Habrá tasa turística en la Comunidad Valenciana, de aplicación a finales de 2023 o en 2024. Ese es el compromiso recogido este jueves por el parlamento autonómico después de que PSOE, Compromís y Unidas Podemos hayan votado a favor de implantar un impuesto que grave al turismo en la región, aunque con una moratoria durante un año con el objetivo de esperar a una "recuperación completa".
La única duda que había en la sesión extraordinaria era el PSOE, un partido dividido sobre este gravamen y que la semana pasada declinó aclarar qué iba a votar este jueves. El secretario general de los socialistas valencianos y jefe del Consell, Ximo Puig, aclaró el voto a favor de su formación, aunque aseguró que estaba en contra de aplicar el tributo. Este jueves no ha estado presente en la votación.
El propio secretario autonómico de Turismo de Puig, el socialista Francesc Colomer, calificó esta decisión de "error estratégico", teniendo en cuenta que absolutamente todo el sector empresarial -con sus múltiples modalidades de alojamiento- está en contra de aplicarlo, y así lo ha trasmitido desde hace meses a los diputados del PSOE.
La tasa turística en la Comunidad Valenciana será, según el proyecto presentado, un impuesto de rango autonómico, bonificado en un principio al 100 % y con la posibilidad de que lo cobren también los municipios, aunque no queda claro cómo controlarán el dinero recaudado de esta forma.
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De hecho, de todas las grandes localidades turísticas valencianas la única que parece que lo aplicará será Valencia, porque ni Benidorm, Alicante, Torrevieja o Peñíscola tienen intención de reclamarlo.
El importe del impuesto será de entre 0,50 y 2 euros por persona y día, en función de la categoría del establecimiento, y hasta un máximo de una semana. Quedan exentos los menores de 16 años y usuarios de programas sociales como el Imserso. Los empadronados dentro de la propia región la tendrán que pagar, en caso de alojarse en algún lugar objeto del tributo.
Es importante destacar que la tasa no es sobre las pernoctaciones: además de a los hoteles, campings, casas rurales y viviendas turísticas, afecta también a los cruceristas que recalen en la Comunidad, hagan o no noche en la autonomía.
La oposición lo rechaza en bloque
PP, Cs y Vox han votado en contra de la tasa turística valenciana, una posición anticipada desde hace meses y que, de hecho, ha sido punta de lanza del líder de los populares valencianos, el alicantino Carlos Mazón. La portavoz del PP en las Cortes, María José Catalá, ha asegurado este jueves que su partido es un "muro de contención" ante el gravamen, y que los ayuntamientos donde gobierna no lo van a aplicar.
En el caso de Ciudadanos, su síndica, Ruth Merino, ha asegurado que los socialistas "tenían la oportunidad de ponerse de lado de uno de los sectores más importantes de nuestra economía, pero ha elegido el sectarismo", en alusión a la presión ejercida por sus socios de Compromís y Unidas Podemos.
Tanto la federación de ocio, turismo y juego como las principales patronales turísticas valencianas (Hosbec, APHA o Aptur, entre otros) han solicitado esta semana rechazar la tramitación de este impuesto al considerar que "no es el momento" de aumentar la fiscalidad en "un momento de incertidumbre económica y con una inflación superior al 10%".