Este lunes 12 junio, a las 15:45 horas, desembarca a las sobremesas de Telecinco Mía es la venganza, la primera ficción diaria del primer canal de Mediaset desde Yo soy Bea, emitida entre 2006 y 2009. 14 años después, que suponen mucho más que un cambio de ciclo, porque la producción creada por Aurora Guerra (Acacias 38, El secreto de Puente Viejo) es una verdadera apuesta fuerte por parte de la cadena, además de una muestra de compromiso por revolucionar sus tardes y unirse a la ‘batalla’ de las telenovelas de sello español.
Mía es la venganza narra cómo una terrible tragedia marca el destino de los protagonistas. Sonia (Lydia Bosch) y Mario (José Sospedra) tienen algo en común: ambos sufren las consecuencias de un terrible accidente ocurrido 20 años atrás. Ella huía con su coche, pero pierde el control del automóvil y acaba cayendo a un lago. La mujer logra salvar sólo a una de las dos niñas que llevaba consigo, a su hija Olivia (Natalia Rodríguez).
Dos decenios después, Sonia se ha convertido en una de las empresarias más importantes de la región, propietaria de lujoso y exclusivo club deportivo Los Olivos. Sin embargo, bajo la capa de frialdad, esconde un terrible tormento y sentimiento de culpa. Por el lado contrario, Mario se ha convertido en un joven muy atractivo, pero consumido por el odio y el ansia de vendetta, quien se hará pasar por otra persona para ser un trabajador de Los Olivos y ejecutar un estudioso plan de venganza. Con lo que no contaba Mario es enamorarse de Olivia, quien vive en la frustración de no estar nunca a la altura de las exigencias de su progenitora. El joven tendrá un dilema: elegir entre el amor y el afán de revancha.
Una serie cuya premisa ya apunta a algo diferente respecto a las ficciones de la competencia, dado que está situada en el presente, alejada de la Córdoba de 1913 de La Promesa y del Madrid de los años 80 de Amar es para siempre, la cual finalizará en el verano del año que viene. A priori, Mía es la venganza no sólo tiene los ingredientes para enganchar al público, sino también de un compromiso de estabilidad por parte de Mediaset. En la rueda de prensa de presentación, se reveló, a pregunta de Bluper, que la cadena había firmado entre dos temporadas y media y tres y que ya están grabados 90 episodios de la primera temporada.
Ambiciosa apuesta a nivel interpretativo, técnico y visual
Un compromiso a largo plazo con el que se muestra que la apuesta por Mía es la venganza viene para quedarse. Pero Telecinco realiza algo más que una declaración de intenciones, dado que la rueda de prensa se produjo en el set de rodaje, donde se pudo ver que, a nivel técnico, Mediaset tiene la intención de crear una serie diaria de calidad, en la línea de las producciones recientes pensadas para este formato. Además de contar con un amplio abanico de personajes que sirven para hacer una radiografía de las distintas capas de la sociedad, tanto en el espectro de edades como estrato social, lo que destaca son los 8.000 metros cuadrados que tiene la ficción de decorados.
Una atractiva y moderna puesta en escena que cuenta con cerca de 3.000 metros cuadrados de platós cubiertos y 5.000 metros cuadrados de backlot y exteriores que albergan la piscina y los bungalós, recreándose así la opulencia de la que presume el club Los Olivos y así sienta el público que está siendo testigo de un escenario exclusivo. Un compromiso digno de comparación con el que hace TVE tanto con La Promesa, la cual tiene parte de su rodaje en el palacio El Rincón, una edificación del siglo XIX y que pertenece a la marquesa de Griñón, Tamara Falcó; como con 4 estrellas, su serie diaria nocturna a la que supera en decorados, dado que éste apenas tiene casi 3.000 metros cuadrados.
Con calidad técnica y con un reparto de lujo, dado que la telenovela cuenta con otros nombres de primer nivel como Armando del Río, Elena Furiase, Gonzalo Kindelán, Begoña Maestre, Fanny Gautier, David V. Muro, Fátima Baeza, Ibrahim Al Shami J. o Mariam Hernández, entre otros. “Hemos apostado por una serie diaria contemporánea con un protagonista femenino muy fuerte. Una apuesta por una serie coral y verosímil, que está muy cuidada”, señaló Arantxa Écija, responsable de ficción de Mediaset, en la presentación de la serie.
Con Aurora Guerra como creadora de la ficción, estuvo detrás de éxitos diarios de audiencia como los mentados Acacias 38 y El secreto de Puente Viejo, Mía es la venganza es una apuesta por “una serie clásica con melodrama”, en el que se combina el thriller con el amor, la traición, la intriga y los vínculos familiares. Dado que está ambientada en el presente, esto le permite ser “muy moderna a nivel de personajes y trama”. “Hay diversidad con las nacionalidades, empoderamiento de la mujer”, defendió Écija en la presentación. “Será una serie que atrape”, añadió.
Las 15 minutos que marcarán la diferencia
Pero Mía es la venganza no sólo es una apuesta ambiciosa en términos de reparto y aspecto técnico, Telecinco tiene decidido atraer al público. Por ello, su emisión será a las 15:45, 15 minutos antes de la que tenía su predecesora, Sálvame Limón, y será 45 minutos antes del inicio de Amar es para siempre y La Promesa. Esto implica que el enfrentamiento de series será de apenas 15 minutos, logrando así darle un amplio margen para que su primera toma de contacto con la audiencia.
Ese adelanto por 15 minutos resulta fundamental en esta ambiciosa apuesta que tiene ahora el mayor reto: fidelizar al público. No es una labor fácil, aunque ahora La Promesa presuma de datos que están entre el 10% y el 12% de share, en sus inicios, tuvo entre un 7% y un 8% de cuota. Con lo cual, dado que Mediaset tiene comprometidas tres temporadas, parece que es consciente de que se trata de una carrera de fondo.
El reto es grande porque Mía es la venganza será la única serie diaria española de sobremesa ambientada en el presente y la primera procedente de una generalista privada. Ha habido varios intentos de ficciones situadas en el presente: Servir y proteger, Dos vidas, Mercado central, Derecho a soñar y Centro médico, todas emitidas en La 1. De todas las nombradas, sólo dos de ellas lograron superar la barrera de las dos temporadas, Servir y proteger y Centro médico. Con lo cual, demuestra que una apuesta diaria ambientada en el presente puede triunfar.
Apuesta por la diversidad y por tramas propias de la actualidad
No obstante, Mía es la venganza tiene la ventaja de apostar por los cánones propios de los melodramas diarios, al tener de escenario una villa de lujo y mostrar las vidas de trabajadores, socios y propietarios, llevando esos elementos, que suelen ser vistos en producciones de época, al presente. Eso le permite romper mejor los esquemas de estas ficciones, lo que permite introducir también tramas con personajes abiertamente LGBT, en los que su sexualidad se reflejará con la máxima naturalidad posible, gracias a estar ambientada en el presente.
Una oportunidad que le permite a Telecinco mostrar una apuesta diaria diferente, atrevida, innovadora y a la par clásica. Mía es la venganza tiene, además, la ocasión de demostrar que la ficción diaria española es capaz de ir más allá de las producciones de época (muy queridas y de gran calidad, cabe recalcar) y ofrecer un producto cercano a la industria portuguesa, francesa o turca, que tanto éxito tienen fuera de sus fronteras. Ahora, será el público el que tenga la última palabra.