El voto de García Ortiz salva el amparo al fiscal criticado por cambiar de criterio en el caso Tsunami

El cambio de posición de Redondo, que inicialmente vio motivos para encausar al expresidente catalán prófugo de la Justicia pero después presentó una propuesta de informe en sentido contrario, fue criticado en un artículo en El Mundo, contra el que el fiscal pidió amparo con el apoyo de su jefe directo, el fiscal de Sala Fidel Cadena.

En el artículo se opinaba sobre el "espectáculo obsceno de un servidor de la Justicia degradado a servidor del Poder, cómplice de un canje corrupto que suspende la aplicación de la ley".

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"¿Merece la pena venderse al Gobierno más arbitrario de la democracia? Con usted en Berlín el capricho del emperador no habría conocido límite. Con héroes como usted, la democracia española no necesita enemigos", indicaba el artículo en referencia a Redondo.

Fidel Cadena dirigió ayer un escrito al Consejo Fiscal explicando que Redondo solicitaba el apoyo institucional de este órgano ante "artículos extremadamente críticos" sobre su actuación en el 'caso Tsunami Democràtic'.

Cadena añadía que Redondo "es un ejemplo palmario de fiscal dotado de excelencia jurídica e integridad ética probada".

Y, rechazando que el cambio de criterio se debiera a la influencia del fiscal general -lo que el propio Redondo desmintió-, Cadena afirma que este último "elaboró un erudito y laborioso informe sin influencia alguna en sus conclusiones que no hubiera emanado de su legítimo cambio de opinión profesional fruto de la profundidad progresiva de su estudio y de las aportaciones intelectuales y jurídicas que su indagación de la verdad le proporcionaba".

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La petición de amparo fue apoyada por las dos vocales natas del Consejo Fiscal (María Ángeles Sánchez Conde, teniente fiscal del Supremo, y María Antonia Sanz, jefa de la Inspección), por los dos vocales de la Unión Progresista de Fiscales y por el vocal de la Asociación Profesional e Independiente de Fiscales.

Sin embargo, los seis vocales de la mayoritaria Asociación de Fiscales -a la que pertenece el propio Redondo- no han visto motivo para el amparo.

De un lado, porque Redondo ha tenido una actuación puntual en un procedimiento en el que no va a volver a intervenir, por lo que las críticas que haya podido recibir no afectan a su función como fiscal ni tienen por qué inquietarle en el desarrollo de su futura labor.

De otro lado, los consejeros de la AF consideran que las manifestaciones vertidas en ese artículo están protegidas por la libertad de expresión.

Ante esa situación de cinco votos frente a seis, el fiscal general ha apoyado la petición de amparo y ha hecho valer su 'doble voto' como presidente del Consejo Fiscal, una facultad de la que hasta ahora no había hecho uso.