La técnica japonesa para tender la ropa y que se seque más rápido sin gastar luz en invierno

Si vives en un piso pequeño, lo más probable es que tengas el tendedero 'aparcado' en el salón. Y la molestia es añadida: a la incomodidad por el excesivo espacio que ocupa, se suma un desagradable 'olor a mojado'. Para reducir sus malolientes efectos, y en un ataque de pura desesperación, recurres al calor de radiadores, estufas, o incluso de secadores de pelo para acelerar el proceso de secado de las prendas. ¿Es eso todo lo que puedes hacer?

Por fortuna, no. Hay muchos consejos que puedes poner en práctica para que la ropa se seque más rápido —tender la ropa en cuanto termina el ciclo de la lavadora, estrujar el exceso de agua, enrollar la prenda, poner el centrifugado 'a toda pastilla'— pero hay uno del que probablemente no hayas oído hablar y que permite reducir el tiempo de secado media hora. El método de la lámpara colgante arcoíris, propuesto por Apts.jp promete optimizar el proceso de secado.

Se trata de un sistema para aprovechar mejor las corrientes de aire del hogar y extraer la humedad de los tejidos de forma más rápida y eficaz. Para ponerla en práctica, lo primero que hay que hacer es encontrar la habitación por la que circule más aire y donde haya más salidas de aire, como rejillas de ventilación, aire acondicionado, puertas o ventanas. También se recomienda evitar colocar el tendedero en habitaciones de la casa donde haya humedad frecuente, como en baños o cocinas, ya que esto hará que la ropa permanezca húmeda más tiempo y aparezcan malos olores.

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Una vez hayas elegido la habitación con las condiciones perfectas para secar la ropa, toca colgarla en el tendedero. La segunda parte del método japonés consiste en colocar la ropa de forma inteligente para maximizar la eficiencia del secado. Se recomienda colgar la ropa de manera perpendicular a las corrientes de aire y evitar que el mobiliario bloquee su recirculación.

Antes de coger las pinzas y ponerte manos a la obra, ten en cuenta un espacio suficiente entre las prendas para que el aire se mueva a través de ellas. Ahora es cuando podrás en práctica el método de la lámpara colgante arcoíris: colgar la ropa en forma de arcoíris —o U invertida— enganchando las prendas más largas en los extremos del tendedero y las más cortas en el centro, emulando la forma de un arcoíris. 

Los consejos del gurú de la colada

Si existe una gurú del orden —la archiconocida Marie Kondo—, no es de extrañar que también haya una de la colada. Izumi Onuki, encargada de lavandería de la multinacional especializada en productos de menaje del hogar Lion Corporation, es quizás la persona del mundo que más sabe sobre procesos de lavado y secado de prendas.

Ella lleva más de veinte años como investigadora y desarrolladora de productos de menaje del hogar y, compaginando este trabajo, educa a los japoneses sobre cuál es la manera más efectiva y barata de lavar la ropa, así como el mejor método para secarla. Su peor enemiga (y la de cualquier persona que ha hecho la colada) es la toalla de baño, el artículo textil que más humedad suele acumular.

Tal como asegura Izumi a la revista Hint-pot, existen tres métodos de colgar las prendas mojadas: la forma básica, en la que se alinean los dobladillos y se cuelgan para que se sequen; el secado con fuelle, en el que se cuelgan a lo largo y en forma de S para que se aireen lo máximo posible; y el secado por desplazamiento, en el que el dobladillo se desplaza deliberadamente, con lo que la toalla queda torcida. 

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Una vez escogido el método de acuerdo con la disponibilidad de espacio que tengamos —Onuki recomienda la segunda o la tercera—, lo que hay que hacer es "tenderla lo antes posible, ya que dejarla mucho tiempo en el tambor de la lavadora puede provocar la aparición de olores desagradables". Una vez sacada, "sacúdela varias veces de arriba abajo antes de colgarla para que se seque y así evitar que se formen arrugas". Y esta misma lógica se aplica a otras prendas. 

Si quieres acelerar el proceso, utiliza un ventilador o un deshumidificador para soplar aire sobre la colada. El blog Lidea, que forma parte de Lion Corporation, constata los beneficios de este práctico truco. En 2017 puso a prueba distintas maneras de tender las toallas para secarlas, con y sin ayuda de un ventilador. ¿El resultado? "La diferencia en el tiempo de secado entre utilizar un ventilador y no utilizarlo era hasta cuatro veces mayor", sostienen. Si la ropa mojada sin ventilador tardaba en secarse 8 horas o más, con él se reducía el tiempo hasta apenas las dos horas.