El verano es época de despedidas de soltero, bodas, aniversarios, fiestas de todo tipo e, incluso, de algún que otro bautizo. Y a qué anfitrión no le ha pasado eso de preguntarse qué vinos y champanes servir a sus invitados –ya sea en una celebración multitudinaria o en una noche romántica para dos–.
Para ayudarnos en nuestra búsqueda del espirituoso ideal, desde EL ESPAÑOL le pedimos ayuda a Philippe Schaus, CEO de Moët Hennessy, uno de los grupos franceses más antiguos especializados en vinos y champanes. Algunas de sus maisons datan del siglo XIV o XV y, pese al paso de los años, como el mismo Schaus admite, “la calidad se mantiene, perpetuando el trabajo de los fundadores de cada viña”.
Y es que producir un champán o un vino es todo un arte que tiene mucho de tradición y herencia. Sin esta, explica el CEO de Moët Hennessy, la experiencia vinícola no sería la misma. Eso sí, antes de recomendarnos las bebidas perfectas para nuestras celebraciones, advierte: “Cada maison ha desarrollado su propia copa ideal con degustar sus variedades; esto permite que disfrutemos de todos los aromas de todas las variedades de uva que conforman el ADN de las marcas”.
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La perfección en un vaso
Así que, ataviados con la copa perfecta, nos disponemos a explorar las profundidades de las bebidas perfectas. Pero, antes, Schaus recuerda que, para gustos, los colores. “Todo es cuestión de sabor y gustos personales”, asegura. Aunque la decisión “menos arriesgada”, indica, sería “buscar una bebida con bajo contenido en alcohol y un sabor suave que se adapte a la comida que sirvas”.
El CEO de Moët Hennessy propone que le demos varias opciones a los invitados. E indica: “Al menos, un vino tinto y uno blanco, como los cuvées Joseph Phelps o Cloudy Bay” de la firma francesa.
Un vino de calidad
La calidad es esencial para triunfar en cualquier celebración. No es lo mismo un vino producido con uva de baja calidad que uno en el que se haya hecho “una selección de las variedades de uvas muy precisa”. Además, Schaus recomienda investigar un poco la producción de la bebida: “Las técnicas vitícolas realizas a una temperatura controlada son la clave”.
Quien tiene la llave al cajón de la sabiduría espirituoso, eso sí, es el bodeguero. “Es un ‘coctelero de viñas’; su misión es mantener la calidad y el sabor de los cuvées. Es la persona encargada de catar los vinos a diario para sacarles el mayor partido a cada paso de la fermentación”, explica Schaus.
Un vino para cada ocasión
El CEO de Moët Hennessy no da rodeos: “Tienes que prestar atención a la calidad”, repite. El “espíritu de perfección” de las 26 maisons de la firma francesa, explica, son un ejemplo: “Todas están moldeadas por esa búsqueda constante de innovación, desde la producción hasta el marketing o la distribución”. Solo así, dice, “se puede fortalecer el atractivo y la reputación de las marcas”.
Dom Pérignon, cuenta, está disponible dependiendo de la vendimia. “Solo se seleccionan las mejores uvas y cada vendimia es única, por eso el vino se reinterpreta con el carácter particular de la temporada”, explica Schaus. Por tanto, el Dom Pérignon se “reinventa con cada vendimia, asumiendo riesgos constantes, como el de desechar una cosecha”.
El Krug Grande Cuvée, añade Schaus, es un ejemplo de “perfección”. Nace de la “visión de un hombre, Joseph Krug, que busca manufacturar el mejor champán posible, cada año, a pesar de las inclemencias climáticas”. Así, explica el CEO de Moët Hennessy, desde 1843 se lleva produciendo, de manera anual, “la expresión más generosa del champán”.
Seis bebidas para seis momentos
Para Schaus, hay seis momentos clave en los que prestar atención a las bebidas que se sirven (y se piden), y por eso desde Moët Hennessy han pensado cómo maridar cada uno de ellos:
El aperitivo. Aquí, recomienda un champán, como Moët & Chandon o Veuve Clicquot; un rosado de Provence con Minuty; o un Châteay d’Esclans.
Los cócteles que, dice, se pueden regar con un champán para cenar o vinos como el argentino Terrazas de Los Andes o el chino AoYun.
El bar. Para Schaus la clave está en las mezclas: el whisky Glenmorangie o Ardbeg, el voda Belvedere, el tequila Volcano o el coñac Hennessy serían sus recomendaciones.
Los 'High Energy'. Estos serían los bares de día y de noche. El CEO de Moët Hennessy explica su experiencia al respecto: “Hace poco estuve en Saint-Tropez y visité a todos nuestros clientes. Había champán Dom Pérignon y Armand de Brignac, pero también tenían vodka, tequila…”.
Bebidas de regalo. En Navidad, por ejemplo, se pueden regalar vinos y champanes específicos, como el Clicquot o el pack customizado de Moët & Chandon.
Ventas privadas. Schaus reconoce que este es uno nuevo añadido a la colección de momentos para las bebidas pensado para los coleccionistas. “Vendemos colecciones exclusivas como el Moët & Chandon vintage o vinos raros”.