La vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, con la ministra de Trabajo de Colombia, Gloria Inés Ramírez, el pasado jueves.

La vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, con la ministra de Trabajo de Colombia, Gloria Inés Ramírez, el pasado jueves. Mauricio Dueñas Castañeda EFE

Política CASO ERREJÓN

Estupor en la izquierda: Yolanda Díaz seguía en Colombia a los cinco días de conocer el 'caso Errejón'

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La estrategia de la vicepresidenta Yolanda Díaz ante la mayor crisis que ha vivido su formación política la dimisión de Íñigo Errejón tras ser acusado por varias mujeres de acoso sexual ha causado estupor en los principales partidos de izquierdas.

Un destacado dirigente del PSOE consultado por EL ESPAÑOL admitía este sábado su enorme preocupación por el impacto que el escándalo puede tener sobre el conjunto del Gobierno.

Y se mostraba atónito por la actuación de Yolanda Díaz, que permanece desde el jueves en Colombia, mientras otros dirigentes de Sumar se veían obligados a comparecer para dar explicaciones: "Es incomprensible que se haya quitado de en medio". Y añadía gráficamente en alusión a la vicepresidenta: "Es un bluff".

Por su parte, fuentes internas de la dirección de Podemos explicaban a este diario que la formación morada ha evitado convertir lo ocurrido en "bronca política", porque ahora "lo importante es que las mujeres que denuncian se sientan apoyadas y no se vean cuestionadas".

"Qué tristeza cómo han destrozado todo", añadía la misma fuente respecto a la situación de Sumar, "un proyecto político no puede sobrevivir sin liderazgo".

El ministro de Cultura, Ernest Urtasun, ha confirmado en rueda de prensa que la dirección de Sumar abrió una investigación interna el pasado martes, al tener conocimiento de los testimonios de mujeres que habían comenzado a circular por las redes sociales sobre Errejón.

Pese a la gravedad de estos hechos, el principal referente del partido, Yolanda Díaz, decidió mantener su agenda oficial, que le ha permitido esquivar a los periodistas. Tras asistir el miércoles junto al presidente Pedro Sánchez y a varios ministros a la cumbre hispano-portuguesa celebrada en Faro (Portugal), Yolanda Díaz voló a Colombia el jueves, el mismo día que el escándalo saltó a todos los medios de comunicación.

Allí tenía dos citas relevante: el mismo jueves asistió a la XXII Conferencia Interamericana de Ministros de Trabajo (CIMT) de la Organización de los Estados Americanos (OEA), y al día siguiente se reunió con el presidente Gustavo Petro.

Pero luego ha completado su agenda durante el fin de semana con asuntos muy menores, como un encuentro con sindicatos de Colombia. El sábado participó en un acto llamado Encuentro Internacional de Economías para la Vida y se reunió con la ministra de Igualdad colombiana.

Durante todo este tiempo, desde el pasado martes, la vicepresidenta y principal referente de Sumar ha evitado hacer declaraciones sobre el escándalo de Errejón que ha conmocionado a su partido. Se ha limitado a publicar dos tuits en la red social X. El segundo, este sábado, en apoyo a la periodista Cristina Fallarás, que difunde en su perfil de Instagram las denuncias anónimas contra Errejón.

Esto ha obligado a dar la cara ante los medios a otros dirigentes del partido. Primero la secretaria de Comunicación, Elizabeth Duval, y este sábado al ministro Ernest Urtasun, en una rueda de prensa en la que los dirigentes de Sumar han transmitido una imagen de desolación.

A preguntas de los periodistas, un compungido y desbordado Ernest Urtasun repitió una y otra vez que el partido ha actuado con "contundencia y celeridad", forzando la dimisión de Errejón al conocer por primera vez esta semana las informaciones sobre su comportamiento inadecuado con las mujeres.

Se trata exactamente de la misma fórmula ("contundencia" y "celeridad") que Ferraz ha utilizado, primero el pasado mes de marzo y más recientemente este mes de octubre, para justificar que ha atajado el escándalo del caso Koldo enviando al exministro José Luis Ábalos al Grupo Mixto.

Sin embargo, Urtasun echó balones fuera al ser preguntado por las primeras informaciones, que aparecieron hace ya un año, en junio de 2023, sobre el intento de Errejón de propasarse con una chica en un festival celebrado en Castellón.

Después de aquellos hechos, que trascendieron públicamente, Sumar mantuvo a Errejón en su candidatura a las elecciones generales del 23-J, y luego le nombró portavoz en el Congreso (cuando Marta Lois abandonó el cargo para ser candidata a la Xunta de Galicia).

Sin dimisiones

En la rueda de prensa de este sábado, llena de evasivas, el ministro de Cultura apeló a la "intimidad" de las afectadas para negarse a revelar si, tras estallar el escándalo, Sumar ha recibido otros testimonios de mujeres presuntamente agredidas por Errejón.

Urtasum aseguró solemnemente que la dirección de Sumar asume todas las "responsabilidades" porque "es evidente que los mecanismos de detección y prevención fallaron". Pero a continuación aclaró que el partido no ve necesario que se produzcan más dimisiones.

Por su parte, la secretaria de Feminismos de Sumar, Amanda Andrades, anunció las cuatro medidas que el partido va a poner en marcha para evitar que este tipo de situaciones se produzcan. Entre ellas, un protocolo contra el acoso, un canal interno para presentar denuncias y un cursillo sobre las violencias machistas, para todos sus cargos públicos y orgánicos.

Pero a continuación reconoció que estas medidas ya fueron aprobadas en la asamblea de Sumar del pasado mes de marzo. Andrades alegó que, siete meses después, el partido aún no ha puesto en marcha ninguna de las medidas aprobadas, debido a los "procesos electorales" en los que ha estado inmerso. 

Al ser preguntado si no hubiera sido conveniente que Yolanda Díaz anticipara su regreso a España desde Colombia, dada la gravedad de la situación, Urtasun se limitó a indicar que la vicepresidenta del Gobierno ha partido en todas las decisiones tomadas: "Fue la primera persona que le exigió responsabilidades a Errejón", tras tener conocimiento de lo ocurrido.

La ausencia de Díaz no sólo le ha permitido eludir las preguntas incómodas de los periodistas. También ha obligado a aplazar cuestiones orgánicas como quién será el sucesor de Errejón en la portavocía del Congreso y en sus distintos cargos orgánicos.

Díaz reunirá este lunes al Grupo Parlamentario, como presidenta del mismo, para abordar algunas de estas cuestiones.

El escándalo de Errejón llega en uno de los peores momentos para Sumar. La formación fucsia necesitaba conseguir un nuevo impulso después de haber concatenado pésimos resultados electorales en las elecciones europeas, gallegas, vascas y catalanas celebradas este año. 

En ninguno de los comicios superó el 6% de los votos y las encuestas actuales le dan prácticamente la mitad de lo que sacó en las generales del 23-J. Ahora, en cambio, necesita prácticamente una refundación y algunos de los partidos que integran la coalición se plantean su continuidad en la plataforma.