Una imagen de la serie documental

Una imagen de la serie documental Secuoya Studios

Málaga

El recuerdo de la madre de Julen seis años después de su fatídica muerte: “Tu hermana dice que eres su mejor amigo”

Publicada

Seis años han pasado, pero el dolor y la tristeza de la familia Roselló García cada 13 de enero desde el año 2019 es incapaz de marcharse. Aquel día, el nombre del pequeño Julen entró de golpe en todos los hogares españoles a través de los medios de comunicación después de caer por un agujero de unos 25 centímetros de diámetro y 71 metros de profundidad.

El niño falleció ese mismo día, pero sus rescatadores no pudieron hallar su cuerpo hasta el día 26, 13 intensas y difíciles jornadas después que fueron retransmitidas, casi minuto a minuto, por todas las televisiones nacionales, pero también internacionales. Su caso dio la vuelta al mundo.

Su madre, Victoria García, ha utilizado su cuenta de TikTok para rendir homenaje a su hijo en este 13 de enero, un día que define como "un asco". Así, García le cuenta en el escrito a su hijo que daría todo por verle junto a su hermana, esa que le "ama" y le "nombra" como si le hubiera conocido. "Dice que su hermano Julen es su mejor amigo y a mí se me parte el alma cada vez que la escucho", relata, en un post donde comparte dos fotos donde aparece el pequeño.

El caso

En una de ellas, ambos aparecen en el campo donde ocurrió todo. Era enero, pero parecía primavera. El sol brillaba en Málaga y muchas familias aprovechaban la jornada para ir juntos a la playa o al campo. Entre ellas, la familia de Julen, natural de Playa Virginia (El Palo), en la zona este de la capital.

Victoria y José decidieron que pasarían aquella mañana en Totalán con el pequeño Julen. En concreto, en la nueva finca del novio de su prima, David Serrano. La había comprado justo cuatro meses antes y en breve iban a empezar con las obras. Por ello, prepararon una paella con los Roselló para celebrarlo.

La hija de David también se encontraba en la finca. Julen y ella tenían la misma edad, dos años y medio. Correteaban, como niños que eran, bajo la supervisión de sus familias, que se encontraban a tan solo unos metros de distancia de los pequeños. En un momento, la madre de Julen se dispuso a hacer una llamada a su puesto de trabajo para avisarles de que no iba a poder acudir por una indisposición. Antes de llamar, le pidió a José, su pareja, que se quedara un segundo vigilando al pequeño Julen. Los dos niños de las jóvenes parejas se quedaron sentados al lado de sus padres mientras que estos preparaban el arroz.

Pero, cuando quiso darse cuenta, en cuestión de segundos, José perdió al pequeño Julen de vista. Este se había bajado de la silla y comenzó a correr por una zanja en forma de ‘L’ que se encontraba en el terreno. "José, ¡el niño, el niño!", alertó la pareja de David al padre del pequeño al ver que Julen salía corriendo sin imaginarse nada de lo que iba a venir después.

El operativo y el agujero por donde cayó Julen.

Roselló, corriendo tras el crío, solo pudo exclamar "Julen, no. ¡Julen, Julen!". Al llegar al extremo de la canalización, el niño cayó por un agujero de no más de 25 centímetros y 71 metros de profundidad. Según declaró José Roselló en aquellos días, rozó al pequeño con sus propias manos, pero se le escapó. Esperanzado de que pudiera estar bien pese a la caída, le prometió que su hermanito le ayudaría. La familia Roselló García también perdió al hermano mayor de Julen, con tan solo tres años, un infarto, en 2017.

Los nervios acabaron con ambas parejas, que no daban crédito a cómo el niño había caído por una cavidad tan sumamente estrecha. Unos senderistas que pasaban por los alrededores de la finca encontraron a los cuatro adultos gritando y angustiados y, sin entender todavía lo que estaba pasando, llamaron al 112 para alertar de la caída del pequeño. "Ha caído por un agujero de unos cuarenta centímetros. Hace falta un rescate", expresaban en la llamada al Servicio de Emergencias. Y es en este punto cuando comienza la historia que todos conocemos. La historia que conforman los trece difíciles días donde todo se complicó para rescatar al niño Julen.

