Una pareja de campeones enamorada de las artes marciales mixtas

Ella, de San Salvador y tiene 26 años. Se llama Brenda Abigail Ayala. Él, Daniel Marcos Conde, nacido en la localidad de Medina del Campo, pero vive en Arroyo de la Encomienda, junto a “Abi”, como le gusta que la llamen. Tiene 41 años. Ambos, amantes de las Artes Marciales Mixtas y que triunfan en esta disciplina gracias a sus dotes y a su capacidad de competición.

Los dos se impusieron, el pasado 4 de marzo, en el Campeonato de Castilla y León de Artes Marciales Mixtas que se celebró en el Polideportivo Pablo Cáceres de la Villa de las Ferias. Brenda consiguió la victoria en el peso mosca femenino (52,2 kilos). Por su parte, Daniel, lo hizo también dentro del peso mosca con sus 56,6 kilos.

Las Artes Marciales Mixtas, conocidas por sus siglas MMA, del inglés, Mixed Martial Arts, pasan por ser la combinación perfecta de técnicas provenientes de distintas artes marciales y deportes de combate. Normalmente se usa para la competición, dentro del deporte de combate, pero también para la defensa personal.

En declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León nos cuentan cómo vivieron ese día mágico, lo que significa para ellos el MMA y cómo es su día a día.

Un noviazgo que comenzó en 2019

Brenda se define como una persona “muy tranquila y determinada”. Dani como un hombre “muy seguro de su trabajo” y “muy estricto en lo que tiene que ver con la preparación”. Unas cualidades muy importantes en la vida y también en el deporte que practican. Lo que hace que sean dos auténticos campeones.

La fémina nació en San Salvador. Llegó a Valladolid en el año 2017. El varón es un vallisoletano nacido y convencido. El amor surgió en el año 2019 entre ambos. “Nos conocimos por Facebook. Yo vivía en Madrid y estaba en proceso de adaptación en el país. Busqué un gimnasio para aprender Artes Marciales y contacté con mi actual pareja. Fuimos amigos durante un tiempo y nuestra relación comenzó cuando me mudé a Medina del Campo”, nos cuenta la joven de 26 años.

Ambos se ven bien como pareja. Pueden compartir las mismas aficiones. Para los dos resulta muy importante esto. Vivir el día a día entrenando y, también, compitiendo. Y, sobre todo, triunfando en dicha competición.

“Nos vemos como un complemento. Como un apoyo mutuo. Estamos muy contentos porque nos complementamos en todos los aspectos. Competir juntos nos da más fuerza”, asegura Daniel a este periódico.

Pasión por las artes marciales mixtas

Ambos viven, ahora, en Arroyo de la Encomienda desde el pasado año, 2022. Dani practica las artes marciales desde que tenía 12 años. Empezó con el taekwondo donde ahí conoció a Miguel Ángel Redondo, su antiguo compañero, el cual ahora a pasar a ser su actual maestro de MMA. De ahí hasta ahora, entrenando duro y triunfando.

Brenda lo practica desde el año 2020. “A mí siempre me ha gustado, lo que sucede es que en mi país está muy mal visto practicar Artes Marciales por parte de una mujer porque hay mucho machismo. Pero estoy muy contenta practicándolo”, nos explica la joven. Ya participó también en el Campeonato de España del año 2021 que se celebró en Marbella donde consiguió la medalla de bronce.

Los dos pertenecen al Club MMA Medina. En la Villa de las Ferias. Hasta allí viajan, a la semana y de normal, unos tres días para entrenar. Cuando hay competición de por medio llegan incluso a ejercitarse hasta cinco días, dos horas cada jornada, en busca del triunfo.

Dos campeones

“El Campeonato de Castilla y León que se celebró el 7 de marzo en el Polideportivo Pablo Cáceres de Medina del Campo lo vivimos, los dos, con mucho nerviosismo. Fue un día lleno de emociones”, asegura la pareja.

Y tanto, ambos triunfaron para proclamarse campeones de Castilla y León en su categoría. Lo celebraron, de cena, con los compañeros del club de Medina y con sus familiares. No podía ser para menos.

Ahora, estos dos campeones ya se marcan otro reto: participar en el próximo Campeonato de España que se va a celebrar en Madrid. Una pareja de campeones, enamorada de las Artes Marciales Mixtas, que quiere seguir triunfando.