Joaquín Melgarejo es catedrático de Historia e Instituciones Económicas del Departamento de Análisis Económico Aplicado de la UA, y hasta su entrada en política para estas elecciones, director del Instituto del Agua y de las Ciencias Ambientales (IUACA), director de la Cátedra del Agua de la Universidad de Alicante y la Diputación de Alicante, y coordinador de la Comisión Técnica del Agua de la Diputación de Alicante.
En una entrevista con Alberto Núñez Feijóo esta semana le han preguntado por el trasvase del Ebro y ha manifestado que no está en el programa PP, pero tampoco lo ha descartado. ¿No era ese un tema ya superado?
Yo creo que la respuesta ha sido muy acertada porque en el programa lo que está es el Pacto Nacional por el Agua y dentro, es donde deben caber las posibles infraestructuras del Plan Nacional de Infraestructuras Hidráulicas. Pero es que precisamente ese pacto se fundamenta en la búsqueda de consenso y acuerdos, tanto políticos como territoriales, sociales y económicos y ambientales. Esta es la cuestión es clave. No se va a llevar a cabo nada que genere distorsión o ruido, que genere confrontación. El PP ha venido para limar asperezas en las cuestiones que puedan generar disenso.
Pero tal y como está el debate hídrico en España, ¿es posible ese pacto?
Por lo menos hay que intentarlo. No solo entre territorios, también entre formaciones políticas, entre los sectores afectados. Todas las cuestiones sociales, económicas y ambientales deben estar recogidas un gran pacto nacional. Llegar a un acuerdo que posibilite tener una política hidráulica de largo recorrido que se fundamente en cuestiones objetivas, científicas, y que sean asumidas por la mayor parte de la sociedad.
Desde el año 2004 en que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y Cristina Narbona derogan el Plan Hidrológico Nacional parece que hay un lobby dentro del Ministerio, con la Fundación Nueva Cultura del Agua, contrario a los trasvases. ¿Acabará ese lobby si llega al Gobierno el PP?
Esto no solo puede acabar, sino que creo que aquellos que no cumplan con unos criterios de racionalidad y que traigan ideologización a un tema tan clave y tan fundamental como es el agua, no deben de tener un papel relevante en la toma de decisiones. Me imagino que se refiere no al cuerpo de funcionarios, sino al cuerpo de asesores. Cuando Núñez Feijóo sea el presidente del Gobierno supongo que quedarán gradualmente fuera. No por nada, sino porque las posturas que ha defendido el Ministerio de Narbona y el Ribera son estrictamente ideológicas.
La primera decisión que se tomó entonces fue acabar con el trasvase del Ebro que era una pata más -y no la pieza clave- del Plan Hidrológico Nacional. No era la más importante de un punto de vista económico. El plan de Hidrológico Nacional estaba evaluado aproximadamente en unos 4.200 millones de euros, y para el trasvase eran aproximadamente unos mil millones. El Plan Nacional de Regadíos era bastante más cuantioso. Pero esa decisión lo cambió todo.
¿Por qué lo cambió?
Fue absolutamente pernicioso porque rompió un largo ciclo de consensos en la política hidráulica. Remóntese hasta 1993 y observe como el Plan Borrell (Plan Siena) perseguía movilizar nada más y nada menos que 3.800 hectómetros cúbicos en toda España a través de la interconexión de cuencas. Esa parecía que era la lógica del PSOE hasta que llegó Zapatero y lo rompió. En el PSOE son especialistas en dividir a la sociedad en cualquiera de los temas que abordan. Generar división lleva a la parálisis y la confrontación. El PP va buscando precisamente lo contrario. Buscamos el consenso, el acuerdo y que las políticas propuestas sean aceptadas por el conjunto de la Nación. Por eso, en materia de agua, el frontispicio de nuestro programa es ese Pacto. De ahí se deducen dos cosas. Por un lado la posibilidad de realizar un Plan Hidrológico Nacional porque ya llevamos 22 años de con el anterior -disminuido como consecuencia de la decisión de Zapatero en 2004-. Por otro lado, ese Plan Nacional de Infraestructuras. Y a eso hay que añadir la Agencia Nacional del Agua, algo fundamental, porque es generar un organismo regulador de todas las políticas del agua.
"En el PSOE son especialistas en dividir a la sociedad en cualquiera de los temas que abordan. Generar división lleva a la parálisis y la confrontación. El PP va buscando precisamente lo contrario. Buscamos el consenso, el acuerdo y que las políticas propuestas sean aceptadas por el conjunto de la Nación"
¿El PP de Núñez Feijóo hace alguna autocrítica por lo que se hizo y lo que no se hizo en materia de agua en tiempos de Mariano Rajoy?
No me compete a mí de eso porque yo no estaba entonces en el PP. Me he dedicado, siempre desde un punto de vista técnico y científico, a intentar dar solución y las mejores propuestas para el conjunto del país independientemente de quienes estuvieran en los gobiernos o quienes tomasen las decisiones. Me imagino que había cosas acertadas y cosas menos acertadas.
