Es más que evidente que a Mía es la venganza le está costando hacerse un hueco en la sufrida franja de la sobremesa. La ficción diaria está teniendo unos datos de share entre el 7% y el 9%. A sabiendas que este tipo de formatos necesitan una carrera de fondo, tal y como le ha sucedido recientemente a La Promesa; Telecinco ha querido pisar el acelerador y va a convertir las mañanas de los domingos en el momento ideal para la reposición de la serie protagonizada por Lydia Bosch.
Según revela FórmulaTV, Mediaset también va a cambiar sus estrategias de cara a las mañanas de sus fines de semana. Hasta el momento, las reposiciones de Got Talent España eran las que dominaban las franjas matutinas de los sábados y domingos. A sabiendas que Telecinco debe reforzar sus tardes, nada mejor que aprovechar las mañanas de fines de semana para buscar fidelizar al público.
Por un lado, los sábados serán aprovechados para emitir reposiciones de 25 palabras. Mientras que los domingos será Mía es la venganza la que ocupe toda la franja de la mañana. Tras un primer experimento el pasado fin de semana, la reposición de la serie creada por Aurora Guerra el pasado sábado 17 de junio obtuvo un 4,3% de cuota y el domingo 18 logró un 3,1% de share.
Finalmente, Mediaset ha optado porque la ficción esté condensada en un único día. Con lo cual, las reposiciones comenzarán las 08:20 de la mañana hasta las 13:30, cuando comience la emisión de Socialité. Serán un total de cinco horas de programación, una auténtica maratón con la que los espectadores tienen la oportunidad de ver aquellos episodios que con su emisión diaria se hayan perdido.
De esta forma, Telecinco busca que la ficción siga asentándose en la franja de sobremesa, dándole una segunda vida rápida. La serie protagonizada por Lydia Bosch está siendo tercera opción frente a La Promesa y Amar es para siempre. Con lo cual, el cambio de estrategia puede provocar que, al menos, los datos se estabilicen de cara a una posible subida a largo plazo.
La ambiciosa apuesta de Telecinco por el regreso a las series diarias
Mía es la venganza es la gran apuesta de Telecinco por la vuelta a las ficciones diarias, 14 años después del final de Yo soy Bea. Una ambiciosa producción a nivel técnico, con 8.000 metros cuadrados que tiene la ficción de decorados, con cerca de 3.000 metros cuadrados de platós cubiertos y 5.000 metros cuadrados de backlot y exteriores.
La serie narra cómo una terrible tragedia marca el destino de los protagonistas. Sonia (Lydia Bosch) y Mario (José Sospedra) tienen algo en común: ambos sufren las consecuencias de un terrible accidente ocurrido 20 años atrás. Ella huía con su coche, pero pierde el control del automóvil y acaba cayendo a un lago. La mujer logra salvar sólo a una de las dos niñas que llevaba consigo, a su hija Olivia (Natalia Rodríguez).
Dos decenios después, Sonia se ha convertido en una de las empresarias más importantes de la región, propietaria de lujoso y exclusivo club deportivo Los Olivos. Sin embargo, bajo la capa de frialdad, esconde un terrible tormento y sentimiento de culpa. Por el lado contrario, Mario se ha convertido en un joven muy atractivo, pero consumido por el odio y el ansia de vendetta, quien se hará pasar por otra persona para ser un trabajador de Los Olivos y ejecutar un estudioso plan de venganza. Con lo que no contaba Mario es enamorarse de Olivia, quien vive en la frustración de no estar nunca a la altura de las exigencias de su progenitora. El joven tendrá un dilema: elegir entre el amor y el afán de revancha.