El PP tiene en el Ayuntamiento de Valencia una de sus coaliciones más incómodas con Vox. Juanma Badenas, segundo teniente de alcalde, lidera el partido en la ciudad con una defensa férrea de los postulados de la formación de Santiago Abascal. Y a su figura se suma la de Cecilia Herrero, concejal que acapara el foco mediático por su vehemencia contra la inmigración ilegal. Ambos, tal y como reconocen abiertamente, son pareja sentimental. Según su entorno, iniciaron su relación durante la campaña electoral que les llevó al poder.
La unidad indisoluble de ambos concejales complica a la alcaldesa, María José Catalá, apagar el último 'incendio' de sus socios. "Falta que te vuelvas a tu país", le espetó la edil en Twitter al exdiputado de Podemos Serigne Mbaye. Este comentario motivó una exhaustiva búsqueda de la oposición en sus redes sociales. Allí afloraron durísimos comentarios que denunció Compromís ante la Fiscalía.
"Asco. Son salvajes. Fuera África de la Europa civilizada" o "tanta reconquista para acabar pagándoles la invasión a los moros" son algunos de los mensajes aportados al Ministerio Público, que abrió diligencias contra la edil el pasado miércoles. Ella niega ser racista y asegura que los mensajes están descontextualizados, que muchos de ellos son respuestas a noticias sobre asuntos graves como violaciones grupales.
Tanto el PP como Compromís y PSPV-PSOE subrayan en privado que el perfil duro de Badenas y Herrero y su condición de pareja dificulta en Valencia a los populares aplicar la receta que siguen en toda España: eclipsar a su incómodo compañero de coalición. Vox se niega a valorar la influencia de la relación en el gobierno local al considerarla "de estricta intimidad" e "irrelevante a nivel político".
Tras la apertura de diligencias por parte de la Fiscalía, la oposición ha pedido en bloque a María José Catalá y a Juanma Badenas el cese de Cecilia Herrero. Y tanto Compromís como el PSPV-PSOE son bien conscientes de lo que están demandando, porque la relación entre ambos es conocida por todos en el Ayuntamiento.
Es, a escala municipal, como haberle pedido al vicepresidente Pablo Iglesias el cese de la ministra Irene Montero; o al presidente Ximo Puig el de la consellera Gabriela Bravo. Vox, sin embargo, argumenta en privado que sería igual de grave que el PP accediera al cese de cualquiera de los cuatro concejales de la formación en el Ayuntamiento de Valencia.
Los roces con el PP comenzaron con la propia legislatura. Badenas llegó a afirmar que Catalá no tenía "ni idea de la acción política" por demorar cuatro meses su pacto con Vox. Y han sido muchos más los encontronazos posteriores. La formación discrepa abiertamente sobre una de las banderas de la alcaldesa, la Capitalidad Verde Europea que ejerce este año la ciudad. También sobre los Gay Games que va a acoger la capital del Turia.
En menos de un año se han producido momentos de gran tensión. Los cuatro concejales de Vox llegaron a abandonar el pleno del Ayuntamiento de Valencia, una decisión insólita para un partido que forma parte del Gobierno municipal. Lo hicieron para mostrar su malestar con la alcaldesa por no delegar en Badenas una respuesta al PSPV-PSOE que, a juicio de Vox, concernía al teniente de alcalde.
Los allí presentes destacan que fue Cecilia Herrero quien más expresó su enfado por la decisión de la alcaldesa, y que alentó de forma explícita al líder del partido a marcharse del hemiciclo. Su ausencia provocó que el Ejecutivo local no pudiera aprobar en aquel momento inversiones valoradas en 37 millones de euros.
En el arrojo municipal de Vox pesa mucho el talante de ambos dirigentes. Badenas es catedrático de Derecho Civil, un perfil teórico que desembarca en la política convencido de que es el único camino para atajar el retroceso de la libertad. Ella, funcionaria del Ayuntamiento de Valencia, se enroló en la misma causa tras una efervescente militancia en las redes sociales, donde denuncia desde hace años la gestión de Pedro Sánchez.
Su procedencia es distinta, pero poseen dos grandes características comunes. Son concejales de principios firmes y con una trayectoria profesional fuera de la política. Es decir, con un empleo estable al que regresar. Ejercen, en consecuencia, un liderazgo sin cortapisas que, además, se retroalimenta en el seno de la pareja.
La situación en el Ayuntamiento de Valencia contrasta sobremanera con la de la Generalitat Valenciana, donde el presidente Carlos Mazón (PP) mantiene una muy buena relación con el vicepresidente Vicente Barrera (Vox). El partido de Abascal, a nivel autonómico, exhibe mayor sintonía con el PP que en la ciudad.
La relación
Según han indicado Badenas y Herrero en foros muy reducidos, la relación entre ambos se forjó durante la campaña electoral de 2023, un periodo que disfrutaron mucho. Los actos de campaña, en un contexto social de rechazo a las concesiones de Sánchez al independentismo catalán, les permitió constatar su sintonía y la firmeza compartida de sus ideales.
Y aquel flechazo derivó en una relación estable que en absoluto ocultan. Badenas y Herrero acuden juntos a muchos actos oficiales. Han realizado incluso convocatorias conjuntas por la conexión entre sus competencias. Él es el titular de Empleo y Medio Ambiente. Ella, de Emprendimiento y Agricultura.
Uno de los comunicados más comentados de la pareja fue el emitido el pasado 16 de abril, cuando Vox distribuyó la imagen que encabeza este artículo. En la misma aparecen los dos solos en la mesa de un bar. "Juanma Badenas ha visitado, en compañía de la concejal de Emprendimiento y Agricultura, Cecilia Herrero, la zona del Mercado Central donde un árbol (melia) cayó fortuitamente este mediodía", explicaron.
"Ha visitado también la cafetería afectada por la caída del árbol, donde ha hablado con la plantilla y se ha interesado por los daños ocasionados", precisaron para explicar la curiosa fotografía de la pareja, en aparente actitud cariñosa.
Aunque la relación se forjó en la campaña electoral, en realidad se conocían de tiempo atrás. Herrero entrevistó a Badenas en El Manifiesto, un periódico que se autodefine como "política y socialmente incorrecto". El contexto fue, precisamente, la publicación del libro Contra la corrección política del hoy teniente de alcalde de Valencia. La imagen que ilustra dicha entrevista también es una fotografía de ambos en un bar.
Ambos denuncian que los ataques a Cecilia Herrero forman parte de una campaña mediática sin fundamento que persigue destruir la reputación de la edil, sobre la que destacan iniciativas como haber impulsado "las primeras ayudas para agricultores y ganaderos por parte del Ayuntamiento de Valencia".