El 'súper aderezo' español que muchos desconocen y los expertos recomiendan: con fibra antiinflamatoria

El idioma español es conocido por su vasto repertorio léxico. Por ejemplo, cuando alguien dedica tiempo y esfuerzo a arreglarse, podemos decir que se está acicalando, engalanando, ataviando o emperifollando. Resulta curioso que este último término tenga su origen en la botánica, más específicamente, en el nombre común de una planta herbácea: el perifollo (Anthriscus cerefolium).

Esta es más que una simple hierba aromática. Pertenece a la misma familia que el perejil, las apiáceas, y comparte algunas similitudes visuales, con hojas delicadas que pueden confundirse a simple vista. Sin embargo, su verdadero encanto se revela al utilizarlo en la cocina, donde su aroma distintivo, con un toque anisado, hace que se utilice tanto para condimentar como para decorar los platos. También sirve para elaborar infusiones y tés. Principalmente asociado con la cocina francesa y alemana, el perifollo es una hierba que brilla durante la primavera y el verano.

Conocida desde hace mucho tiempo, Columela, un escritor hispano de la Antigua Roma, escribió que “el perifollo y también la hortaliza llamada armuelle conviene sembrarlas alrededor de las calendas de octubre, en un lugar que no sea muy frío; pues si el país tiene los inviernos rigurosos, se han de trasladar estas plantas desde la almáciga dividiéndolas después de los idus de febrero”. A pesar de ello, suele estar disponible en el mercado durante todo el año en formato fresco, seco o congelado. 

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Un alimento equilibrado

La composición nutricional es equilibrada y ofrece una variedad de nutrientes esenciales para el cuerpo humano. Por cada 100 gramos obtendremos 237 calorías aproximadamente, 49,1 g de carbohidratos, 23,2 g de proteínas, 11,3 g de fibra dietética y 3,9 g de grasas. Contiene minerales como calcio, potasio, magnesio, zinc y hierro, además de vitaminas A, C y B1. 

Hierbas para cocinar. iStock

Con estos valores, el perifollo, a menudo comparado con el perejil, no solo es un placer culinario, sino también una fuente de nutrición con múltiples beneficios para la salud. Rica en antioxidantes, vitaminas, minerales y fibra dietética, esta hierba de la familia del perejil tiene un gran poder antiinflamatorio, motivo por el que es un alimento que conviene incluir en nuestra dieta.

Propiedades antisépticas

Uno de sus componentes destacados es el metil-eugenol, un aceite volátil esencial presente en el perifollo, que comparte propiedades beneficiosas para la salud con su pariente, el perejil. El eugenol, derivado del metil-eugenol, tiene efectos antisépticos, lo que lo hace útil, por ejemplo, en odontología para tratar problemas de encías y dientes. Además, estudios preliminares sugieren un posible papel en el control de los niveles de azúcar en sangre en personas con diabetes.

Antioxidantes

También cuenta con una alta concentración de antioxidantes flavonoides polifenólicos como la apigenina. La investigación indica que puede actuar como neuroprotector, reduciendo potencialmente el daño neuronal y ofreciendo efectos protectores contra la enfermedad de Alzheimer.

Además, muestra promesas en la prevención del cáncer. También cuenta con vitaminas con poder antioxidante, como la vitamina A, vitamina C y vitamina E. Todas ellas resultan muy útiles para ayudar a combatir el estrés oxidativo y apoyan la salud general.

El poder de los minerales

En su forma seca, el perifollo sirve como una excelente fuente de minerales esenciales, incluyendo potasio, calcio, zinc, manganeso, hierro y magnesio. El potasio, en particular, juega un papel crucial en la regulación del ritmo cardíaco y la presión arterial. El hierro es vital para el transporte de oxígeno dentro de los glóbulos rojos, mientras que el manganeso actúa como cofactor para las enzimas antioxidantes.