Durante los últimos 20 años, el investigador y escritor Dan Buettner, conocido como "el sabio de la longevidad", ha viajado por todo el mundo para investigar las conocidas como 'zonas azules'. Ya hemos mencionado esos enclaves famosos por la cantidad de centenarios que albergan en más de una ocasión en EL ESPAÑOL: Okinawa (Japón), Cerdeña (Italia), Nicoya (Costa Rica), Ikaria (Grecia) y Loma Linda (California).
Gracias a estos viajes, Buettner ha podido hablar con 263 personas que han sido capaces de superar los 100 años. Si bien es cierto que cabe recordar que la genética tiene un gran peso a la hora de poder superar la barrera de los 90 o los 100 años, Buettner ha descubierto al menos nueve factores a tener en cuenta para poder añadir años de vida mientras se disfruta de una significativa calidad de vida.
1. Movimiento y actividad natural
Aunque hoy en día está en boga el fitness, running y otros tipos de entrenamiento "artificial" que buscan compensar nuestro actual ritmo de vida occidental, caracterizado por el sedentarismo continuado, las personas más longevas del mundo no realizan tales actividades.
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Lo que sí hacen es vivir en entornos que les empujan a moverse constantemente y por necesidad. Realizan caminatas para prácticamente todo, a diario, en islas y terrenos famosos por su escarpamiento. Y practican la jardinería, sin comodidades mecanizadas para trabajar en pequeños huertos de subsistencia.
2. Tener un propósito vital
Los habitantes de Okinawa (Japón) llaman al propósito "ikigai", mientras que los nicoyanos de Costa Rica hablan de un "plan de vida". En ambos casos la traducción consistiría en tener claro el motivo por el que nos despertamos cada mañana y seguimos con nuestra vida.
En todas las zonas azules visitadas por Buettner, el propósito vital era clave, más allá del simple trabajo y la subsistencia. De hecho, los estudios sugieren que tener un sentido para vivir puede añadir hasta 7 años más de vida.
3. Convivir con el estrés
Incluso los habitantes de las Zonas Azules sufren estrés, algo que a su vez sabemos que se ha relacionado con la inflamación crónica y se ha relacionado con las principales enfermedades asociadas a la edad. Pero el estrés no es malo de por sí.
De hecho, estos centenarios realizan rutinas para eliminar el estrés. Los habitantes de Okinawa dedican un momento del día para recordar a sus antepasados, los adventistas de Loma Linda oran, los ikarianos practican la siesta y los sardos tienen su 'hora feliz' para reunirse en comunidad.
Ser capaces de adaptarnos al mismo y convivir con él, más que anularlo por completo, es el camino de la longevidad.
4. La regla del 80%
"Hara hachi bu" es un mantra confuciano con 2.500 años de antigüedad que los okinaenses siempre tienen en mente en sus rezos previos a las comidas. Este refrán les recuerda que deben dejar de comer cuando sientan que sus estómagos están llenos al 80%.
Los habitantes de las Zonas Azules en general realizan su comida más frugal al final de la tarde o al inicio temprano de la noche, y no comen nada más hasta el día siguiente. Como también sabemos ahora, cenar pronto y evitar comer durante las horas sin luz también se ha relacionado con una mejor y más larga vida.
5. Dieta basada en plantas
Otro de los factores que tienen en común las Zonas Azules es su dieta, la cual suele ser en su mayoría basada en plantas: judías (frijoles), soja y lentejas son la piedra angular de la mayoría de estas dietas. Respecto a la carne, no la evitan, pero consumen solo 5 porciones al mes, y estas porciones son de apenas 100 gramos.
6. Alcohol con moderación
Los habitantes de las Zonas Azules, incluso la comunidad de Adventistas de California, consumen alcohol de forma moderada y regular. Según algunos estudios, el consumo moderado sería mejor que la abstinencia total, aunque es un tema aún polémico y pendiente de estudio hoy en día.
7. Creencias y comunidad
Otro de los factores en común entre los centenarios, y concretamente en 258 de los 263 entrevistados por Buettner, fue la pertenencia a un grupo o comunidad religiosa. En su caso, no parecía importar la religión en sí, sino el hecho de asistir a servicios religiosos cuatro veces al mes de media, algo que se relacionó con una esperanza de vida de entre 4 y 14 años más.
8. La familia mejora la vida
Los habitantes de las Zonas Azules mantienen una relación cercana con padres y abuelos, y conviven con ellos en sus propias casas. Los estudios relacionan esto con una menor tasa de enfermedad y mortalidad de los hijos.
Así mismo, se comprometen en pareja de por vida -algo que aumentaría la esperanza hasta 3 años más-, y pasan muchas horas dedicadas a la crianza de sus hijos. Esto a su vez aumenta las posibilidades de que estos hijos sean buenos cuidadores de sus padres en el futuro.
9. La tribu adecuada
Finalmente, los centenarios suelen pertenecer a círculos sociales que apoyan los comportamientos saludables. Un ejemplo son los habitantes de Okinawa, que crean "moais", grupos de cinco amigos que se comprometen entre sí de por vida.
Se sabe que los comportamientos poco saludables como fumar, sufrir obesidad o la soledad son contagiosos. Sin embargo, las personas más longevas del mundo moldean favorablemente sus comportamientos de salud, en grupo.
Como concluye Buettner, seguir a rajatabla estos nueve consejos no garantizará llegar a los 100 años, pero son un buen punto de partida para sumar mayor cantidad y calidad a nuestras vidas.