Cuestiones como los trasvases no salían entonces en el programa electoral del PP.
Al ver el programa del presidente Feijóo yo creo que esto está claro. Y también en el del presidente Mazón, porque ambos han apostado claramente porque esta sea la legislatura del agua. Esta semana en Alicante el presidente Feijóo y la número uno por Alicante, Macarena Montesinos, volvieron a insistir en la cuestión. Y es así porque pensamos que está en la base de todo el paradigma de crecimiento económico y de bienestar ambiental y social de la provincia de Alicante, la Comunidad Valenciana y España.
Como científico, ¿qué opina del cambio climático y de quienes lo niegan en política?
El cambio climático por acción antrópica es una evidencia contrastada. Ya no es un debate. Está más que superado.
Sus posibles futuros socios desde Vox lo niegan.
Pues que sean ellos quienes respondan antes estas cuestiones. Para la ciencia está fuera de toda duda. La cuestión está en cómo adaptarnos a ese cambio climático y qué medidas tomar, por ejemplo de mediante descarbonización. En esto hay un amplio consenso, otra cosa son los ritmos o cómo se va a hacer. En el caso de la descarbonización, tú no puedes hacer una descarbonización contra la gente y sin tener en cuenta los costes. Debemos buscar también un acuerdo y básicamente, fomentar una política energética basada en las renovables. La más importante que tenemos es la eólica en este momento, pero hay que desarrollar todavía mucho más la fotovoltaica porque tenemos un gran recurso en nuestro país a escala general y en Alicante mucho más. Somos seguramente la provincia que más horas de insolación tiene (junto con Almería) al cabo del año, y tenemos que aprovecharlo energéticamente. Esto, como todo, tiene también su impacto sobre el paisaje. Aquí no hay soluciones únicas.
¿Cómo afrontar ese cambio climático?
Efectivamente, el cambio climático nos afecta y afecta a las lluvias torrenciales y a las sequías recurrentes. En nuestra provincia estamos habituados, no ya a las sequías sino a la escasez estructural. Algo que se agrava como consecuencia de la sequía. Por eso tenemos la necesidad de utilizar todos los recursos. Pero no podemos, como hace el PSOE, justificar los recortes del trasvase Tajo-Segura por ese cambio climático diciendo que no hay caudales suficientes, porque no está fundamentado. Las previsiones de cambio climático pueden afectar algo a los volúmenes embalsados en términos globales, pero el índice de precipitaciones en España viene a ser similar. Otra cosa es cómo llueve, dónde llueve y en qué momento lo hace. En la cabecera del Tajo es verdad que se prevén algunas reducciones, pero esas reducciones no tienen porqué afectar necesariamente a trasvase. Tenemos una regla de explotación que se cumple con cambio climático y sin cambio climático. Durante 11 meses no se pudo trasvasar porque los embalses de cabecera tenían menos de los 400 hectómetros cúbicos y nadie se quejó. Se cumplió.
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A los gobiernos les corresponde que se cumpla la ley y eso es algo que no ha hecho el Gobierno de Pedro Sánchez, por ejemplo, cuando ha recortado el trasvase de forma arbitraria en más de 24 ocasiones desde junio de 2018 a junio de 2023, en el nivel 3. Recortes por encima de los 150 hectómetros cúbicos de forma absolutamente arbitraria y no justificada. Y esto tiene unas consecuencias económicas de primera magnitud, porque si valoramos que cada hectómetro cúbico genera un valor añadido bruto de en torno a los 10 millones de euros, el acumulado es bastante superior a los mil millones de euros que han dejado de generar riqueza, y también un volumen importantísimo de empleos.
"A los gobiernos les corresponde que se cumpla la ley y eso es algo que no ha hecho el gobierno de Pedro Sánchez, por ejemplo, cuando ha recortado el trasvase de forma arbitraria en más de 24 ocasiones desde junio de 2018 a junio de 2023"
Usted apuesta por la “economía circular”, para la regeneración y reutilización de caudales. ¿Ese concepto no es patrimonio de la izquierda?
Eso es una falacia. No es patrimonio de la izquierda ni muchísimo menos. Las políticas de economía circular son políticas de la Unión Europea y vienen auspiciadas por la Unión Europea desde 2014. El primer plan de economía circular que se hace en España lo hace el Gobierno de Mariano Rajoy en 2018. España es el que más agua reutiliza de toda la Unión Europea descontando Malta y Chipre porque son dos islas. España reutiliza en términos generales casi el 15% de toda el agua que se reutiliza en la UE y de ese total nacional, el 50% se hace entre la Comunidad Valenciana y la Región de Murcia. Por eso podemos decir que en Alicante muy probablemente estaremos en torno al 5-6% del total del agua que se reutiliza en toda la UE. Eso no quita, por supuesto, que hay que seguir incidiendo en esa línea porque es una política básica y central. En la provincia de Alicante tendremos en torno a un 67-70% de reutilización ahora mismo. El objetivo es llegar como mínimo al 80%. En la Región de Murcia están ya en el 97-98%. Ya no tienen más capacidad. A nosotros todavía nos queda algo para seguir reutilizando.
