Operación Manila: 'secuestrada' una líder del PP el 2-M por llevar el mismo vestido que Ayuso
Noelia Núñez, vicesecretaria del PP, apareció en la Puerta del Sol vestida igual que la presidenta. Fue rápidamente interceptada y llevada a un despacho, donde se le prestó otro vestido, propiedad de la secretaria de Miguel Ángel Rodríguez.
2 mayo, 2024 16:30Se abrió paso Ayuso, como cada año, por una alameda de cámaras y micrófonos. "¡Apartad, apartad! ¡Que viene la presidenta!". Nos echamos a un lado, sin esposas pero contra la pared. Y apareció Ayuso. Llevaba un vestido rojo con flecos que colgaban. Dijimos nosotros "estilo flamenco", pero nos corrigieron... "Es goyesco, inspirado en un mantón de manila".
Acto seguido, con las fotos que iban llegando a las redacciones desde la Puerta del Sol, se fueron escribiendo las piezas que inundarían internet poco después: "El impresionante vestido de...". Pero esos impactos, intencionadamente buscados por el equipo de Ayuso, sólo fueron posibles gracias a un secuestro. El de la vicesecretaria del PP, miembro de la Ejecutiva nacional, Noelia Núñez.
La historia, más o menos, es esta. La vimos con nuestros propios ojos. Como no entendíamos, nos lo explicaron algunas fuentes implicadas directamente en lo que ya se conoce como "Operación manila". Llegó Noelia Núñez de punta en blanco, con un vestido 'rojo Comunidad de Madrid' elegido para la ocasión. 240 euros, obra de la diseñadora Rocío Osorno.
Y llegaba Noelia contenta con su elección, ajena al huracán que estaba a punto de arrasarla. Entró en la Puerta del Sol y... fue en un visto y no visto. El equipo de Miguel Ángel Rodríguez funciona como el Mosad. No dejó rastro. No entendíamos. "¡Qué hacen! ¡Que se la llevan! ¡Policía!".
Noelia, con los flecos que le colgaban de las piernas, con el mismo vestido que, sin ella saberlo, también llevaba Ayuso, fue secuestrada inmediatamente. La subieron a las dependencias superiores. El piso de los despachos.
Le pidieron que se cambiara el vestido. No podía llevar el mismo que la novia. ¡Es que era literalmente el mismo! Pero la maniobra debía de ser disimulada: Noelia había aparecido de rojo y debía regresar de rojo. Además, el resto de los "accesorios" combinaban con ese color.
Nos cuentan que fue la secretaria de Miguel Ángel Rodríguez, con despacho allí arriba, quien buscó el vestido de recambio. Le prestó uno suyo. Noelia se cambió, se arregló ante el espejo, vio que daba el pego y bajó para tomar asiento entre el público. Los titulares sobre el vestido de la presidenta estaban salvados.
Noelia tuvo suerte. Sobrevivió al secuestro. MAR podría haberla "triturado".
Como se ve en la fotografía que ilustra este artículo, Ayuso y Núñez posaron juntas al final de la mañana, pero no podemos confirmar si la también líder del PP en Fuenlabrada le contó a su jefa lo que había pasado.
Tampoco podemos confirmar si Ayuso, cuando ya había hecho su aparición, fue avisada por el Mosad de Miguel Ángel acerca de la coincidencia. A nosotros nos gusta imaginar que sí lo hicieron y que transcurrió de esta manera:
–Presidenta, tenemos un problema.
–Ahora no puedo hablar, Paco.
–Es importante.
–Venga, qué pasa.
–Alguien ha venido con el mismo vestido que tú.
–Bolaños, ¡maldita sea! ¡Lo sabía! Son capaces de cualquier cosa con tal de joderme el 2 de Mayo.
