La próxima temporada se tuerce para Aston Martin: Newey se desentiende y el túnel de viento todavía no está listo

Aston Martin enfrenta un inicio de año 2025 lleno de incertidumbre y desafíos estructurales que complican el momento actual de su ambicioso proyecto que trata de  consolidarse como un equipo competitivo en la Fórmula 1. Si la temporada 2024 fue difícil, cada vez parece más probable que esta que aún no ha empezado sea parecida.

Las recientes declaraciones de Adrian Newey, uno de los fichajes más destacados de la escudería, junto con los retrasos en la puesta en marcha del túnel de viento en Silverstone, han dejado entrever que los objetivos inmediatos serán más difíciles de alcanzar de lo esperado.

El gurú de la aerodinámica comenzará oficialmente su trabajo en Aston Martin el 2 de marzo de 2025, tras finalizar su periodo de 'gardening' con Red Bull, escudería con la que hizo historia. Aunque su llegada ha generado gran expectativa, el británico ha dejado claro que su principal foco estará en el reglamento de 2026.

Reuters

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"Obviamente, Aston quiere hacer el mejor trabajo posible en 2025, pero mi principal objetivo será la normativa de 2026 y este gran cambio, porque empiezo el 2 de marzo", explicó Newey.

Además, señaló que llegará con meses de desventaja, no solo respecto a otros equipos que ya trabajan en los nuevos reglamentos, sino también en el proceso de adaptación al equipo y su metodología de trabajo.

Esto deja al equipo en una situación complicada, ya que el desarrollo del AMR25, el coche que competiría en 2025, no contará con la influencia directa de Newey ni con el uso completo de las nuevas instalaciones en Silverstone.

Retrasos en las instalaciones clave

La inversión millonaria de Lawrence Stroll, propietario de Aston Martin, se centró en la contratación de ingenieros de primer nivel y en la modernización de la fábrica del equipo, incluido un nuevo túnel de viento y un avanzado simulador.

Sin embargo, el nuevo túnel de viento, una pieza fundamental para el desarrollo aerodinámico del coche, aún no está operativo. Inicialmente previsto para septiembre de 2024, su puesta en marcha ha sufrido varios retrasos y ahora no se espera que esté completamente calibrado hasta bien entrado 2025.

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Mike Krack, jefe de equipo, reconoció esta situación: "Está claro que han entrado en funcionamiento más edificios y herramientas, pero no todo está listo todavía. Esto no depende de '¿he terminado ya con mi túnel de viento o no?'. A nadie le interesa eso después de todo".

Este retraso supone que el AMR25 no podrá aprovechar las ventajas del nuevo túnel, lo que podría impactar negativamente en su competitividad frente a otros equipos que ya cuentan con infraestructuras plenamente funcionales.

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2026, el centro de todo

Ante las dificultades para 2025, Aston Martin ha puesto todas sus esperanzas en el cambio de reglamento previsto para 2026. Este nuevo escenario permitirá a Newey liderar el diseño de un monoplaza completamente adaptado a las normas que introducirán cambios significativos en los chasis y las unidades de potencia.

Según Krack, "Adrian será la fuerza que nos empujará adelante. Cuando tengamos todo listo, nuestro simulador y nuestro túnel de viento, seremos un equipo totalmente diferente".

Fernando Alonso, el experimentado piloto español del equipo, también se mostró optimista de cara a 2026, aunque reconoció que el próximo año será complicado: "Sé que 2026 es probablemente mi única oportunidad porque 2025 será extremadamente difícil, pero sigo soñando. La F1 es para los soñadores, porque todo puede pasar".

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Aunque las expectativas para 2026 son altas, los desafíos a corto plazo, como la falta de un túnel de viento operativo y el retraso en la integración de Newey, reflejan que el camino hacia el éxito será más largo y arduo de lo que se esperaba.

El equipo, sin embargo, mantiene la confianza en que las inversiones actuales y la experiencia de sus nuevos fichajes serán la clave para alcanzar su sueño de competir por el título en los próximos años.