Tras el aviso al Servicio de Emergencias 112 comenzó a desplazarse el operativo, que empezaba a ser consciente de lo difícil que iba a resultarles la misión. Decenas de especialistas y cuerpos de seguridad empezaron a interesarse por el caso y ofrecieron su ayuda pese a que no tenían prácticamente nada a su favor para salvar a Julen. Una de las primeras, Desatoros Pepe Núñez.

El propio Bernardo Moltó, portavoz de la Guardia Civil de Málaga, aseguraba en una de las primeras ruedas de prensa que, mirando con las cámaras, se encontraron con un tapón de tierra a más de 70 metros de profundidad. Llegaba el primer problema. Al ser una cavidad tan estrecha y de tal profundidad, estaban ante una situación muy complicada de gestionar. La planificación fue primordial en esas primeras horas para comenzar a actuar.

Se trabajó para hacer un túnel paralelo al que cayó Julen para lograr llegar a la altura donde se creía que estaba el pequeño. Allí, bajo el tapón de tierra, se cavaría otro túnel horizontal que uniría ambas cavidades con el objetivo de llegar al pequeño sin poner su vida en riesgo.

Siempre se trabajó pensando en la posibilidad de que Julen estaba vivo. "Uno trabajaba como si el que estuviera abajo fuera su hijo. Eso es así. Cuando uno tiene niños, yo tengo cuatro, sabe la capacidad que tiene un pequeño de liártela. Por ello, lo dimos todo. Creo que no pudimos hacer mucho más que lo que hicimos", expresaba hace unos años a EL ESPAÑOL de Málaga el ingeniero portavoz y coordinador del equipo de rescate de Julen, Ángel García Vidal.

El operativo no lo tuvo fácil. Todo corría en su contra. La orografía, el terreno, la colina, la situación del crío... Todo eran obstáculos que provocaban grandes retrasos.

Una imagen del rescate de Julen

La colina, en cuestión de días, se convirtió en una cadena de solidaridad. En el pueblo, los vecinos cocinaban para los trabajadores del operativo. Pero la solidaridad traspasó fronteras, no solo de quedó en Totalán. La brigada de mineros asturianos, clave para llegar a Julen, se desplazó a Málaga con un objetivo: ayudar en todo lo que pudieran. Más de medio centenar de empresas, además, ofrecieron sus equipos para facilitar las labores de ejecución del nuevo túnel.

Otra pieza clave fue la maquinaria, que no faltó, e incluso, en algún momento, llegó a sobrar. Contaron con una máquina perforadora de la M-40 de Madrid que se sumó al rescate. El terreno no lo estaba poniendo fácil porque, por cada paso que avanzaban, se iban alargando los plazos.

La tierra comenzaba a desplazarse cuando la trabajaban y Julen podría correr riesgo. Con paciencia, poco a poco, lograron allanar el terreno y comenzó el proceso de perforación del túnel gracias a la máquina de la M-40, con la que consiguieron un túnel de más de 60 metros de profundidad.

Para lograr el encamisado total del túnel, se encontraron otro gran problema. Los tubos que iban a ser introducidos para salvaguardar la integridad de los rescatadores, no cabía, por lo que tuvieron que hacer más maniobras que seguían alargando el proceso para conseguirlo.

Para la galería horizontal, al fondo de este túnel, entró en escena el equipo de la Brigada de Salvamento Minero. Desde Asturias, fueron los encargados del final del rescate, probablemente la parte más dura y esperada.

Desde el Consorcio Provincial de Bomberos de Málaga se construyó una cápsula que actuó de ascensor para los mineros, que se encontraron con otras tantas complicaciones cuando estaban a punto de alcanzar al niño.

Cuando solo estaban a 4 metros de él, se dieron cuenta de que la galería horizontal tenían que cavarla a mano, el terreno era demasiado duro, pura roca. Tuvo que entrar a actuar la Guardia Civil, que realizó microvoladuras para facilitarles el camino hacia el pequeño.

Esperanzados por un final feliz, el 26 de enero, a las 1:25 horas, el silencio se hacía en aquella explanada repleta de medios, cuerpos de seguridad y diversos operarios y vecinos. Después de 13 inolvidables días de búsqueda, aferrados al milagro, el cuerpo sin vida del pequeño Julen fue localizado.