Volviendo a Murcia, desde el Gobierno se responsabiliza al Campo de Cartagena de los problemas en el Mar Menor.
Esta es otra otra de las grandes falacias de la ministra Teresa Ribera, otra de las grandes tergiversaciones. Incluso se han justificado los recortes del trasvase en el nivel 3 como consecuencia de la contaminación de los agricultores al Mar Menor. Y por otro lado Acuamed les vendía agua de las plantas que son propiedad del Ministerio a los mismos regantes a los cuales les recortaba el agua del trasvase. Y eso a pesar de que el agua del trasvase tiene cuatro veces menos de coste económico y cuatro veces menos de emisiones de gases de efecto invernadero. Es una contradicción.
¿Qué opina de la desalación?
Que es una actividad complementaria, pero que seguramente el agua más eficiente de conseguir, con menos costes económicos y ambientales es la del trasvase. Impulsar el agua del trasvase tiene un coste energético de 1,1 kw/h m3 mientras que la de una planta desalinizadora media de nuestro entorno como la de Torrevieja, Águilas o Valdelentisco, está entre 2-4 kw/h m3;. Cuatro veces más. En el último documento que se envió a los regantes se evaluaba el metro cúbico en 1,04 euros y puesto en parcela costaba a 1,30 euros. Esto quiere decir que cuando el expresidente Puig decía “Agua para siempre” era “Agua para siempre para quien la pueda pagar”.
Ningún sector agrario tiene capacidad tiene solvencia para pagar el agua a 1,04 metros euros metro cúbico. Y es agua subvencionada porque en teoría tendría que estar mucho más cara, claro. No son los costes reales, y hay sumarle los costes de amortización.
Esto no significa que el agua desalinizada no sea necesaria. Es absolutamente necesaria y, pero es complementaria. Porque complementa a la del trasvase y porque para determinados cultivos no es buena, por ejemplo para los cítricos por la cantidad de boro que contiene. Por eso es necesario mezclarla con agua del trasvase para mejorar su calidad. Lo mismo ocurre con el agua regenerada y reutilizada. La inmensa mayoría de las grandes plantas depuradoras están cerca de la costa y tienen intrusividad marina, con lo cual, la conductividad media aumenta. también hay que mezclarla con la del trasvase. El año pasado tuvimos momentos de sequía y hubo recortes del trasvase. Y buena parte de ese agua regenerada no se pudo utilizar porque no había con qué mezclarla.
"El año pasado tuvimos momentos de sequía y hubo recortes del trasvase. Y buena parte de esa agua regenerada no se pudo utilizar porque no había con qué mezclarla"
En Alicante hablamos mucho del regadío pero aspira a ser diputado nacional. ¿Qué otros problemas hay de agua en España?
El Reino de España está sancionado en la Unión Europea es por el incumplimiento de la directiva de aguas depuradas de 2011. El Gobierno de Zapatero no se cansó de declarar zonas sensibles en todo nuestro país. Tenemos más zonas sensibles que ningún otro país de Europa. Pero el Gobierno no cumplió con los requerimientos de esas declaraciones. Vinieron inversiones acordes con esas zonas sensibles si tú incumples con las inversiones terminas siendo sancionado por el Tribunal Superior de Justicia Europeo.
Entonces, ¿qué propone?
Yo creo que es imprescindible resolver todos esos problemas. En muchos lugares hay que cumplir con la directiva de depuración. No estamos hablando de reutilización, sino de depuración, es decir, devolver el agua con unos parámetros determinados ambiental a los cursos fluviales o al mar. Y a partir de ahí implementar factores de reutilización a escala nacional. Está muy bien que Murcia, Alicante, las islas Canarias y en parte Baleares reutilicemos. Esto hay que llevarlo al resto del territorio nacional. Cuando yo veo los mapas de reutilización en Castilla-La Mancha o en Castilla y León, por nombrar algunos territorios, también tienen problemas de escasez. La reutilización es extraordinariamente útil por razones ambientales y por razones socioeconómicas.
La economía circular en el sector del agua no solo se refiere a las cuestiones de regeneración de agua, sino también a la reutilización de los lodos y a la recuperación de nutrientes como el fósforo, que los tenemos en grandes cantidades. Es lo que llamamos una minería de cercanías. Debemos convertir los desechos en imputs, en activos. Además, está el tema energético dentro de las plantas depuradoras con el aprovechamiento del biogás. Estamos aprovechando aproximadamente en torno al 39% del biogás. Eso hay que acompañarlo con fotovoltaicas dentro de las propias instalaciones para el desecado de los lodos, para poderlos convertir en inertes y que puedan ser utilizados para la agricultura o para la jardinería o para la restauración forestal. Cuando hay incendios se pierde materia orgánica, se pierde suelo fértil. También sirve para la regeneración de canteras de áridos. El problema de la erosión es uno más graves que tiene nuestro país, la pérdida de suelo fértil.