El té verde, con una historia que se remonta a China alrededor del 2737 a.C., es una de las bebidas más antiguas y consumidas en el mundo. Según una leyenda, el emperador Shen Nong descubrió el té cuando unas hojas de té cayeron accidentalmente en su agua hirviendo.
Este descubrimiento condujo a la integración del té en la medicina tradicional china, donde se valoraba por sus propiedades curativas. A lo largo de los siglos, esta infusión se ha convertido en un elemento cultural esencial en Asia, especialmente en China y Japón, donde se celebra en ceremonias del té tradicionales.
Hoy en día, el té verde es consumido mundialmente, siendo apreciado tanto por su sabor único como por sus beneficios para la salud.
Contra el envejecimiento
El té verde es particularmente rico en catequinas, que son antioxidantes poderosos. Estos compuestos combaten los radicales libres, moléculas inestables que pueden dañar las células y contribuir al envejecimiento y a diversas enfermedades. El principal antioxidante del té verde, la epigalocatequina galato (EGCG), ha sido estudiado por su capacidad para combatir el estrés oxidativo y promover la salud celular. Esto podría explicar, en parte, por qué el consumo regular de té verde está asociado con un menor riesgo de enfermedades crónicas relacionadas con la edad.
Salud cardiovascular
Esta infusión beneficia la salud cardiovascular de diversas maneras. Distintos estudios han demostrado que puede mejorar la función endotelial de las arterias, lo que lleva a una mejor circulación. Además, su capacidad para reducir los niveles de colesterol malo (LDL) y mejorar la relación entre el colesterol bueno (HDL) y malo es crucial para prevenir la acumulación de placa en las arterias, reduciendo así el riesgo de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares. La presencia de polifenoles en el té verde también juega un papel importante en la protección contra el estrés oxidativo en el sistema cardiovascular.
Control de peso
Esta bebida ha ganado popularidad como un complemento para la pérdida de peso. Esto se debe a su capacidad para aumentar el metabolismo y promover la oxidación de grasas. La EGCG, junto con la cafeína presente en el té verde, puede aumentar la termogénesis, el proceso por el cual el cuerpo quema calorías para producir calor. Lo que a su vez promueve la quema de grasa más eficiente y, en consecuencia, en la pérdida de peso.
Prevención del cáncer
Esta bebida también ha sido investigada por su potencial para reducir el riesgo de varios tipos de cáncer, incluyendo el de mama, próstata y colon. Las catequinas, especialmente la EGCG, pueden tener propiedades anticancerígenas, tal y como revela una revisión, posiblemente a través de su capacidad para proteger contra el daño del ADN e inhibir ciertas vías de señalización celular involucradas en el crecimiento y la proliferación de células cancerosas.
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Neuroprotector
Otro de los beneficios del té verde son los efectos protectores sobre el cerebro. Sus antioxidantes pueden reducir el riesgo de enfermedades neurodegenerativas como la enfermedad de Alzheimer y Parkinson, al inhibir los procesos que llevan a la disfunción y muerte neuronal. Además, mejora la función cognitiva y podría aumentar la conectividad neuronal, lo que contribuye a una mejor salud cerebral y a la prevención del deterioro cognitivo relacionado con la edad.
Otro de los componentes de esta bebida, un aminoácido llamado L-teanina. Este tiene la notable capacidad de atravesar la barrera hematoencefálica y, una vez en el cerebro, promover un estado de relajación y calma, contrarrestando los efectos estimulantes de la cafeína. Esta combinación única de cafeína y L-teanina puede mejorar la función cerebral al aumentar la concentración y la memoria. De hecho, esta combinación también afecta positivamente al estado de ánimo, ya que la L-teanina aumenta la producción de dopamina y serotonina, neurotransmisores que juegan un papel importante en la regulación del estado de ánimo y la sensación de bienestar.
Los beneficios de esta infusión no se limitan solo a la salud interna. "Resulta que los polifenoles presentes en el té verde tienen propiedades antibacterianas y antivirales. Unos beneficios que tienen un impacto directo sobre la salud dental, ya que ayuda a reducir la formación de placa dental y combatir las bacterias que causan caries", señala Alejandra Cañadas, dentista madrileña.
La combinación de todos estos beneficios demuestra el potencial del té verde para contribuir a una vida más larga y saludable. Sus efectos en la reducción del riesgo de enfermedades crónicas, como las enfermedades cardíacas, el cáncer y la diabetes, son fundamentales.
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Un estudio a largo plazo realizado en Japón encontró una asociación entre el consumo regular de té verde y una reducción significativa en el riesgo de mortalidad durante un período de 11 años. Otras investigaciones realizadas posteriormente han dado resultados similares en la población japonesa. Si bien ningún alimento o bebida puede garantizar una vida más larga, el té verde puede ser un aliado importante para mejorar la calidad de vida a medida que envejecemos.