Pero era Noelia Núñez, recién ascendida a la Ejecutiva nacional del PP en la última remodelación del PP. Nos habíamos fijado en ella por la mañana y no comprendíamos su desaparición. Como en la canción de Nino Bravo, paseábamos por Sol cantando: "Hace tiempo que no he vuelto a verla, y ya no sé qué será de Noelia. Por la noche, la busco en la playa y en el silencio yo grito ¡Noelia!".
De repente, la vimos: "¡Noelia!". Nos acercamos disimuladamente. Estaba en una esquina, contándoselo a una compañera. Pusimos la oreja, maleducada y periodísticamente. Era la prueba de vida de este texto. Decía Noelia...
–No te lo vas a creer, he venido con el mismo vestido...
–¿Que quién?
–¡Que la presidenta!
No pudimos escuchar más porque nos arrolló una multitud que iba camino del exterior para presenciar la parada militar. Noelia hablaba de lo que a punto estuvo de ser su parada... cardiorrespiratoria. No lo contaba risueña ni con gracia, sino con el gesto del que confiesa un delito.
Le ha costado mucho, a Noelia, llegar adonde está. Es de 1992. Nació en Madrid, pero sus padres la llevaron pronto a Fuenla, donde Fernando Torres. Sintió la llamada de la política desde niña. Y sintió la llamada que le iba a hacer política estando en la casa de Dios, en misa. Era Ayuso, que la metía en sus listas. Hasta entonces, se entrenaba como portavoz de la oposición en el Ayuntamiento de Fuenlabrada. Después llegó lo de la Ejecutiva nacional.
Y este 2 de Mayo, todo estuvo a punto de irse al traste... por un vestido.
Paz en la guerra
Como la primera novela que publicó Unamuno, podríamos titular el 2 de Mayo de 2024 como "Paz en la guerra". No es que sobreviniera el espíritu de Victoria Prego a los presentes, sino que no hubo apenas dirigentes del PSOE en la Puerta del Sol.
Juan Lobato, el líder socialista en la región, es un tipo educado al que le cuesta mucho entrar en la guerra de guerrillas que exige la dirección del Partido Socialista. Y Ángel Víctor Torres, ministro recién llegado, no está habituado todavía a la brega madrileña.
Por eso no había manera de tomar notas en la libreta que sirvieran para algo. Ayuso, entre líneas, hacía un paralelismo en su discurso entre las "tropas invasoras" de los franceses y el Gobierno de Sánchez, la "amenaza de la libertad". Lo hacía tan entre líneas que no había manera de que se montara el incendio.
¡Si es que todos eran del PP! Estaban en primera fila, como recién exhumados por la Ley de Memoria Democrática, Cristina Cifuentes, Ángel Garrido, Ruiz Gallardón... Había incluso un nuncio apostólico –lo distinguimos por el gorrillo morado– para sofocar cualquier revuelta.
La mejora del clima en esta fiesta, como decimos, se debió más a la separación física de PP y PSOE que a una repentina concienciación. Porque los socialistas, allí se fue Lobato en cuanto pudo, estaban celebrando el 145º cumpleaños del PSOE en Casa Labra, el bar a unos metros de la Puerta del Sol donde nació el partido en la clandestinidad.
Ya que nos habíamos vestido de americana y mocasines, para allá que nos fuimos. ¡Nos vamos de bulos!, que no de bolos, como dice Rosa Belmonte. De camino, leímos la emocionante carta de Sánchez a la militancia por el 145 cumpleaños. Dice que la democracia "está en juego" –no es coña– por culpa de una "internacional ultraderechista" y de "los bulos que se propagan en las tertulias".
Llegamos y vimos a lo lejos a Rafa Simancas, que lleva en primera línea más o menos desde la fundación. Nos acercamos a Lobato, que es el más simpático y le dijimos: "¡Para estar en juego la democracia, hace una mañana estupenda!".
Una democracia en juego con sus buñuelos de bacalao, sus cervecitas, sus cigarritos. Había tanta cola para entrar en Casa Labra que, tras leer la carta de Sánchez, pensamos que se trataba de un refugio antiaéreo.