El equipo de Sandra Jurado en el Instituto de Neurociencias de la UMH y CSIC.

El equipo de Sandra Jurado en el Instituto de Neurociencias de la UMH y CSIC.

Educación

Un estudio de Alicante analiza la influencia de la oxitocina en autismo y depresión

La investigadora Sandra Jurado avanza el desarrollo de "nuevas estrategias moleculares para aumentar los niveles de esta hormona".

11 enero, 2023 12:28
Alicante

El estudio de la función de la oxitocina en la regulación del comportamiento social de los humanos es la base del proyecto Oxito-Cure. Desde Elche un grupo de investigación liderado por Sandra Jurado se plantea como objetivo identificar las alteraciones neuronales en el origen del autismo o la depresión.

El Instituto de Neurociencias, centro mixto de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche y del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), se encarga de este trabajo sobre una hormona de la que ya se conoce su papel en el parto y la lactancia. Ahora se quiere profundizar en las múltiples evidencias que indican bajos niveles de oxitocina cerebral en pacientes de trastornos sociales.

Estas líneas sugieren la existencia de alteraciones en este sistema que podrían aparecer durante las etapas tempranas del neurodesarrollo, según explica el comunicado de la UMH. El proyecto Oxito-Cure explorará el potencial terapéutico de distintas estrategias dirigidas a aumentar los niveles de oxitocina en el cerebro.

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Con ello esperan restaurar el comportamiento social en patologías como el autismo, la esquizofrenia, la depresión o, incluso, enfermedades neurodegenerativas como la enfermedad de Alzheimer. Los déficits del comportamiento social no se limitan al trastorno del espectro autista, sino que suponen un síntoma comórbido de numerosas enfermedades neuropsiquiátricas.

El proyecto Oxito-Cure se basa en resultados de estudios previos en los que ha participado Jurado donde indican que el sistema de oxitocina aún se encuentra en estado inmaduro en el momento del nacimiento. Estas primeras semanas de vida suponen un periodo plástico en el que el sistema madura y adquiere sus propiedades funcionales. Sin embargo, este no es un proceso infalible y pueden generarse errores que podrían dar lugar a, por ejemplo, patrones de conexión aberrantes, provocando un mal funcionamiento del sistema.

"Gracias a las novedosas técnicas de reconstrucción 3D de circuitos neuronales se podrán identificar las potenciales alteraciones del sistema de oxitocina en regiones concretas del cerebro de animales modelo", según explica Sandra Jurado. Una vez se haya conseguido eso, "podremos dirigir nuestras herramientas moleculares para intentar compensar el déficit de oxitocina en estas zonas concretas".

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¿Cómo lo harán? "El laboratorio ha identificado nuevas moléculas implicadas en la secreción de oxitocina que han permitido desarrollar nuevas estrategias moleculares para aumentar los niveles de esta hormona en el cerebro", prosigue Jurado. Y, de esta forma, "explorar el potencial terapéutico de estas manipulaciones para restablecer distintos aspectos del comportamiento social como preferencia social, sociabilidad, etcétera, en un modelo animal de autismo".

En conjunto, las enfermedades que implican trastornos sociales se consideran entre las patologías mentales con mayor índice de crecimiento en las sociedades modernas. En la actualidad, se carece de tratamientos eficaces para los trastornos sociales, cuya incidencia se calcula de uno en cada sesenta niños, con un aumento significativo de casos en la última década, según estudios recientes.

El proyecto Oxito-Cure: Manipulación del sistema oxitocinérgico como diana terapéutica para el tratamiento de trastornos sociales, desarrollado en el Instituto de Neurociencias UMH-CSIC, Centro de Excelencia Severo Ochoa, ha sido seleccionado en la convocatoria de proyectos de investigación de la Fundación Tatiana Pérez de Guzmán el Bueno para recibir una ayuda de 65.000 euros.

El objetivo de estas ayudas es financiar la realización de proyectos de investigación en neurociencia, enfocados a la comprensión del sistema nervioso humano y de las enfermedades que lo afectan. La convocatoria y el proceso de selección corre a cargo del Comité Científico para Neurociencia de la Fundación, que este año ha seleccionado 9 proyectos entre 139 solicitudes recibidas.