Las raíces de la Comunidad de Madrid a través de la historia de sus pueblos

Huellas romanas en Collado Mediano

Los logros de la civilización romana han dejado multitud de huellas que llegan hasta nuestros días. En España les debemos, entre otras cosas, la creación de una imponente red de carreteras (cerca de 1.500 vías y más de 40.000 kilómetros, según se ha contabilizado en el proyecto Viator-e). Una de estas calzadas romanas pasaba entre el siglo I d.C y el siglo V d. C por Collado Mediano, al norte de la Comunidad de Madrid, en las faldas de la Sierra de Guadarrama.

El paso de la calzada en esta zona -que unía Segovia con Titulcia- dio pie a la construcción de una mansio en los aledaños de la vía, una posada romana cuyos restos se pueden visitar hoy en el yacimiento arqueológico El Beneficio. Las ruinas fueron halladas en 1917 por el párroco del pueblo, aunque no fue realmente hasta 2003 cuando se inició un proyecto de excavación en este emplazamiento.

En ellas se pueden apreciar todos los elementos propios que nos revelan que se trata de una posada. Un patio central, la cocina y varias estancias donde dormirían los viajeros y unas termas. La principal característica del edificio son los pilares de un hipocausto, el sistema de calefacción utilizado por los romanos para calentar las habitaciones. Fernando Checa, arqueólogo y guía turístico del yacimiento El Beneficio, explica que “el interés de situar aquí una posada puede deberse al paso del puerto de la Fuenfría, como medio para descansar o prepararse para la subida al día siguiente”.

Según explica el arqueólogo, El Beneficio es un yacimiento único en toda la península porque se trata de la única posada “que se ha protegido y que puede visitarse”. El yacimiento está musealizado y hay un Centro de Interpretación para conocer en profundidad la historia del yacimiento, así como los elementos más característicos que se encontraron en su interior: cerámicas, tejas y monedas. El yacimiento puede visitarse libremente durante los fines de semana y las visitas guiadas pueden a través de este enlace.

El pueblo madrileño que participó en la carrera espacial

“Houston, aquí base de la Tranquilidad. El Águila ha alunizado”. Las primeras palabras de Neil Armstrong nada más llegar a la luna el 20 de julio de 1969 se escucharon primero en España. Más concretamente en Madrid, en el pequeño pueblo de Fresnedillas de la Oliva. Este municipio de poco más de 1.500 habitantes, situado en la Sierra Oeste de Madrid, ocupó un papel protagonista en la historia del ser humano en el espacio cuando la NASA decidió instalar una pequeña base para establecer las comunicaciones y seguimiento de la misión del Apollo 11.

Que uno de los hitos más importantes de la historia de la humanidad dependiera -en parte- de este pequeño pueblo madrileño parece razón de más para crear un museo en homenaje a dicha hazaña. El Museo Lunar se creó hace ya más de diez años, primero gracias a “las aportaciones de material y documentación de los distintos trabajadores, ingenieros y técnicos españoles que trabajaron en la misión”, cuenta Elena Hernández, responsable del Museo Lunar. Posteriormente fue creciendo con equipos cedidos por la propia NASA y que pertenecieron a la estación -cerrada en 1985- como un simulador de lanzamiento que podemos probar en primera persona.

Además de la exposición fija, compuesta por multitud de “objetos, recuerdos, diplomas y fotografías”, resume Elena, durante esta temporada también está se puede visitar la exposición España en Marte, “en la que podemos ver los objetos y componentes fabricados en España que están presentes en las estaciones medioambientales de los Rover que ha puesto NASA en la superficie de Marte”.

Casas vivas, pueblo vivo

Continuamos en Fresnedillas de la Oliva para ver cómo echar la mirada al pasado puede dar una nueva vida a un pequeño pueblo como este. En 2014 se planteó en el municipio un proyecto de recuperación para algunas casas que habían sido abandonadas pero que seguían siendo lugares importantes para los habitantes de Fresnedillas.

Elena Parlange fue la artista encargada de dar vida a las fachadas de Fresnedillas a través de una serie de murales que recogían la historia del pueblo. Investigó quién habitaba las casas ahora vacías, a qué se dedicaban o qué tradiciones tenían para revivir su memoria a través del arte. En total son 17 murales los que adornan las calles de Fresnedillas de la Oliva.

La ruta de las Casas Vivas, como las bautizó su pintora, nos permite “ir descubriendo lo que existía en cada casa”, expresa Elena Hernández, quien también es la técnica de turismo del Ayuntamiento de Fresnedillas de la Oliva. Así, nos encontraremos la antigua barbería, el salón de baile, la hospedería, algunos de los personajes más queridos del pueblo, como la tía Carmen y hasta un mural dedicado a Curro Jiménez, ya que aquí se grabaron algunos de los capítulos de la famosa serie. Tampoco podía faltar una casa destinada al hito que hizo famoso este pueblo, así que se pintó La Casa de la Luna en homenaje al Museo Lunar.

El más destacado, por su tamaño, quizá sea el mural La vaquilla, que rememora la fiesta de La Vaquilla que se celebra cada 20 de enero en este lugar en honor a San Sebastián, un espectáculo muy particular con siglos de historia. Aunque su nombre puede llevar a engaño, pues esta festividad se celebra sin animales y son los hombres o “mozos” del pueblo los que corren tras uno de ellos que va ataviado con un cencerro.

“Casa Vivas es una forma muy dinámica de recorrer el casco urbano del municipio y a la vez ir viendo obras de arte expuestas en la propia calle que, además, tienen la esencia del pueblo. Queremos transmitir los usos, las costumbres y las tradiciones que han existido aquí”, manifiesta Elena. Y aún queda un secreto escondido, pues en uno de estos murales se oculta un hada que el viajero tendrá que encontrar antes de dejar Fresnedillas.

La oferta turística de la Comunidad cuenta con un extenso patrimonio histórico y artístico de yacimientos, monasterios, castillos y museos que nos invitan a conocer la historia de Madrid a través de sus pueblos.