Turismo de adrenalina para aventureros en las sierras de Madrid

Una de las tirolinas más largas de España

Si lo tuyo son las alturas y la naturaleza, qué mejor manera de combinar ambas cosas que surcar el bosque “volando” en una tirolina. La Sierra de Guadarrama concentra el mayor número de parques de aventura de Madrid, ya que su entorno natural, de altos pinos albares, admite muy bien este tipo de actividades. Por tanto, no es casualidad que una de las tirolinas más grandes, concretamente la más larga de España entre árboles se encuentre, precisamente, en Guadarrama. Se trata de una tirolina de 380 metros que atraviesa también un pequeño embalse para unas vistas espectaculares de la sierra. Está en el parque TirolinasGo, que tiene “más de 100 juegos en altura y 50 líneas de tirolinas”, según cuenta David Reguero, director del parque madrileño.

Existen multitud de circuitos para niños (a partir de 1,10 cm), pero sobre todo hay para adultos, que pueden disfrutar de los recorridos y atracciones más extremas. El “gran atractivo de esta instalación son las tirolinas que cruzan el lago”, resume David, pero también tiene la ventaja de que “es uno de los pocos parques que combina los circuitos de tirolinas con actividad de agua”. Aquí se encuentra el embalse de Las Encinillas, para aquellos que quizá prefieran una actividad más refrescante como es el piragüismo.

Este tipo de actividades están viviendo en este momento un gran auge, según David, porque “la pandemia hizo valorar a los clientes lo que es una actividad saludable como esta y eso nos ha abierto a muchísimo más público”. Además, quien llegue a esta zona podrá apreciar que “tiene el mismo encanto que otros sitios más turísticos, pero está todavía por descubrir”.

Volando con buitres

Pocas sensaciones de libertad se pueden comparar con volar en parapente. Gracias a las corrientes de aire que se forman, la Sierra de Guadarrama es una de las mejores localizaciones de Madrid para practicarlo y, si hay suerte, hasta se tiene la posibilidad de hacerlo cerca de algunas de las aves más impresionantes que habitan la Comunidad, como el buitre negro o el águila imperial ibérica.

Aunque hay que ser valiente, pues se alcanzan alturas de hasta tres mil metros, “es un vuelo panorámico excepcional y totalmente seguro, pues está pensado para personas sin experiencia”, explica Cecilio Valenzuela, instructor de parapente y gerente de la escuela De Nube a Nube. El parapente es, de hecho, “la práctica de vuelo más accesible y más fácil. No es una caída, ni nos tiramos al vacío y aterrizamos suavemente, es como darse un paseo”. La condición física tampoco es un gran impedimento, añade Cecilio, que hace poco recibió a una mujer de 73 años que siempre había soñado con volar en parapente.

Existen varios tipos de vuelos y de diferentes duraciones, desde 15 minutos a una hora. Uno de los que más triunfa en la empresa de Cecilio es la actividad de parapente paisajístico , en la que cliente e instructor, cuenta, “nos vamos a volar con las aves, con los buitres y las águilas. Subimos con ellos y los vemos de cerca, es muy espectacular. Hay muy pocos sitios del mundo que tengan tanta fauna aérea como la que tenemos aquí en la sierra de Guadarrama”.

Las mejores vistas de la Sierra Oeste

Ponemos los pies en el suelo y abandonamos la Sierra de Guadarrama para viajar hasta San Martín de Valdeiglesias. La zona de la Sierra Oeste de Madrid se caracteriza por una exultante naturaleza, que deslumbra especialmente en esta época del año. Aquí es de sobra conocido el pantano de San Juan, que recibe miles de visitantes cada verano, pero coronando uno de sus pliegues está el cerro de Almodón, una de las zonas más características de esta parte de Madrid para practicar escalada.

La escalada es un deporte con cada vez más adeptos, lo sabe bien Braulio Expósito, escalador, guía y el principal equipador de la Sierra Oeste. Es él quien se ha encargado de poner todos los anclajes para crear las vías de escalada en esta formación rocosa, donde se practica la escalada deportiva, una práctica en la que “los seguros están ya instalados permanentemente en la roca”.

Al cerro de Almodón se accede por el camino que nace desde la Ermita de la Virgen de la Nueva y resulta una zona con numerosas vías para todo tipo de escaladores, desde los más experimentados como Braulio, apasionado de este deporte desde los 17 años, hasta escaladores noveles. Aunque es una zona con un acceso muy seguro y sectores fáciles, advierte Braulio, para las personas sin experiencia pero que desean iniciarse en la escalada, “yo recomiendo que tengan una formación mínima, por lo menos que hayan hecho un curso de iniciación para venir con seguridad”. La ventaja de esta zona es que puede adaptarse a todo tipo de perfiles porque “se puede escalar en cualquier parte y, además, en cualquier época del año”.

¿Amante del motor? Este plan es para ti

Aire puro, viñedos y olivares alrededor, vistas de ensueño y… rugidos de motor. Muy cerca de Chinchón encontramos un plan perfecto para los amantes de los coches y el motor. Quayaks es una de las empresas de aventura que más tiempo lleva en la zona, nada menos que desde el año 99 y triunfan con unas rutas en unos 4x4 de los años 60. “Hacemos rutas por la zona de Chinchón y de Colmenar de Oreja, lo que llamamos la zona de Las Vegas. Visitamos viñedos, olivares y a veces hacemos catas de vinos en bodegas de la zona”, describe Ángel, responsable de las actividades de Quayaks. Las rutas son variadas, de entre una hora hasta tres de duración, pues se diseñan según los intereses del cliente, aunque hay que tener en cuenta que las reservas para esta actividad son a partir de ocho personas.

Según rememora Ángel, “empezamos con esta actividad porque siempre nos ha gustado el mundo del motor. Se nos ocurrió la idea de comprar coches antiguos y restaurarlos para que la gente tuviera una experiencia única e irrepetible de conducir estos vehículos por el campo”. Además, en la finca donde se encuentra la empresa también realizan actividades de team building y eventos para empresas.

La conducción, apunta Ángel, “es algo distinta a lo que conocemos, son coches que no tienen dirección asistida y los frenos son un poco diferentes”, pero lo que es seguro es que es difícil quedar decepcionado después de haber salvado todas las irregularidades del terreno a bordo de estos 4x4. Podemos detenernos en un viñedo, un olivar y varios tramos de bosque y campo abierto. Eso sí, siempre por caminos ya abiertos, cuidando de no dañar el entorno, pues Las Vegas y la Alcarria es una comarca con una enorme diversidad y una naturaleza casi sin explotar.

“La gente cuando se sube al coche está un poco nerviosa, pero luego cuando termina la actividad se lo han pasado estupendamente. La sensación de libertad es tremenda”, concluye Ángel. Esa es, al fin y al cabo, el sentimiento que busca cualquier aventurero.