El PP, y en especial el PP de la Comunidad Valenciana tras la victoria electoral de Carlos Mazón el 28M, ha apostado todas sus cartas a una nueva regulación del marco hídrico español en la siguiente legislatura, bajo la premisa de que su líder, Alberto Núñez Feijóo lograría formar gobierno. De hecho, situó al experto Joaquín Melgarejo como número dos por Alicante con la confianza de sus regantes (junto con los de Almería y Murcia) de que pudiese convertirse en una de las grandes figuras de ese futuro gobierno.
No obstante, el actual "bloqueo institucional" que ha dejado el 23J no permite albergar mucha confianza en que triunfen las propuestas de Feijóo: un Pacto Nacional del Agua y la creación de una Autoridad Nacional del Agua, que diesen paso a un Plan Hidrológico Nacional consensuado entre partidos políticos y territorios.
Por el momento, y hasta que no se sepa si habrá nuevo gobierno o repetición electoral, todas las espadas están en el aire. Y el Tribunal Supremo parece que esta misma semana ha dado una bala más a los antitrasvasistas negando las medidas cautelares que pedían las tres comunidades autónomas (Valenciana, Región de Murcia y Andalucía) sobre los caudales ecológicos del Tajo a su paso por Aranjuez.
[Otro mes sin agua para riego en la provincia de Alicante del trasvase Tajo Segura]
Al tiempo, la Comisión Técnica de Explotación del trasvase también ha fijado esta misma semana un máximo de 20 hm3 para el mes de julio, con reducción de agua para el Regadío, que queda a la discrecionalidad de la ministra en funciones, Teresa Ribera. Poco dada a enviar agua al sureste español desde la cabecera de Tajo.
Pero, qué es lo que opinan el resto de partidos sobre el trasvase. Como ha venido informando este diario el PSOE apuesta ya abiertamente por la "autosuficiencia" de cada cuenca hidrográfica. Es decir, por ir reduciendo el trasvase y sustituyéndolo por agua desalinizada y reciclada allí donde hay déficit hídrico, como lo es la provincia de Alicante.
Así lo expusieron por escrito en una pregunta parlamentaria en junio de 2021. "Se apuesta por que cada una de las demarcaciones hidrográficas españolas adopten las medidas necesarias para abastecerse con sus propios recursos hídricos, mediante el fomento de medidas de ahorro".
Y Sumar (Compromís-Podemos) está en la misma línea. En las entrevistas que ha realizado el número uno de su candidatura por Alicante, Txema Guijarro, ha expresado que los alicantinos deben ir olvidándose del trasvase. Concretamente en la Ser aseguró que "hay que dejar atrás los trasvases e invertir en el desarrollo de nuevas tecnologías que puedan garantizar el agua en el futuro".
Atrás quedan los intentos por parte de Compromís la pasada legislatura, cuando formaban parte del Gobierno Botánico de Ximo Puig, de apoyar al regadío distinguiéndose de la política de PSOE (en Madrid) y PSPV (en la Comunidad Valenciana).
El resto de partido, los nacionalistas, soberanistas e independentistas, no han hablado durante esta campaña en absoluto sobre el trasvase ya que no forma parte de sus reivindicaciones. Ya lo hicieron en 2005 cuando se derogó el trasvase Ebro.