Los inversores miran hacia Japón como el nuevo "faro económico del mundo"
El renacer bursátil del Nikkei y el adiós a la deflación están llamando la atención de los grandes fondos.
Japón está de vuelta y el Nikkei 225 es el principal polo de atracción para los grandes inversores internacionales. El selectivo bursátil nipón, que salta de máximo en máximo, ha superado por primera vez en su historia los 40.000 puntos. Un catalizador que hace que más fondos consideren al país asiático como el nuevo "faro económico del mundo" para 2024.
La bolsa japonesa ha perdido tres décadas. Pero ha renacido en términos bursátiles, ya por encima de los 40.100 enteros. Después de 34 años, y tras subir más de un 40% en 2023, el Nikkei por fin ha alcanzado su máximo de diciembre de 1989. "Incluso tras la espectacular mejora de su rentabilidad, las acciones japonesas siguen pareciendo atractivas", confía Caspar Rock, director de Inversiones de Schroders.
Para muestra un botón. Pese al repunte del año pasado, las acciones japonesas sólo representan alrededor del 6% de la capitalización bursátil mundial. Hay recorrido al alza.
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"Seguimos siendo optimistas", reconoce Rock. A su juicio, tras décadas coqueteando con la deflación, Japón experimenta ahora un nivel de inflación más "saludable". Las reformas del difunto primer ministro Shinzo Abe empiezan a dar sus frutos.
Los directivos de las empresas celebran el fin de la deflación como el inicio de un ciclo económico más positivo y se han comprometido a lograr un mayor crecimiento. El aún tímido pero paulatino incremento de precios también anima a los consumidores a gastar.
Recesión puntual
Las empresas japonesas disponen de una importante liquidez en sus balances, que utilizan cada vez más para aumentar su rentabilidad, ya sea invirtiendo o devolviendo capital a los accionistas. "Y, a diferencia de 1989, las valoraciones parecen hoy muy razonables, con el mercado cotizando a un múltiplo de precio/beneficios de alrededor de 15", expone el gestor de Schroders.
En la última encuesta anual a analistas de Fidelity subyace la idea de que "Japón va a convertirse en el faro económico del mundo en 2024". El 88% de los analistas que cubren Japón espera que sus sectores se encuentren en fase de expansión dentro de doce meses.
Todo parece indicar que la recesión técnica en la que ha entrado Japón -por causas como la debilidad del yen o una población muy envejecida- será de carácter meramente coyuntural o puntual. Muestran un mayor crecimiento de sus resultados económicos Japón y Estados Unidos, y un crecimiento más débil el Reino Unido, Europa y China.
Las expectativas de crecimiento de los ingresos y los beneficios este año en Japón son más altas que en cualquier otra región. El país del sol naciente se sitúa en cabeza en lo que respecta a las expectativas de inversión empresarial, rentabilidad sobre el capital, capacidad para repercutir los costes a los consumidores y si sus empresas van a estar o no en una fase de expansión el año que viene por estas fechas.
Bienvenida a la inflación
"La economía japonesa por fin ha dejado atrás más de dos décadas de recesiones y estancamiento y se observan señales alentadoras de aumentos generalizados de los precios. Aunque la inflación ha supuesto un gran dolor de cabeza para gran parte del mundo durante los últimos años, ahora es un problema bienvenido en Japón”, pone en contexto Gita Bal, responsable global de análisis de Renta Fija en Fidelity.
En la anterior encuesta anual de Fidelity, realizada a finales de 2022, un tercio de los analistas de Japón señaló entonces que los consejeros delegados de las empresas que cubrían esperaban un crecimiento nulo de los beneficios en 2023. En la encuesta actual, todos los analistas del país asiático afirman que los CEO esperan que los beneficios crezcan en 2024.