de la Fundación para la Excelencia y la Calidad de la Oncología (ECO). "Es un gran paso adelante en una necesidad imperiosa que tenemos como sociedad, que es la de diagnosticar tempranamente el cáncer".
Esta enfermedad es una de las principales causas de morbi-mortalidad en el mundo. La International Agency for Research on Cancer estima que, en el año 2020, se diagnosticaron aproximadamente 18,1 millones de casos nuevos de cáncer en el mundo. El problema, además, es que es una realidad en expansión, la misma institución calcula que llegaremos, en 2040, a los 27 millones.
Por eso, contar con herramientas de detección temprana, como señala López, es un arma muy valiosa en la lucha. Actualmente, son pocos los tipos de cáncer que cuentan con cribado. Tan sólo tienen los de mama, cuello de útero, próstata y colorrectal.
De hecho, el estudio Pathfinder logró hallar varios tipos de cáncer diferentes a estos. Concretamente, localizó de mama, hígado, pulmón, colon, endometrio, ovario, páncreas y hematológicos. "Creo que lo emocionante de este nuevo concepto es que se aplica a muchos de los cánceres para los que no tenemos ninguna prueba estándar", celebraba al respecto Deb Scharg, la autora principal del estudio y cuyas declaraciones en el evento han sido recogidas por The Guardian.
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Es cierto. Ya no es que con un sencillo análisis se logre detectar cáncer, también está el hecho de que se llegue a predecir dónde está el tumor. Para muchos, la pregunta del millón debe ser: ¿cómo se puede lograr todo esto?
"Desde hace relativamente pocos años, sobre todo en esta última década, tenemos conocimiento de que tanto las células sanas como las cancerosas secretan o desechan trozos de material genético a la sangre (ADN)", dilucida López. Esto forma parte del proceso natural de crecimiento y muerte de las células y, como detalla el oncólogo, a día de hoy, tecnologías como la aplicada en el estudio son capaces de encontrar el ADN que se ha separado del ADN tumoral, cuantificarlo y ver qué características tiene.
Concretamente, la investigación Pathfinder se hizo aplicando la prueba de sangre Galleri, que, como avanza el experto en oncología, está a la espera de los resultados de su aplicación en otro gran estudio, en este caso desarrollado por el Servicio Nacional de Salud (NHS, por sus siglas en inglés) de Inglaterra y que cuenta con la participación de 165.0000 personas.
El problema de la sensibilidad
Está por ver, pues, cuáles son dichos resultados futuros. De momento, en este actual, a la buena nueva se contraponen algunos problemas. Por un lado, está el hecho de que este tipo de técnica siempre será más sensible cuanto mayor ADN tumoral circulante derivado del tumor haya en sangre, es decir, cuanto más avanzada esté la enfermedad. "Es una cuestión de sensibilidad", detalla López. En el estudio, tan sólo 14 de los cánceres fueron detectados en etapas precoces.
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"Aunque los resultados son alentadores, es necesaria una mayor investigación para definir parámetros como la sensibilidad y especificidad de la prueba", coincide Granja, que también señala al problema de los falsos positivos de la investigación. "Hay que perfeccionarlo para llegar al punto que nos permita detectar a los pacientes con tumores tempranos sin someter a pruebas diagnósticas innecesarias a aquellos que no presentan enfermedades oncológicas".
La propia investigadora del estudio ha reconocido en el congreso el hecho "preocupante" del alto índice de falsos positivos obtenidos. "Estamos trabajando para mejorar la especificidad y el valor positivo". López, por su parte, encuentra "lógico" lo sucedido con esos errores: "Es que estamos ante los inicios de una nueva forma de hacer medicina y todo hay que mirarlo con cautela porque son resultados muy preliminares y, por desgracia, no se pueden ni se deben aplicar a la clínica habitual o al día a día".
De momento, para el experto oncólogo, lo que hay que hacer respecto al cáncer es continuar, en todos sus aspectos: "Continuar con los métodos tradicionales de cribado, de screening de cáncer, que en España, generalmente, están muy bien organizados y continuar seguir investigando para que algún día lleguemos a cubrir la necesidad total de la detección precoz del cáncer".