El comercio de proximidad es clave. Lo es a la hora de conformar el corazón del tejido de una ciudad. Ese sentimiento de pertenencia que refuerza a una villa determinada. El hecho de decir: “Yo voy a comprar aquí, a mi tienda de toda la vida”. Allí estará esperando, al otro lado del mostrador, tu vendedora de confianza. La que te guía, la que te da los mejores consejos, la que te vende lo que necesitas.
Valladolid cuenta con un gran número de este tipo de comercios. Sin embargo, se está contagiando de la peligrosa tendencia que existe en la actualidad. Y es que, como apunta un informe exhaustivo del Consejo Económico y Social de Castilla y León, el 25% de los establecimientos que encuadramos dentro de este tipo de comercio, ha desaparecido.
Y eso que es el sector que más empleo genera, solo por detrás del industrial, con más de 131.000 empleos. Cuenta con 30.000 puntos de venta tanto en ciudades como en pueblos y supone, para nuestra Comunidad, mover un total de casi 30.000 millones de euros al año.
Sin embargo, la subida de precios de las materias primas, y el hecho de que a los ciudadanos de a pie les afecte de manera notable la inflación imperante, hace que estos negocios que dar autoridad a las ciudades, tengan que cerrar el cierre. La falta de relevo es otro de los motivos que obligan a muchos a bajar las persianas.
El corazón de Valladolid está recibiendo en este 2023 muchos golpes en forma de cierres de negocios míticos que tienen que decir adiós.
Dos cierres en escasos 50 metros en el centro neurálgico de la ciudad
Era el pasado 18 de abril, cuando EL ESPAÑOL de Castilla y León les informaba del cierre de la Confitería y Pastelería Cubero. Un negocio ubicado en la calle Pasión, en pleno centro de la ciudad vallisoletana. El pasado 31 de mayo se consumaba este cierre que dolía y mucho al corazón de Valladolid.
“Llevo tiempo diciendo que iba a cerrar, pero no me lo creía. Al final, hay que tomar decisiones. Ni mis hijos ni los sobrinos quieren coger las riendas. Su destino tenía otros derroteros, así que no me quedaba más que jubilarme”, confesaba, en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León, Enrique Cubero Torres, de 68 años y que pasaba por ser el dueño de la conocida pastelería vallisoletana, con la que se deleitaban los vecinos y también los turistas.
Ese local que abría sus puertas allá por el año 1980 y que soplaba este curso las 43 velas bajó sus persianas, tristemente a finales del mes de mayo dejando un enorme vacío en el corazón de los pucelanos, sobre todo en el de los más golosos.
A escasos metros, el próximo mes de octubre, también echará el cierre otro de los negocios míticos de nuestra ciudad como es Ambrosio Pérez Joyeros, que se ubica también en la Plaza Mayor, en la intersección con la conocida calle Santiago de la ciudad del Pisuerga.
“En principio cerramos en octubre. Valladolid, cada vez, pierde más empresas que optan por marcharse a Madrid o Barcelona. Desde la pandemia hemos notado el bajón en las ventas y eso nos obliga a cerrar. Adiós a un negocio que abrió sus puertas en Valladolid en el año 1885”, nos explica Antonio, trabajador del lugar.
Deportes Chema, ópticas, bares y quioscos también echan el cierre
Otro de los negocios míticos que han echarán el cierre será Deportes Chema. Lo hará el 31 de julio como aseguraba el pasado 27 de mayo Chema Rodríguez en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León. Una tienda que abrió sus puertas allá por abril de 1978 y que se trasladaba a Doctor Cazalla en el año 1998.
“Me da pena, pero también, por otro lado, alegría. Mi mujer me veía poco con el negocio y porque he entrenado durante 25 años a equipos de fútbol sala viajando por diferentes puntos de España. Es hora de disfrutar con ella los años que nos queden de vida”, confesaba nuestro entrevistado.
Quioscos, panaderías hasta en la provincia, ópticas o bares también han echado el cierre en la ciudad del Pisuerga por diversos motivos, alargando una lista negra de “defunciones” en lo que al comercio de proximidad se refiere, que preocupa.
Un soplo de positividad con aperturas
Pero, por suerte, no son todo malas noticias en lo que al comercio de proximidad de la ciudad se refiere. Este lunes, 10 de julio, el sindicato UGT en Castilla y León anunciaba que se había llegado a un acuerdo para dar el visto bueno al nuevo convenio colectivo para el Comercio General que entrará en vigor en las próximas fechas en la provincia de Valladolid.
Un convenio que tendrá validez hasta diciembre del 2025 y en el que se ha aprobado una subida salarial pactada de un 12% durante su vigencia. El texto recoge un aumento salarial del 5,5% para el año 2023 que tendrá carácter retroactivo desde el 1 de enero de este año. En el 2024, la subida será del 3,5% y del 3% en el 2025.
A esta aprobación del convenio en el sector del comercio podemos añadirle también que hay buenas noticias en forma, también, de aperturas, como la del Piraña que amplía su negocio con un nuevo establecimiento hostelero en la Plaza de San Miguel, previsto para el mes de septiembre de este año.
Buenas noticias, eso sí, que no borran los cierres que golpean, con fuerza, al corazón de Valladolid.